Dra. Jenn Gunter - La biblia de la vagina: La vulva y la vagina: una guía de salud femenina para separar la leyenda de la medicina

Me he propuesto una misión: empoderar a todas las mujeres con información y datos veraces relativos a la vagina y la vulva.

Uno de los principios fundamentales de la medicina es el consentimiento informado. Los médicos informamos a los pacientes acerca de los riesgos y los beneficios para que ellos, armados con ese conocimiento, tomen decisiones que afectan a sus cuerpos. El proceso únicamente tiene sentido si dicha información es exacta e imparcial. Encontrar datos fidedignos resulta complicado, por cuanto hemos superado a toda prisa la era de la información y ahora parecemos instalados en la era de la desinformación.

El ungüento de serpiente y el encanto de los remedios rápidos llevan ahí mucho tiempo, de igual modo que las ideas falaces y fantásticas sobre cuestiones médicas no son nada nuevo. Sin embargo, separar la leyenda de la medicina resulta cada vez más complicado.

Además de los canales de los medios sociales, que nos bombardean con mensajes médicos de calidad variable, la gente pide un tráfico constante de noticias sensacionalistas, que requieren más y más contenidos… aunque no existan. Cuanto estas noticias se refieren al cuerpo de la mujer, el juego del despiste y el ruido se torna todavía más potente si cabe. Las pseudociencias y aquellos que se lucran con ellas están interesados en la desinformación, pero también lo está el patriarcado.

La obsesión por la pureza y la limpieza del tracto reproductivo femenino se remonta a una época en que el valor de la mujer se medía por su virginidad y por la cantidad de hijos que fuera capaz de engendrar. La vagina y el útero eran moneda de cambio. Apelar a esas nociones provoca reacciones instintivas. No es de extrañar que las palabras «puro», «natural» y «limpio» se empleen con tanta frecuencia en los anuncios de productos femeninos.

Los profesionales de los medios y las celebridades con influencia en las redes sociales conectan con esos miedos inconscientes mediante contenidos y productos pensados para prevenir el desastre vaginal, como si la vagina (que evolucionó para dilatarse y rasgarse al dar a luz mucho antes de que se inventara el material de sutura) fuera una pieza delicada siempre al borde de la catástrofe.

¿Por qué La biblia de la vagina en lugar de «La biblia de la vagina y la vulva»? Porque con el nombre de «vagina» denominamos el conjunto del tracto inferior reproductivo (la vagina y la vulva). Desde una perspectiva médica, «vagina» únicamente se refiere a la zona interior, pero el lenguaje evoluciona y los vocablos adquieren nuevos sentidos. Por ejemplo, «trol» o «correo» poseen hoy significados adicionales que yo jamás habría imaginado en mi juventud. La palabra gut (tripa) designa el tracto gastrointestinal en inglés antiguo, normalmente la parte inferior (del estómago hacia abajo), pero no siempre. Se trata en realidad de un término muy impreciso y, sin embargo, la comunidad médica lo ha adoptado e incluso da nombre a una importante publicación dedicada al estudio del tracto alimentario (digestivo), el hígado, la vía biliar y el páncreas.

Llevo treinta y tres años dedicada a la medicina y soy ginecóloga desde hace veinticuatro. Han llegado a mis oídos las dudas de muchas mujeres y conozco las preguntas que se plantean así como aquellas que les gustaría formular pero no saben cómo hacerlo.

La biblia de la vagina reúne lo que quiero que conozcan las mujeres acerca de su vulva y su vagina. Es mi respuesta a todas las pacientes que han escuchado o leído la información que ofrezco en mi consulta o en internet y se han preguntado extrañadas: «¿cómo es posible que yo no supiera esto?».

Puedes leer el libro en su orden natural, de principio a fin, o consultar capítulos concretos e incluso secciones que te interesen por el motivo que sea. ¡Todo vale! Espero que, con el paso de los años, las páginas se desgasten según acudas al manual para contrastar lo que te ha dicho un médico durante una visita, investigar un producto que promete mejorar la vulva o la vagina hasta extremos absurdos o ayudar a una amiga o a una pareja sexual con una lección de anatomía.

Desinformar a las mujeres en relación a su cuerpo no ayuda a nadie. Y estoy aquí para hacer lo posible por poner fin a esa situación.

Dra. J EN G UNTER