BUSCANDO
LA PROTECCION
DEDIOS
LILIANA ROMERO
Copyright © 2011 por Liliana Romero.
Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2011962723
ISBN: Tapa Dura 978-1-4633-1504-7
Tapa Blanda 978-1-4633-1503-0
Libro Electrónico 978-1-4633-1502-3
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CONTENTS
“DEDICATORIA”
A mi Dios amado: Por enseñarme lo que es un padre, el cual nunca he tenido en lo que tengo de vida, y por demostrarme su amor tan inmenso, que él me tiene.
A Jesucristo: Por su misericordia y su compasión, por interceder por mí, siempre ante mi padre celestial; por su amor incondicional, por consolarme cuando lo he necesitado, por estar con migo en mis noches, de angustia y ansiedad y por escucharme, siempre que lo necesite. Te amo mi único amor Jesús. Gracias.
A mi Madre: Por estar ahí, cuando mi padre celestial; decidió, darme la vida, y usar el vientre de mi madre, para darme la vida. Gracias.
A mi Esposo : Por estar siempre a mi lado, en esta dura experiencia, de miedos, ansiedades, insomnios, por nunca dejarme sola, cuando lo necesite. Gracias.
A mis Hijos: Por ser mi fuerza, en mis días de desesperación, por esos nietos hermosos, que me dieron, y que me han servido de terapia, gracias, porque han sido mi motor para seguir viviendo, los amo y bendigo, por esos Corazones que Dios, les dio. Gracias.
Gracias a todas las personas, que han estado muy cerca de mí, con un consejo, un abrazo de consuelo, gracias por sus oraciones y por su apoyo. Gracias Dios, porque ya me oíste. Amén.
“INTRODUCCIÓN”
B ueno, quiero decirles que este libro, lo empecé a escribir, cuando vi las bendiciones, que Dios me daba través de mis oraciones y peticiones y al empezar a ver el poder de Dios, sobre mi vida, mi fe ha ido creciendo día a día y oró diariamente para que mi confianza en mi padre celestial, no termine nunca y no me aleje de su protección, yo decidí escribir este libro para dejar por escrito cada una de mis oraciones que yo he hecho a Jesucristo, y todos los milagros que El ha hecho en mi, una de ellas fue para mi salud, ya que después de diez anos, de tomar antidepresivos por la fe que empecé a sentir por mi señor, me dije si realmente crees en Dios, tienes que dejar de tomar ese medicamento y así lo hice que no fue nada fácil, ya que todo lo que hacemos durante nuestra vida, tiene un precio que pagar, pero finalmente lo logre, gracias a mi amado Jesús. Desde ese día mi fe ha ido creciendo más y mas, ya que con tantos milagros y bendiciones, no tengo duda del amor de Dios por mí y fue así como decidí entregarme a él y ser una sierva de Dios. Durante todo el tiempo, que pase escribiendo este libro, le he pedido el regalo total de mi recuperación a mi Dios y por fe declaro, que al final de este libro mi testimonio será positivo lo declaro en el nombre de mi amado Jesucristo. Amén.
“LA ARMADURA DE DIOS”
P adre; te doy gracias por este nuevo día, y las noches hermosas también, gracias por el soberano cuidado que tienes sobre mi vida.
Reconozco señor que la victoria es mía, y no me importa la prueba que este enfrentando, siempre respetando tu plan de batalla Dios.
Por fe declaro la victoria sobre todas las pruebas; y solicito cada pieza de la armadura de Dios para mi defensa contra el enemigo;
1. -Por fe me coloco “El cinturón de la verdad “y te doy gracias Dios; por su soberana verdad y conocerlo perfectamente, con su fortaleza y debilidad y amarlo con perfecto amor. (efe. 6-14).
2. -Me coloco “La coraza de la justicia “te pido Dios que protejas mi corazón y mis emociones para no verme involucrada, en algo que sea impuro y saber que tu Dios no me llevas a vivir a través de mis emociones, sino por la fe basada en la verdad. (efe. 6-14).
3. -Reclamo “Las sandalias de la paz” y someto mi vida a ti señor, para tus propósitos y ruego para aprender a descansar en ti, durante el día y así comenzar a ver la paz adecuada a cada prueba y preocupación en mi (efe. 6-15).
4. -Me pongo “El escudo de la fe “y me mantengo firme en el amor de Dios; porque sé que fuera de Él nada soy, pero con El, todas las cosas son hechas, y nada de lo que el enemigo, arroje en mi camino puede penetrar el escudo del amor de Dios; porque su palabra dice que El es mi retaguardia (efe. 6-16).
5. -Me pongo “El casco de la salvación” porque el casco de la salvación, me protege contra los malos pensamientos, porque la guerra en la que estoy como creyente, es espiritual, es una batalla en la mente, la voluntad y las emociones. Por eso demando el casco de salvación y memorizo; el señorío de Cristo sobre mi vida. (efe. 6-17).
6. -Empuño La espada del Espíritu Santo” que es la palabra de Dios, y agradezco el precioso don de su palabra; porque tu Dios tienes un propósito para permitir cualquier situación que me toque enfrentar, tú tienes un plan para verme avanzar a través de ellas. Y no debo olvidar que estoy libre de pecado. Así que por fe empuño, la poderosa espada del Espíritu Santo, que es mi segura defensa contra el enemigo. (efe.6:17)
Jesús, debo recordar lo que dice tu palabra; que tu no quieres que combata al enemigo con mis propios recursos. Jesús tu dijiste a tus discípulos; estas cosas os he hablado para que en mi tengan paz, en el mundo tendrán aflicción, pero confiad en mi yo he vencido al mundo. (Juan 16-33). Estas son sus palabras de esperanza para los que depositamos nuestra confianza en ti. Jesús, ha vencido al enemigo y ahora reina a la derecha del padre intercediendo por mí. (1juan 2-1). Debemos saber que el enemigo se retira de mi cuando queda frente a la autoridad de mi Señor Jesucristo y ante la verdad de su palabra. Amén.
Así que:
Por nada estés afanoso, si son conocidas tus peticiones, delante de Dios, en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobre pasa todo entendimiento, guardara tu corazón y tu pensamiento, en Cristo Jesús.
Porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Porque tu palabra dice:
-Que tú no me diste un espíritu de cobardía, ni de temor; sino de poder, de amor y de dominio propio.
-Y que está El que está en mí, es más grande que el que está en el mundo.
Es muy importante ponernos todos los días la armadura de Dios, para nuestra defensa contra el enemigo. Yo no salgo si ella y sin cubrirme con la sangre de Cristo. (Es decir, me cubro de la cabeza hasta la punta de los pies con la sangre del cordero de Dios amen.) Y también estar en constante oración y en alabanzas, y todo lo que pidamos a Dios hacerlo en el nombre de Jesús y dar gracias en todo y por todo amen.
“BUSCANDO LA PROTECCIÓN DE DIOS”
B endito padre celestial; te doy todo el honor y la gloria, por siempre, te pido, que tengas sobre mí, un cuidado especial por siempre, sabes te doy gracias por este día, que me siento tan bien, ando contenta, tengo ganas de arreglarme, ahorita voy a limpiar tu casa, luego a pintarme el pelo, luego al trabajo, y en la tarde a la iglesia, para alabarte, darte la honra y la gloria. Padre mío este día fue muy bueno para mí, solo que en la noche, empecé a sentir cierta intranquilidad, sentí en mi estomago, un sentir feo, empecé a húsar todo lo que he aprendido, en este camino hacia ti, y también a agarrarme de tus promesas, que dicen, en el nombre de Jesús, reprendamos todo mal y por fe empecé a reprender, todo ese sentir en mi cuerpo de ansiedad y temor, y también dice que te alabemos, créeme que no es fácil hacer eso, pero por fe, empecé a reprender, a alabar en el nombre de Jesús, me puse a orar, bien fuerte a hablar, y a suplicar a mi Jesús, se compadeciera de mi, y ponerme bajo tu cuidado, tu palabra dice que llamemos a los ancianos de la iglesia para que oren por nosotros, y yo lo hice, oraron por mí, y se fue, me dejo libre, gracias Dios, por tu amor y misericordia.
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