La historia de la ciencia es rica en épocas esplendorosas. Una de ellas corresponde a los siglos XIX , XX y XXI . Los descubrimientos y desarrollos que se realizaron entonces en la física, la química, la matemática, las ciencias naturales, la biología y la medicina conmovieron el mundo, cambiándolo radicalmente. Fue entonces, en las centurias de los Darwin, Lyell, Mendel, Faraday, Maxwell, Pasteur, Koch, Riemann, Cajal, Planck, Einstein, Gödel, Turing, Heisenberg, Watson y Crick cuando la ciencia se profesionalizó y penetró en las estructuras del poder político, económico, militar y social.
PRÓLOGO A LA TERCERA EDICIÓN (2022)
Veintinueve años después de la primera edición y catorce de la segunda, he sentido de nuevo la obligación de ampliar mi texto. Lo hago por la evidencia de los numerosos, rápidos y profundos cambios que está experimentando la humanidad desde que apareció la segunda edición. De ahí que en el subtítulo se sustituya «(siglos XIX y XX )» por «(siglos XIX - XXI )». Evidentemente, se trata únicamente de las dos primeras décadas de la presente centuria, restando todavía la mayor parte de ella, pero aun así creo que se observan suficientes elementos, muy poderosos y penetrantes, como para pensar que la humanidad ha entrado ya en una nueva era. No he modificado nada de los primeros once capítulos, pero el último y el epílogo de la última edición han sido sustituidos por cuatro capítulos, en los que abordo —haciendo hincapié especial, pero no únicamente, en sus orígenes— cuestiones relacionadas con la nueva medicina, incluyendo técnicas de edición génica recientes (CRISPR), la revolución digital y sus consecuencias, la Inteligencia Artificial y la Tierra en el Antropoceno (tectónica de placas, cambio climático, agujeros en la capa de ozono, pérdida de biodiversidad). Algunos de estos temas ya estaban presentes en la edición de 2007, pero he creído necesario introducir algunos cambios y ampliarlos.
Para un autor sus libros son, en cierto sentido, hijos intelectuales, producto de algo tan íntimo como es el pensamiento propio. Y, al igual que con nuestros hijos de carne y hueso, se siente una especial satisfacción al verlos crecer, tomar una vida que no se aventuró cuando comenzaron a ser imaginados. Que mi El poder de la ciencia pueda presumir de semejante historia es algo que me enorgullece. Espero que continúe siendo útil a quienes se acerquen ahora a sus páginas.
Madrid, 13 de septiembre de 2021
PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN (2007)
P ODER Y CIENCIA
«Albergo la esperanza», escribí en el Prólogo a la primera edición (1992) de esta obra, El poder de la ciencia, «de que éste sea un libro vivo, y que... dentro de unos años pueda volver a él, para ampliar sus horizontes.» Pues bien, el destino ha sido generoso conmigo permitiéndome preparar una segunda edición. (El destino y la buena disposición de mis editores, Gonzalo Pontón y Carmen Esteban, que además han soportado con resignación retraso tras retraso en mis planes iniciales.)
Pero catorce años pueden ser muchos para el tema que se estudia al igual que para el autor, que acaso ve el mundo de una forma diferente (entre otros motivos porque sabe más). Así ha sido en este caso, y me he visto obligado a efectuar muchos cambios en esta segunda edición. De hecho, se podría hablar casi de un nuevo libro. La primera edición tenía ocho capítulos, la presente doce. Aquélla llevaba por subtítulo el de «Historia socio-económica de la física (siglo XX )», ésta el de «Historia social, política y económica de la ciencia (siglos XIX y XX )». El motivo de tales cambios, de la ampliación tan sustancial que he realizado —de considerar casi exclusivamente (aparecía también, con cierta prominencia, la química) la física, a incluir también otras ciencias, sin olvidar a las biomédicas—, es fácil de comprender. Inmersos como estamos en una revolución científico-técnica que tiene en su epicentro a las ciencias biomédicas, en general, y a las biológico-moleculares, en particular, en el curso de los últimos años se ha hecho evidente, mucho más de lo que lo era antes, que no basta, en modo alguno, con la física para comprender el siglo XX , y que además éste debe mucho al XIX (que ya trataba, cierto es, en la primera edición). Y como lo que yo quiero es comprender y explicar mejor el papel de la ciencia en el mundo contemporáneo, me he visto obligado a añadir dos nuevos capítulos, uno dedicado a la medicina decimonónica y otro a la del siglo XX , centrado especialmente en la «revolución del ADN».
No son, sin embargo, éstos los únicos cambios. Todos los capítulos han sido revisados y la mayoría ampliados sustancialmente. He añadido, aparte de los dos que acabo de mencionar, dos más: uno dedicado a Napoleón y a su relación con la ciencia, y otro al poder de las ideas evolucionistas de Charles Darwin. Asimismo, he introducido siempre que he podido secciones dedicadas a la ciencia en España. Aparte del motivo obvio —ayudar a comprender mejor la relación de España, mi país, con la ciencia—, está el de que tratar el caso de una nación que no se ha distinguido especialmente por sus contribuciones a la ciencia de los dos últimos siglos, puede ayudar a comprender mejor la dinámica de la relación ciencia-sociedad que si sólo me limitase a los casos de Alemania, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, que dominan mi tratamiento.
Finalmente, una última consideración. Si hoy escribiese este libro no lo habría titulado El poder de la ciencia