Sé tú la diferencia
Tu guía para liberar esclavos y cambiar el mundo
Zach Hunter
Dedicado a los que anhelan ser libres y a los que procuran liberarlos.
PREFACIO
Una carta de Jon Foreman
¡Hola, amigo!
Te deseo lo mejor, Zach. Confía solo en aquel que te da el poder para pensar, hablar y respirar distinto a lo que dicen los titulares. El que creó los cimientos del mundo sigue creando. Sus ojos están sobre los oprimidos y los quebrantados.
Has escrito un libro. Y como las palabras son descartables en nuestra cultura, tus mayores dirán: «¿Qué pueden hacer las palabras? ¡El cambio nunca se produce!
¿Qué se puede hacer?».
Zach, demuéstrales que están equivocados. Cuenta la historia con tu vida.
«Si solo tenemos una oportunidad.
Si solotenemos una vida,
Si el tiempo nunca está de nuestro lado,
Entonces, antes de morir
Deseoconsumirme irradiando luz».
JON FOREMAN, TOMADO DE BURN OUT BRIGHT
[QUÉMATE ILUMINANDO] DEL ÁLBUM OH! GRAVITY
[OH! GRAVEDAD] DE SWITCHFOOT.
«Si quieres elevarte, eleva a otro».
BOOKER T. WASHINGTON (1856-1915)
ESCLAVO EMANCIPADO, INTELECTUAL
Y REFORMADOR DE LA EDUCACIÓN
SOÑAR EN GRANDE
Si eres como yo, deseas que tu vida valga la pena. Cuando se le pregunta a un niño o a una niña: «¿Qué quieres ser cuando seas grande?», ninguno responde: «Un perdedor». Cuando se le pregunta a los niños qué desean hacer con su vida, nadie dice: «Espero vivir algunos años y que nadie me recuerde». La mayoría de los pequeños sueñan con ser súper héroes, pelear contra los malvados y ganar batallas.
Bueno, yo aún tengo esos grandes sueños. Y creo que a Dios le agrada que sus hijos sueñen en grande. Acabo de cumplir quince años y soy un abolicionista moderno. Quizás algunos escuchen esta palabra por primera vez y se pregunten: «¿Qué rayos será un abolicionista?» Un abolicionista es alguien comprometido a ponerle fin a la esclavitud. Hace tres años inicié una campaña llamada Loose Change to Loosen Chains [Menudo suelto para soltar las cadenas], para motivar a los estudiantes a involucrarse en la liberación de los esclavos.
Tal vez pienses que la esclavitud se eliminó hace mucho tiempo. Eso es lo que muchos creen. Lamentablemente, no es así. Lo cierto es que la esclavitud continúa en nuestros días.
Hace unos tres años escuché por primera vez la desgracia de los esclavos modernos. Estaba estudiando la historia de la esclavitud en los Estados Unidos y aprendí sobre Harriet Tubman, una ex esclava que se ocupó de liberar a muchos otros esclavos. Recuerdo haberle dicho a mi madre: «¡Vaya! De haber yo vivido en aquella época habría luchado por la igualdad y contra la esclavitud». Fue entonces cuando mi mamá me dijo que la esclavitud seguía existiendo en todo el mundo y de diversas formas y estilos. Mi madre trabajaba para una organización que libera a los esclavos modernos de todo el mundo y por primera vez en su vida aprendió acerca de las muchas formas de la esclavitud. Yo también descubrí que la esclavitud no es algo fuera de época que solo figura en los libros de historia. Me impactó muchísimo saber que la esclavitud existe hoy en día. Entonces decidí hacer algo al respecto.
La esclavitud moderna toma muchas formas horribles. Puede tratarse de familias enteras que incurren en deudas por cuestiones de salud y tienen que trabajar en una fábrica de ladrillos hasta el día en que se mueran; niñas que trabajan en burdeles y hasta niños que obligan a armar cigarrillos durante todo el día. Es más, ¡hoy en día hay más esclavos de lo que hubo durante toda la época del comercio transatlántico de esclavos!
Tal vez te preguntes cómo la gente se convierte en esclava. Muchos creen que se comienza con un trágico secuestro, pero esos solo son casos aislados. Por lo general, tiene que ver con el dinero o la ausencia de este. A veces una familia permite que uno de los hijos salga con un amigo de la familia en quien confían y que les promete un buen empleo que suplirá las necesidades familiares. Ese niño enseguida descubre que este «amigo» lo vendió como esclavo. En algunos casos, un padre desesperado puede llegar a vender a su hijo como esclavo. Muchas veces engañan a los padres diciéndoles que su hijo tendrá mejores condiciones de vida e incluso una oportunidad para una mejor educación. En lugar de eso, el niño se convierte en esclavo.
Una historia de una niña esclava de nuestros días se trata de una pequeña cuya madre murió y cuyo padre volvió a casarse. No solo la madrastra no la quiere sino que el padre es alcohólico. Él vendió a su pequeña hija como esclava para quitársela de encima a su nueva esposa y para conseguir dinero para su adicción al alcohol. Como muchos otros niños, a esta pequeña de edad escolar la obligaron a pasar sus días armando pequeños cigarrillos llamados «Beedies» o «Bidis». Estos niños deben sentarse en el piso y enrollar los cigarrillos con sus pequeños dedos para luego cortar las puntas con un filoso cuchillo. Tienen los deditos cortados y agrietados por el trabajo. Muchas veces los golpean si no alcanzan la cuota de armado diaria. (Dicho sea de paso, para muchos adolescentes norteamericanos está de moda fumar estos cigarrillos, ¡pero al hacerlo están fomentando el comercio de los esclavos!)
Cuando me enteré de situaciones como esta, me sentí motivado a hacer algo. De manera que durante estos últimos años hice lo que pude para desterrar estas prácticas opresivas. Durante el verano de 2006, hice una gira dando charlas en las que tuve la oportunidad de hablar a cientos de miles de personas sobre este tema. Parte de lo que dije se relaciona con una nueva película llamada Amazing Grace (Gracia admirable) que versa sobre la histórica trata de esclavos y cómo podemos nosotros continuar con la tarea de la abolición. En mi esfuerzo, señalo a otros adolescentes y jóvenes veinteañeros, pero me encanta que todos quieran subirse a este tren.
SOLO LOS HECHOS
27 millones: cantidad de personas en la esclavitud moderna en todo el mundo
Fuentes: Naciones Unidas, New York Times, Amnistía Internacional, Christian Science Monitor [Periódico de la Ciencia Cristiana] y Free the Slaves [Libera los esclavos], entre otras.
PERSONAS QUE ME HAN SERVIDO DE INSPIRACIÓN
La gente a veces me pregunta qué o quiénes me inspiran. Por lo general respondo hablando de algunos personajes históricos a quienes menciono en este libro, como William Wilberforce y la Madre Teresa de Calcuta. He descubierto que tenemos mucho que aprender de estas personas ya fallecidas, y contamos con el privilegio de mirar atrás y ver el impacto que produjeron.