Sociedad Agni Yoga Hispana, Inc.
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Traducción Española © 2008 Sociedad Agni Yoga Hispana, Inc.
Publicado 2008.
Reimprimido Noviembre 2016.
Publicado originalmente como
Foundations of Buddhism by Helena Roerich. 2nd ed. New York: Agni Yoga Society, 1971.
© 1971 by Agni Yoga Society.
La ilustración de la portada: Buda el Conquistador por Nicolás Roerich, 1925.
El Gran Gautama le dio al mundo una Enseñanza completa de perfecta construcción de vida. Cualquier intento de convertir en dios a este revolucionario es un absurdo.
Anteriormente a Gautama hubo, por supuesto, toda una sucesión de aquellos que albergaron el bienestar común, mas sus enseñanzas se desmoronaron con el correr de los siglos. En consecuencia, la Enseñanza de Gautama debería ser aceptada como la primera enseñanza sobre las leyes de la materia y la evolución del mundo.
La comprensión contemporánea de la comunidad permite que exista un puente maravilloso desde Gautama Buda hasta la época presente. Nosotros no decimos esto para ensalzar, tampoco lo decimos para rebajar, sino como un hecho evidente e inmutable.
La ley del arrojo, la ley de la renuncia a la propiedad, la ley de la evaluación del trabajo, la ley de la dignidad de la personalidad humana - más allá de castas y distinciones exteriores, la ley del verdadero conocimiento, la ley del amor basado en el conocimiento de uno mismo, hace de los Mandamientos de los Maestros un arco iris continuado de júbilo de la humanidad.
Construyamos los fundamentos del Budismo en sus mandamientos manifiestos. La Enseñanza sencilla, que iguala en belleza al Cosmos, disipará cualquier sugerencia de idolatría, indigna del Gran Maestro de los hombres.
El conocimiento fue el sendero que señalaron todos los grandes Maestros. El conocimiento permitirá un acercamiento libre y vital a la gran Enseñanza, así como vitalmente real es la Materia misma.
Nosotros no introduciremos las últimas complejidades; nosotros hablaremos brevemente acerca de aquellos fundamentos que no pueden ser negados.
¡Alegría a todos los pueblos! ¡Alegría a todos aquellos que trabajan!
FUNDAMENTOS DEL BUDISMO
Con los Fundamentos del Budismo, uno no puede detenerse en las complicaciones y ramificaciones posteriores a la muerte de Buda. Es importante saber que la idea de la purificación de la Enseñanza está siempre viva en la conciencia budista. Luego después de la muerte del Maestro, se celebró un concilio en Râjagriha y después otro en Vaiâlî y Patna, devolviéndole a la Enseñanza su simplicidad original.
Las escuelas principales del Budismo son: el Mahâyana (Tíbet, Mongolia, los calmucos, los burritas, China, Japón y el norte de la India) y el Hînayâna (Indo-China, Burma, Siam, Ceilán e India). Estas dos escuelas recuerdan igualmente bien las cualidades del Maestro.
Las cualidades de Buda son: Muni — el sabio, del clan de Sâkya; Sâkya Simha — Sâkya, el león; Bhagavat — el Bendito; Sâdhu — el Maestro; Jina — el Conquistador; el Soberano de la Ley Benevolente.
De belleza inusual es la venida del Rey en la imagen del mendicante. “Vayan, ustedes mendicantes, lleven la salvación y la benevolencia a la gente.” En esta orden de Buda, en este término mendicante está contenido todo.
Al comprender la Enseñanza de Buda, uno se da cuenta de donde emana la afirmación de los budistas — “Buda es un hombre.” Su Enseñanza de Vida está por encima de cualquier prejuicio. Para Él no existen los templos, mas existe un sitio para reunirse y una casa del conocimiento — en tibetano du-khang y tsug-lag-khang.
Buda disputa la concepción convencional de Dios. Buda niega la existencia de un alma eterna e inmutable. Buda entrega la Enseñanza para cada día. Buda lucha enérgicamente contra las posesiones. Buda luchó personalmente en contra del fanatismo de las castas y los privilegios de las clases. Buda afirmó el conocimiento confiable y experimentado, además del valor del trabajo. Buda ordenó el estudio de la vida en el Universo en toda su realidad. Buda colocó las bases de la comunidad, anticipó la victoria de la Comunidad Mundial.
Cientos de millones de devotos de Buda están esparcidos alrededor del Mundo y cada uno de ellos afirma: “Tomo refugio en el Buda, Tomo refugio en la Enseñaza, Tomo refugio en la Sangha.”
Las tradiciones escritas budistas y nuestras investigaciones contemporáneas han establecido una serie de detalles de la vida de Gautama Buda. Ciertos investigadores opinan que la muerte de Buda ocurrió en el año 483 A. C. De acuerdo a las crónicas singalesas, Buda vivió desde el año 621 hasta el año 543 A. C. Pero las crónicas chinas aseguran que Buda nació en el año 1024 A. C. La edad que se le da al Maestro al momento de su muerte es cerca de ochenta años. El lugar de nacimiento del Maestro es conocido como Kapilavastu, localizada en las tierras bajas en el sur de Nepal (el Terai nepalés). El linaje real de los Sâkyas, a donde pertenece Gautama, es conocido.
Sin lugar a dudas todas las biografías del gran Maestro han sido adornadas grandemente por sus contemporáneos y seguidores, especialmente en los escritos más recientes, mas para poder conservar el color y el carácter de la época, debemos de referirnos, hasta cierto punto a la exposición tradicional.
De acuerdo a las tradiciones del siglo sexto A. C. El dominio de Kapilavastu existió en el norte de la India en las estribaciones de los Himalayas y estaba poblado por numerosas tribus de Sâkyas, descendientes de Ikshvâku de la raza solar de los Katriyas. Ellos estaban gobernados por el más viejo del clan quien vivía en la ciudad de Kapilavastu, de la que no queda ningún rastro; durante la vida de Buda, esta ciudad ya fue destruida por un hostil rey vecino. En aquel período, Suddhodana, el último descendiente directo de Ikshvâku, reinaba en Kapilavastu. De este rey y de la reina Maya nació el futuro gran Maestro, quien recibió el nombre de Siddartha, que significa — “El que cumple su designio.”
A su nacimiento le precedieron profecías y visiones y el mismo acontecimiento, durante la luna llena de mayo, fue asistido con todas las señales propicias tanto en la tierra como en el cielo. Así, el gran Rishi Asita, que moraba en los Himalayas, al saber por los Devas que un Bodhisattva, el futuro Buda, había nacido en el Mundo de los hombres en el Parque Lumbinî y que daría la vuelta a la Rueda de la Doctrina, inmediatamente se puso en camino para rendir homenaje al futuro Maestro de los hombres. Al llegar al palacio del rey Suddhodana, expresó el deseo de ver al Bodhisattva recién nacido. El Rey ordenó que trajeran al niño para que el Rishi lo viera, pensando que éste lo iba a bendecir. Pero el Rishi al ver al niño, primero sonrió y después lloró. Con ansiedad el Rey le preguntó la razón de su aflicción y si es que él vio un mal augurio en su hijo. A esto el Rishi contestó que él no vio nada que perjudicara al niño. Él se había regocijado ya que el Bodhisattva lograría completa iluminación y se convertiría en un gran Buda; y él se había apesadumbrado porque a su vida ya no le quedaba mucho tiempo y no viviría para escuchar la prédica de la gran Doctrina.
La Reina Mâyâ, luego de dar a luz al gran Bodhisattva, falleció y su hermana Prajâpatî tomó al niño y lo crió. En la historia budista ella es conocida como la primera discípula femenina y la fundadora de una Sangha para las bhikshunîs.