He tenido una i d e a fantástica.
No.
Se me ha ocurrido esta tarde, mientras regresaba de la escuela. Esto es lo que ha pasado: mis amigas y yo tenemos una ruta muy bien montada en la que vamos pasando por casa de cada una, así hacemos casi todo el trayecto acompañadas.
Puede que demos un poco de rodeo, pero también en nuestros paseos de regreso a casa aprovechamos para hablar de todo: de los compañeros, de la escuela, de los deberes, si los hay (siempre hay deberes. Qué manía tienen los profesores de poner deberes).
Y de repente mi amiga Sofía me ha preguntado si este año también celebraría una fiesta por mi cumpleaños. Entonces las demás se han puesto supercontentas y me han pedido que sí, por favor, que sí, porque la última vez lo pasamos muy bien.
Entonces he tenido la i d e a .
Mis amigas se me han quedado mirando como si estuviera loca. ¿Qué pasa? Solo me he puesto a saltar en medio de la calle. Pero ¡es que a una no se le ocurre cada día la mejor idea del mundo! Y como es la mejor idea del mundo, voy a escribirla:
He decidido que voy a celebrar una fiesta y que va a ser una pasada.
Una fiesta de cumpleaños. No una normal como la del año pasado, no. ¡Eso ya está superado! La fiesta de este año va a tener de todo. Un montón de invitados, música, baile, juegos, comida. ¡Regalos! ¡Sobre todo que no se me olviden los regalos!
Una fiesta de CUMPLEAÑOS , que será dentro de un mes. Voy a cumplir doce años, y ¿qué mejor que todo el mundo pueda celebrarlo conmigo?
Por eso he elegido este cuaderno es-pe-cial-men-te para apuntar todas las ideas que se me ocurran para la FIEST A . Porque una parte de la diversión son los preparativos, y quiero acordarme de ellos para siempre.
A veces me ha ocurrido que tengo una ide a , pero al cabo de unos días se me olvida o se me ocurre una todavía mejor. Esta vez no ha sido así. Le he estado dando vueltas y ahora estoy convencida. Sin embargo, necesito una segunda opinión, así que voy a consultarlo con alguien que me entienda.
¡Acabo de contarle la idea a mi hermano y dice que le parece genial!
La conversación ha sido así:
Martina (o sea, yo): ¡Hermanito! ¡Adivina qué!
Lili : (No dice nada. Me mira.)
Martina : Voy a celebrar una fiesta de cumpleaños, ¿qué te parece?
Lili : (Se tumba y se lame la nariz.)
Martina : ¿Verdad que sí?
Lili : Miau.
Martina : ¡Gracias, hermano! ¡Sabía que estarías de acuerdo conmigo!
Lili : (En cuanto intento abrazarlo, se marcha co rriendo.)
Qué conversación más rara, ¿verdad? Pero por si acaso alguien que no sea yo lee mi cuaderno de preparativos, tengo que aclarar que mi hermano Lili es un gato. Es un gato, pero yo lo llamo hermano igualmente ¡porque lo quiero muchísimo! Así que Lili es mi hermano peludo. Luego tengo un hermano y una hermana mayores, que no están por aquí para preguntarles, pero seguro que también les parece genial.
En todo caso, está decidido. Ya no hay vuelta atrás.
Hay que planificar al detalle. Si quiero que la fiesta salga bien, tiene que estar todo preparado con tiempo. Por eso comenzaré con las cosas que necesito:
¡ A mí! Martina Valeria. Así me llamo yo. Tengo dos nombres porque mi padre es argentino y, aunque vivimos en Marbella, en Argentina TODO EL MUNDO tiene dos nombres. El día 24 de febrero voy a cumplir doce años.
Invitados . ¿Cuántos? ¿Quiénes? Habrá que pensarlo bien luego. Me gustaría que fueran muchísimos, porque yo conozco a UN MONTÓN de gente... La verdad no sé dónde voy a meter a toda la gente que me gustaría invitar. Veamos...
En realidad, es una buena pregunta. ¿Dónde celebrar la fiesta? Tiene que ser en algún lugar grande. He celebrado fiestas de cumpleaños antes en mi casa, pero allí solo caben diez o quince personas.
¿Y si fuera en una carpa como esas de las bodas? ¿O al aire libre? ¿O en un parque? Podría ser en la playa. No será por playas en Marbella, aunque ahora que lo pienso, esta idea tiene ventajas y desventajas.
* VENTAJAS DE LA PLAYA:
Hay espacio de sobra.
Te puedes bañar si te entra calor (¡una fiesta de cumpleaños en bañador!).
* DESVENTAJAS:
No creo que a nadie le guste comer tarta con arena.
¿Y si llueve?
La fiesta va a ser en febrero. Lo de bañarse queda casi descartado: ¡¿Por qué no nacería en agosto? ¡¿POR QUÉ?!
No, si hubiera nacido en agosto entonces la mayoría de mis amigos estarían de vacaciones ¡y no podrían venir!
No se me ocurre ninguna más de momento. Pensaré en lo de la playa.
Vale, tengo que volver a centrarme en los invitados . Primero, mi familia, porque sería feo celebrar una fiesta sin ellos. Y luego, los amigos, pero ¿cuáles? Los compañeros de la escuela, claro. Me gustaría invitar a toda la clase. Tengo amigas más íntimas, pero me llevo bien con todo el mundo, ¡y no quiero dejar a nadie de lado! También están los compañeros de baile, y los de equitación. ¡Y los vecinos! Y...
Se me está ocurriendo un montón de gente, la verdad. Quizá al final será más difícil pensar en quién no invitar que al revés.
Actividades. Esta es una parte muy importante de la fiesta, porque no tendré a los invitados ahí plantados sin hacer nada, ¿no? Así que necesitaremos música para bailar y juegos. Hace unos meses a mis amigos y a mí nos invitaron a hacer una yincana y lo pasamos genial. Era como una caza del tesoro, había que seguir una serie de pistas por toda la ciudad. Lo más divertido fue que ganó el equipo de las chicas (¡claro!, ¿quién si no?), y como habían perdido los chicos, ¡el castigo fue pintarles el pelo de colores! Además, los que perdían se quedaban sin merienda, pero como las chicas somos taaaaaan requetebuenas, acabamos compartiéndolo.