N uestra mente es como una computadora. Va a funcionar según la forma en que la programemos. Usted puede tener la computadora más poderosa que jamás se haya fabricado, el modelo más nuevo y veloz, con la máxima capacidad de memoria que exista, pero si instala el programa equivocado, no va a funcionar de acuerdo a su diseño. Todos hemos tenido que lidiar con los virus en las computadoras. Estos pueden ingresar en una computadora perfectamente funcional y empezar a contaminar sus programas. No pasa mucho tiempo antes de que la computadora se vuelva lenta, y luego, no puede tener acceso a sus archivos. Ninguno de estos problemas ocurre porque la computadora esté defectuosa o mal hecha. Los componentes de la computadora están bien. La razón es porque alguien reprogramó los programas. De alguna manera, el interior se averió. Ahora el programa está contaminado.
De manera similar, cuando Dios lo creó, Él dio un paso atrás y dijo: “Otra obra maestra”. Sus componentes son perfectos. Tiene el tamaño correcto, la nacionalidad correcta y tiene los dones adecuados. No solo eso, Dios puso en usted el programa adecuado. Desde el principio, Él le programó para ser triunfador, sano, fuerte y creativo. Su programa original dice: “Todo lo puedes en Cristo”; “Todo lo que toques prosperará y tendrá éxito” y “Eres cabeza y no cola. Darás en préstamo y no pedirás prestado. Eres triunfador y no víctima”. Fue programado para vivir una vida abundante, victoriosa y llena de fe. Así es como su Creador lo diseñó.
Usted fue programado para vivir una vida abundante, victoriosa y llena de fe.
La razón por la que no siempre experimentamos esta vida abundante es porque hemos permitido que los virus contaminen nuestra programación. Nos decimos a nosotros mismos: “Nunca triunfaré. No tengo tanto talento”. “Nunca romperé con esta adicción. La he tenido por mucho tiempo”. “Soy muy lento, torpe y feo. No hay nada bueno en mi futuro”. Ya que nuestro programa está infectado, andamos con baja autoestima, somos negativos, no creemos que nuestros sueños se harán realidad y no esperamos que los problemas se alejen.
Sin embargo, hay buenas noticias. No hay nada malo en usted. Tal como esa computadora, usted no es un error. No está defectuoso o descompuesto. El problema está en su programación. Tiene que deshacerse de los virus. Durante todo el día, permanezca en lo que su Creador dice de usted. “Soy bendecido. Soy fuerte. Estoy sano. Tengo confianza. Soy atractivo. Valioso. Triunfador”. Tiene que volver a su programación original. Si su pensamiento es limitado, su vida será limitada. Cuando piense mejor, vivirá mejor.
Aprenda a usar la tecla “eliminar”
Para restaurar su programación original, una de las mejores cosas que podemos aprender a hacer es usar la tecla “eliminar”. Cuando los pensamientos negativos, de desánimo, traten de contaminar su programación, solamente elimínelos con la tecla antes de que empiecen a afectar la forma en que vive. Ese pensamiento dice: Lo mejor de tu vida ya pasó. De aquí en adelante es cuesta abajo. Reconozca que ese es un virus tratando de evitarle alcanzar su destino. Es verdaderamente sencillo. Eliminar. Dígaselo a sí mismo: “No voy a pensar en eso. Mi programación dice: ‘El camino del justo es cada vez más brillante’”.
Nunca te pondrás bien. Ya viste el diagnóstico médico.
Eliminar. Reemplácelo al decir: “Dios está restaurando mi salud. Él cumplirá el número de mis días”.
Nunca alcanzarás tus sueños. No tienes tanto talento. No eres capaz. Eliminar. Eliminar. Eliminar. “Asombrosa y maravillosamente he sido creado. Tengo el favor de Dios. Todo lo que toco prospera y triunfa”.
Si usted va a alcanzar su más alto potencial, tiene que ser bueno usando la tecla “eliminar”.
Nunca romperás esa adicción. Tu padre fue un alcohólico, y tú también lo serás. Eliminar. “Ningún arma forjada contra mí prosperará. A quien el Hijo libertare será completamente libre, y yo soy libre”.
Si usted va a alcanzar su más alto potencial, tiene que ser bueno usando la tecla “eliminar”.
Cuando empecé a pastorear la iglesia, cada pensamiento me decía. No puedes hacer esto, Joel. No sabes ministrar. Eres muy joven. No tienes experiencia. Nadie va a venir. Habría sido fácil permitir que ese virus echara raíz e impidiera que alcanzara mi destino. Hice lo que le estoy pidiendo que haga. Seguí usando la tecla “eliminar”. No puedes. Eliminar. Eres muy joven. Eliminar. Nadie va a venir. Eliminar. No tienes experiencia. Eliminar. No va a funcionar. Eliminar. No estaría donde estoy si no me hubiera convertido en un experto en el uso de la tecla “eliminar”.
P ROTEJA SU MENTE
La Escritura nos dice que protejamos nuestra mente. Usted controla la entrada de lo que permite pasar. Puede concentrarse en cada pensamiento negativo, cada comentario despectivo o puede decidir eliminarlo y enfocarse en lo que Dios dice acerca de usted. Si yo hubiera permitido que esos pensamientos negativos se repitieran en mi mente una y otra vez, habrían contaminado mi confianza, contaminado mi autoestima y contaminado mi futuro.