Apéndice
Las figuras A-1 a A-6, así como las figuras 1.1., 5.2, 5.4, 7.2, 7.3, y otras en el texto, se refieren a la idea, que con mucha frecuencia se escucha, de que las tendencias a largo plazo de la disponibilidad de los recursos no interesan porque estamos ahora en un momento de discontinuidad, de cambio fundamental. Verdaderamente uno no puede, lógicamente, discutir hipótesis sobre la discontinuidad presente o amenazante. Y uno puede encontrar matemáticamente técnicas sugiriendo discontinuidades, que serán consistentes con cualquier tendencia de los datos. Para ilustrar este punto, mi colaborador Douglas Love confeccionó polinomios de tercer grado con los datos de precios del cobre, el trigo y la electricidad (fig. A-6). Semejantes gráficos parecen indicar una tendencia al alza para todos estos precios. Mi opinión, sin embargo, es que a largo plazo las tendencias monotónicas de los costes de los recursos son más significativas. Esto es, tan sólo, un juicio personal, por supuesto. Pero podemos decir científicamente que si en el pasado uno hubiera actuado sobre la creencia de que la tendencia de los precios a largo plazo sería al alza, más que a la baja, habría perdido dinero.
A-1.—La escasez de lingote de hierro medida por su precio con relación a los salarios.
A-2.—La escasez de lingote de hierro medida por su precio con relación al Indice de Precios al Consumidor.
A-3.—La escasez de lingote de plomo o medida por su precio con relación a los salarios.
A-4.—La escasez de lingote de plomo medida por su precio con relación al Indice de Precios al Consumidor.
A-5.—La escasez de aluminio medida por su precio con relación al Indice de Precios al Consumidor.
A-6.—La escasez de electricidad medida por su precio con relación a los salarios (PRS) ajustados con un disparatado polinomio de tercer grado.
A-7.—Oferta de tierra agrícola y necesidades de tierra agrícola entre 1650 y 2100, según se presenta en Los Límites al Crecimiento.
Esta figura ilustra sobre la clase de hipótesis, sin ninguna garantía, en las que se basan Los límites al crecimiento y los estudios en relación con él. Compárese las tendencias, supuestamente negativas, en «tierra de labor disponible» para la agricultura, como se presentan en esta figura, con los hechos presentados en las tablas 6.1 y 6.2 en el texto.
A-8.—La escasez de madera combustible, pulpa de madera y madera de construcción, medida por sus precios con relación al Indice de Precios de Ventas al por Mayor (IPVM).
A-9.—Superficie cultivada, rendimiento y producción de maíz entre 1870-1976. EE.UU.
Este gráfico muestra que el cambio en la superficie cultivada no es ya en modo alguno la influencia principal sobre el cambio en la producción de alimentos. Sugiere que la preocupación sobre la competencia entre superficie urbana y tierra agraria está mal planteada. También es interesante ver que el rendimiento del maíz por superficie cultivada se mantuvo estable durante muchos años, aun cuando la producción por trabajador subió enormemente con la mecanización de la agricultura.
A-10.—Pozos petrolíferos perforados, precios reales del petróleo doméstico y precios reales del petróleo importado en los Estados Unidos, 1918-79.
Este diagrama demuestra cómo el desarrollo de los pozos petrolíferos se corresponde con los precios del petróleo.
A-11.—Perforaciones de gas natural y precios del gas natural en los Estados Unidos, 1936-79.
Este diagrama demuestra cómo el desarrollo de los pozos de gas como el de los pozos de petróleo se corresponde con los precios del gas.
A-12.—Consumo de energía per cápita contra producción nacional per cápita en cuatro países seleccionados, 1961-74.
A-13.—Cantidad de energía empleada en Estados Unidos por Unidad de Producción Final, 1970-75.
Este gráfico muestra que, con el paso del tiempo, cuesta menos energía producir una producción de valor constante en dólares, incluso con la subida en los costos de la energía desde 1973. (Debida a la OPEP, pero sin relación con el costo de la producción de energía).
A-14.—Precios de la gasolina en Estados Unidos en dólares constantes. 1930-78.
A-15.—Total de nacimientos, nacimientos de niños blancos y población en Estados Unidos, 1909-75.
Este gráfico hace ver que, incluso aunque la población total subió acusadamente, el total de nacimiento no fue más alto en 1975 que en 1909. Es decir, que ha habido un gigantesco declive de la fertilidad.
A-16.—Estimación aproximada de German Kahn sobre la tasa de crecimiento de la población del mundo.
A-17.—Distribución por edades de la población de los Estados Unidos, 1900 y 1970.
Esta figura hace ver cuánto ha cambiado la distribución por edades tan sólo en 70 años. En 1980, todavía será más estrecha la base de la pirámide de lo que se ve en la pirámide de 1970.
A-18.—Cambios recientes en la tasa de natalidad de los países en vías de desarrollo.