Madre Teresa de Calcuta - Un llamado a la misericordia

Para los más pobres de los pobres, todos los indeseados, no amados, rechazados y olvidados; que a través del amor tierno y misericordioso que la Madre Teresa les mostró y para todos aquellos que ella inspiró, estén seguros de cuán preciosos son ante los ojos de Dios.

L a inspiración del Santo Padre de proclamar el Jubileo Extraordinario de la Misericordia fue una sorpresa inesperada, pero bien recibida. En Misericordiae Vultus (M.V.) [Bula de Convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia], así como en las muchas ocasiones en las que ha hablado de este tema, el papa Francisco no solamente nos invita a adentrarnos más profundamente en el «misterio de la misericordia» (M.V. 2), un regalo que Dios siempre anhela darnos, sino que también busca hacernos conscientes de nuestra responsabilidad de extender este regalo a otros. Él presenta a Jesús como «el rostro de la misericordia del Padre», siendo, en efecto, la expresión de la misericordia del Padre por excelencia.

La gozosa ocasión de la canonización de la Madre Teresa, la cual el Santo Padre quiso que tuviera lugar durante el Jubileo, es una oportunidad providencial para, una vez más, exponer su ejemplo y su mensaje del amor tierno y misericordioso de Dios ante los cristianos y ante todos aquellos que la ven como un modelo de lo que es ser un “portador” de ese amor. Un llamado a la misericordia intenta hacer precisamente eso.

Aun cuando a cada santo se le pudiera llamar, de alguna manera, «santo de la misericordia», cabe la pregunta de por qué la Divina Providencia habría querido que la Madre Teresa fuera canonizada durante este tiempo especial. ¿Qué mensaje ofrece esta particular «santa del amor tierno y misericordioso» a la Iglesia universal (y aún más allá) sobre el tema de la misericordia que, como sabemos, es el tema central de la enseñanza y ejemplo del Santo Padre? Existe una resonancia particular entre la atención y el amor especial del papa Francisco por aquellos que están «en las periferias de la existencia humana» y la elección preferencial de la Madre Teresa de servir a los más pobres de los pobres. La ternura y la compasión son las cualidades sobresalientes de la caridad que ella entendió, que Jesús quería que le «llevara» —que las diera a conocer y las hiciera sentir— a los más pobres de los pobres. Por ejemplo, ella instó a sus seguidores a «ir a los pobres con ternura y a servirlos con amor tierno y compasivo». Esto es «llevar» el amor de Jesús, quien —ella estaba absolutamente convencida— «nos ama a cada uno tiernamente, con misericordia y compasión».

Conforme a la invitación del Santo Padre en Misericordiae Vultus para que «Redescubramos las obras de misericordia corporales» y «no olvidemos las obras de misericordia espirituales» (M.V. 15), la canonización de la Madre Teresa resulta una ocasión muy oportuna para presentar tanto sus enseñanzas relacionadas con el amor misericordioso, así como su manera de poner en práctica tales enseñanzas en la acción cotidiana. Con frecuencia se dice que «los hechos hablan más que las palabras», por lo que este libro trata, principalmente, sobre las acciones de la Madre Teresa. Por medio de sus propias palabras, y a través de la lente de testigos directos, ella surge como un icono del amor tierno y misericordioso, un reflejo de la misericordia de Dios para hoy, especialmente para los más pobres de los pobres.