La correspondencia de Hermann Hesse con Stefan Zweig se extendió por un periodo de treinta y cinco años —a pesar de las reservas del primero a tratar con escritores—, hasta la muerte de este último en 1942. A través de estas cartas, el lector asistirá a la construcción de un pensamiento común entre estos dos grandes autores, comprometidos con la inequívoca defensa de la razón, del bien y de la humanidad en una época turbulenta, confirmando que no hay estética que pueda existir sin el armazón de un pensamiento ético que la sustente.
Stefan Zweig & Hermann Hesse
Correspondencia
Edición al cuidado de Volker Michels
ePUB r1.0
Yorik21.03.13
Título original: Briefwechsel. Hermann Hesse - Stefan Zweig
2006 by Suhrkam Verlag, Frankfurt am Main
Traducción: José Aníbal Campos González
Editor digital: Yorik
ePub base r1.0
HERMANN HESSE fue un escritor y poeta alemán, aunque posteriormente decidió nacionalizarse suizo. Hesse es uno de los grandes representantes de la literatura europea durante la primera mitad del S.XX.
Nacido en Alemania, viajó a la India en diversas ocasiones, donde su padre era misionero. La cultura oriental influyó de manera decisiva en su obra posterior, sobre todo en uno de sus libros más importantes, Siddartha —escrito en 1922— en el que se trata la vida de Buda.
De personalidad difícil y un tanto huraña, Hesse trabajó como librero mientras desarrollaba su carrera literaria. Su primer éxito fue Damien, publicada en 1919 y que ya deja entrever una de las constantes en su obra: el desarrollo del individuo, la rebelión frente a la sociedad mancomunada.
A partir de su condena a la participación de Alemania en la I Guerra Mundial, Hesse optó por exiliarse a Suiza debido al ostracismo al que fue sometido por todo su entorno. Fue allí donde escribió su obra más influyente: El lobo estepario (1927).
Hesse recibió el Premio Nobel de literatura en 1946, tres años después de la que sería su último libro El juego de abalorios. A partir de esa fecha apenas publicó nada más que algunos poemarios de carácter nostálgico y oscuro.
Murió en Montagnola, Suiza a los 85 años de edad.
STEFAN ZWEIG (Viena, 1881 - Petrópolis, Brasil, 1942) fue un escritor enormemente popular, tanto en su faceta de ensayista y biógrafo como en la de novelista. Su capacidad narrativa, la pericia y la delicadeza en la descripción de los sentimientos y la elegancia de su estilo lo convierten en un narrador fascinante, capaz de seducirnos desde las primeras líneas.
Es sin duda, uno de los grandes escritores del siglo XX , y su obra ha sido traducida a más de cincuenta idiomas. Los centenares de miles de ejemplares de sus obras que se han vendido en todo el mundo atestiguan que Stefan Zweig es uno de los autores más leídos del siglo XX . Zweig se ha labrado una fama de escritor completo y se ha destacado en todos los géneros. Como novelista refleja la lucha de los hombres bajo el dominio de las pasiones con un estilo liberado de todo tinte folletinesco. Sus tensas narraciones reflejan la vida en los momentos de crisis, a cuyo resplandor se revelan los caracteres; sus biografías, basadas en la más rigurosa investigación de las fuentes históricas, ocultan hábilmente su fondo erudito tras una equilibrada composición y un admirable estilo, que confieren a estos libros categoría de obra de arte. En sus biografías es el atrevido pero devoto admirador del genio, cuyo misterio ha desvelado para comprenderlo y amarlo con un afecto íntimo y profundo. En sus ensayos analiza problemas culturales, políticos y sociológicos del pasado o del presente con hondura psicológica, filosófica y literaria.
Notas
[175] El escritor y pacifista francés Romain Rolland había felicitado a Hesse en febrero de 1915 por su llamamiento contra la guerra titulado «O Freunde, nicht diese Töne!», publicado el 3 de noviembre de 1914 en el Neue Zürcher Zeitung [El título del texto de Hesse, tomado de las palabras iniciales de la 9ª sinfonía de Beethoven, podría traducirse, si se tiene en cuenta el contexto, como «¡oh, amigos, no adoptéis esos tonos!»]. Una vez establecido en Suiza, en octubre de 1914, Rolland asumió un trabajo en el Centro de Información sobre Prisioneros de Guerra de la Cruz Roja, con sede en Ginebra, y puso a disposición de dicha institución los ingresos que le reportara el Premio Nobel, galardón que obtuvo en 1915. Un año después, Hesse siguió su ejemplo y fundó en Berna, en colaboración con el catedrático Richard Woltereck, una Central para la Atención de los Prisioneros de Guerra, que dirigió hasta principios de 1919. En Romain Rolland, Hesse y Zweig tuvieron un amigo común y un compañero de ideas. Sin embargo, el intercambio epistolar entre el poeta francés y Stefan Zweig, tan aficionado a los viajes, que visitó a Rolland en varias ocasiones, fue mucho menos intenso que la correspondencia entre Rolland y Hesse. Véanse, por ejemplo, las siguientes ediciones: Romain Rolland y Stefan Zweig, Briefwechsel 1910-1940 [Correspondencia 1910-1940] (comp. de Waltraud Schwarze), Berlín, Rütten & Loening, 1987; y Hermann Hesse y Romain Rolland, Briefe [Cartas], Zúrich, Fretz & Wasmuth, 1954.
En agosto de 1915, Romain Rolland había visitado ya dos veces en Berna a Hesse, que también se había establecido en Suiza. Tras el primer encuentro personal, Rolland le escribió a Stefan Zweig, el 3 de septiembre de 1915: «Por fin tengo ya a Hermann Hesse en el vecindario, y el hombre se ha convertido en un auténtico bernés. Nos sentimos unidos por un sentimiento de hermandad». A lo que Zweig respondió, con fecha del 20 de septiembre: «Ya sabe usted que ha habido una múltiple hostilidad contra Hesse, precisamente contra él, que ha mantenido el comportamiento más noble que uno pueda concebir en un poeta. Me alegra que se haya reunido con él. Hace algunos años pasamos en una ocasión unas hermosas horas en el lago de Constanza. Su libro más reciente, Knulp, es para mí el más hermoso de los suyos; hay en él una Alemania que nadie conoce, ni siquiera los propios alemanes, y es verdaderamente encantador: un fragmento del mundo suabo, con una pequeña ciudad y una calle, con gente sencilla, alegría y música».
CORRESPONDENCIA
(1903-1938)
1. HERMANN HESSE A STEFAN ZWEIG
Basilea [enero de 1903]
Muy estimado señor:
¡No se asuste usted porque ahora de repente, le aborde con un saludo y una petición!
Adjunto a esta carta encontrará usted mi librito Gedichte ya los tengo). Me haría muy feliz poseer ese hermoso volumen con una línea de dedicatoria escrita de su puño y letra.
Me proporcionará usted una alegría enorme. Soy ridículamente pauvre por ejemplo. ¿Tendré la misma suerte con usted?
¿O no?
Le saluda afectuosamente, su devoto servidor,