• Quejarse

Alejandro Gaviria - Hoy es siempre todavía

Aquí puedes leer online Alejandro Gaviria - Hoy es siempre todavía texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Ciudad: Bogotá, Año: 2018, Editor: Editorial Planeta Colombiana S. A, Género: Ciencia / Hogar y familia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Alejandro Gaviria Hoy es siempre todavía
  • Libro:
    Hoy es siempre todavía
  • Autor:
  • Editor:
    Editorial Planeta Colombiana S. A
  • Genre:
  • Año:
    2018
  • Ciudad:
    Bogotá
  • Índice:
    5 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 100
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Hoy es siempre todavía: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Hoy es siempre todavía" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

“Este libro es en parte un acto de gratitud, un testimonio imparcial e imperfecto de reciprocidad, una declaración de aprecio a muchos amigos y ciudadanos”. Alejandro Gaviria A Alejandro Gaviria la inminencia de la muerte le devolvió la vida. Hace casi un año le diagnosticaron un linfoma. En un comienzo los médicos pensaron que se podría enfrentar fácilmente, pero no fue así. Gaviria lo superó con un tratamiento agresivo. Durante el proceso recibió el apoyo y la solidaridad de miles de colombianos, y los dardos de algunos creyentes que le dijeron que lo que le pasaba era consecuencia de su ateísmo impenitente. En este libro reflexiona sobre lo que vivió, que lo afianzó aún más en su escepticismo religioso, y lo conecta con algunos de los temas que han pasado por su despacho en el Ministerio de Salud. Es un ensayo que mezcla su vivencia personal y profesional con la poesía, la que considera “la única religión que le va quedando a los hombres”, y la literatura.

Alejandro Gaviria: otros libros del autor


¿Quién escribió Hoy es siempre todavía? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Hoy es siempre todavía — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Hoy es siempre todavía " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Alejandro Gaviria 2018 Editorial Planeta Colombiana S A 2018 Calle 73 - photo 1

© Alejandro Gaviria, 2018
© Editorial Planeta Colombiana S. A., 2018
Calle 73 N.º 7-60, Bogotá

Ilustración de cubierta: Sergio Moreno
Ilustraciones de interior: Alejandro Giros
Diseño de cubierta: Departamento de diseño Grupo Planeta

Primera edición: abril de 2018

ISBN 13: 978-958-42-6829-7
ISBN 10: 958-42-6829-5

Impreso por: xxxxxx
Impreso en Colombia - Printed in Colombia

Este libro no podrá ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del editor. Todos los derechos reservados.

Para Carolina, Mariana y Tomás

Escribo, hermano mío de un tiempo venidero,
sobre cuanto estamos a punto de no ser,
sobre la fe sombría que nos lleva.

Escribo sobre el tiempo presente.

José Ángel Valente, Sobre el tiempo presente

INTRODUCCIÓN

Este libro es varias cosas a la vez. Primero, es el testimonio de un hecho paradójico, una coincidencia irónica: mi doble condición como ministro de Salud y paciente de cáncer. La enfermedad nos transforma física y emocionalmente. Sobra decirlo. Pero, en mi caso, también me hizo revaluar muchas de las decisiones que había tomado en un ministerio casi definido por la complejidad y los dilemas bioéticos. El pasado a veces depende del futuro. O, mejor, la interpretación del pasado depende de nuestras circunstancias futuras. Este relato da cuenta de ello.

Este libro es también una colección personal, una antología de lecturas, libros leídos y releídos, poemas en voz alta y citas que guardo en libretas raídas, como si fueran medicinas para momentos de crisis. Las citas son profusas en el texto porque lo son en mi vida. Muchas de las lecturas citadas fueron transformadoras (somos lo que leemos); otras, más recientes, me han permitido lidiar con el dolor y el miedo.

En tercer lugar, este libro es un testimonio de amor y gratitud: a mi familia, a mis amigos, a mis compañeros de trabajo, a mis médicos y a tanta gente que, de una u otra manera, me ha dado una voz de aliento, una palabra de aprecio, un mensaje de solidaridad… Desde aquí, desde esta tribuna personal, quiero reiterar lo que he dicho muchas veces y seguiré repitiendo sin cansarme: “gracias por todo, por darme la posibilidad de vivir, de disfrutar las vueltas que me quedan”.

Finalmente, este libro pretende ser una guía modesta, pero sincera, para los enfermos de cáncer. Recibo con frecuencia mensajes de otros pacientes que me dan las gracias por las entrevistas, por hacer públicas mis preocupaciones. Me dicen que ellos sienten sosiego al saber que alguien más siente lo mismo. Este libro nació, sobre todo, de una convicción: la idea de que mi historia puede ser de alguna utilidad para mis compañeros de lucha y de vida.

El libro tiene ocho capítulos heterogéneos, diversos. Algunos son autobiográficos, otros son reflexiones sobre nuestro destino común —nuestra finitud— y otros más, disertaciones sobre los desafíos de los sistemas de salud, las promesas de la medicina moderna y la complejidad de las políticas públicas. Todos están escritos desde una perspectiva similar, comparten una misma visión de la vida (el existencialismo resignado, casi festivo), del cambio social (el liberalismo trágico) y de la enfermedad (el optimismo: el cáncer no es una condena, ni un impedimento para seguir viviendo).

Los dos primeros capítulos (“Cultivar el asombro” y “Cosas que pasan”) son más personales, más urgentes, tienen que ver con mi diagnóstico de cáncer y mi posterior cambio de perspectiva y prioridades. Lo mismo puede decirse del capítulo cinco (“Quimioterapia”). Los capítulos tres, cuatro y seis (“Conexiones”, “Complejidad” y “Desigualdad”) son más generales, más académicos: contienen mis reflexiones sobre las políticas de salud, la complejidad del cáncer y la equidad en salud. Los dos últimos capítulos (“Lo nuestro” y “La buena muerte”) son más existencialistas —digámoslo así— y presentan mis ideas sobre la muerte y mis convicciones acerca del buen morir.

El cáncer es como la vida de muchas maneras. La primera es la biológica: el cáncer es recursivo, oportunista, capaz no solo de adaptarse, sino también de crear las condiciones para su crecimiento posterior. El cáncer es ominosamente darwinista: “La vida del cáncer recapitula la vida del cuerpo, su existencia es un espejo patológico de la nuestra”.

El cáncer es como la vida en otro sentido, más humano, más urgente: nos obliga a vivir con la conciencia permanente de nuestra finitud, nos abre los ojos frente a nuestra fragilidad, nos saca del letargo de los días y nos hace caer en la cuenta de que “solo trajimos el tiempo de estar vivos”. Somos pasajeros en tránsito hacia un destino eterno, hacia una noche sin sueños y sin final.

Finalmente, el cáncer es como la vida de los seres humanos de una manera más trágica: nos revela la precariedad de nuestras esperanzas, los dilemas colectivos de la escasez, los debates éticos sobre quién debería vivir y las controversias sobre el lucro derivado de un conocimiento esencial, que puede implicar la diferencia entre la vida y la muerte.

Escribí este libro entre los meses de enero y febrero del 2018. Había terminado mi tratamiento y recobrado mis fuerzas, y me sentía mejor. Renovado. Tenía un examen pendiente, una cita ominosa con mi destino. Sabía que mis días eran inciertos y que debía aprovechar la oportunidad. Escribí este libro, como dice el poeta, desde el tiempo presente, con la urgencia de contar mi historia. Tal vez esa sea la esencia de todo, de los días y los años de nuestras vidas: tener, al final de cuentas, una historia que contar y contarla a tiempo.

Bogotá, febrero de 2018

I
CULTIVAR EL ASOMBRO

Mas el doctor no sabía
que hoy es siempre todavía.

Antonio Machado, Proverbios y cantares

Las diminutas dichas que se aferran
con sus mínimas garras a la vida,
¿serán el porque sí de todo?

Eliseo Diego, Álbum para pegar láminas

Hace treinta años, durante unas vacaciones universitarias, leí la novela póstuma de Truman Capote, Plegarias atendidas. Era la novedad literaria del momento, traducida a muchos idiomas y considerada imprescindible por los críticos de entonces. Su importancia ha ido diluyéndose con el tiempo. Fue flor de un día, como casi todo. El libro yace descolorido en un rincón cualquiera de mi biblioteca. No recuerdo los detalles de esta historia de escándalos y chismes, la memoria es imperfecta e impredecible. Sin embargo, hay dos fragmentos que me quedaron grabados, impresos para siempre en la memoria.

Uno de ellos narra el encuentro casual de uno de los protagonistas, un joven estadounidense recién llegado a París, aspirante a novelista y vividor profesional, con la escritora y periodista francesa Colette. En un momento de candidez, ante una pregunta de su célebre interlocutora, el joven hace una confesión: “No sé qué espero de la vida, pero sí sé lo que me gustaría ser, un adulto”.

La respuesta de Colette es inolvidable (lo fue para mí, al menos):

Eso es lo que ninguno de nosotros podrá ser nunca, una persona adulta […] Libre de malignidad, envidia, codicia y culpabilidad. Imposible. Voltaire, incluso Voltaire, llevó un niño entre sí toda su vida, un niño envidioso y malgeniado, un muchacho obsceno que siempre se olía los dedos. Y Voltaire llevó ese niño hasta su sepultura como haremos todos nosotros hasta la nuestra. Lo mismo podríamos decir del Papa en su balcón, soñando con la carita perfecta de un guardia suizo. Y el juez británico bajo su exquisita peluca, ¿en qué piensa cuando envía un hombre a la muerte? ¿En la justicia, en la eternidad y en cosas serias? ¿O acaso se pregunta en cómo se las podrá arreglar para que lo elijan miembro del Jockey Club? [...] Tenemos por supuesto algunos momentos adultos, dispersos aquí y allá, y de ellos, el más importante es la muerte.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Hoy es siempre todavía»

Mira libros similares a Hoy es siempre todavía. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Hoy es siempre todavía»

Discusión, reseñas del libro Hoy es siempre todavía y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.