LA HISTORIA DE LA CIENCIA
Título original: The Story of Science
Edición: Daniel Goldin
Traducción: Felipe Gómez
Maquetación: Rodrigo Morlesin
Publicado originalmente por
Weldon Owen Publishing
Ground Floor 42-44 Victoria Street, McMahons Point
Sydney NSW 2060, Australia
www.weldonowenpublishing.com
D.R. © 2012 Weldon Owen Limited
Director editorial Kay Scarlett
Editor Corinne Roberts
Director creativo Sue Burk
Texto Jack Challoner
Editor del proyecto Scott Forbes
Diseñador Mark Thacker, Big Cat Design
Ilustrador Dave Smith
Director de producción Todd Rechner
Coordinador de producción y preprensa Mike Crowton
D.R. © Editorial Océano, S.L.
Milanesat 21-23, Edificio Océano
08017 Barcelona, España
www.oceano.com
D.R. © Editorial Océano de México, S.A. de C.V.
Blvd. Manuel Ávila Camacho 76, 10º piso
11000 México, D.F., México
www.oceano.mx
www.oceanotravesia.com
Primera edición impresa: 2013
Primera edición libro electrónico: 2015
eISBN: 978-607-735-039-2
Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada
o transmitida por ningún medio sin permiso del editor. Cualquier forma de reproducción, distribución,
comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización
de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos
Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
h
i
sto
ri
a
de
la
c
i
e
n
cia
de
la
La
UN R ELA T O ILUST R AD O E s t e l i b r o s e s a l t a l a s
p
a
r
t
e
s
a
b
u
r
r
i
d
a
s
Con
t
e
n
i
d
o
¿De qué está hecho todo? ¿Cómo cr ecen y se r epr oducen los or ganismos viv os? ¿Qué tan viejo es el U niv er so? ¿P or qué hay montañas? ¿P or qué algunas cosas están más calientes que otr as? ¿P or qué nos enfermamos? Pr egun tas com o éstas se en cuen tr an en el cor azón mism o d e la cien cia. La curiosida d, el pr egun tarn os por el m un d o a n uestr o alr ed ed or y tr atar d e e xplicarl o, es parte d el ser h uman o. P odrías pen sar , en t on ces , que la cien cia es tan vieja com o el gén er o h uman o. P er o la cien cia implica más que m er a curiosida d: implica pon er a prueba id eas a cer ca d e cóm o fun ciona el m un d o por m edio d e e xperim en t os y r echazar una e xplica ción si un e xperim en t o d em uestr a que es equiv oca da. La g en te com enzó a ha cer est o apenas ha ce al gun os cien t os d e años . En las civiliza cion es an tiguas h ubo v arios gr an d es pen sa d or es que r efle xionar on a partir d e pr egun tas difícil es y ll egar on a ciertas e xplica cion es . P er o n o pu sier on a prueba su s id eas . P or eso n uestr a hist oria n o comienza ahí. Las e xplica cion es an tiguas , particularm en te las d e la Gr ecia an tigua, fuer on compartidas por m u chas g en er a cion es y a cepta das com o h ech os por la may oría d e las per sonas . P er o en Eur opa, dur an te l os sigl os XVI y XVII, la g en te com enzó a cuestionar esas viejas id eas y pr on t o com enzar on también a pon erlas a prueba. Apenas 400 años d espués con tam os con buenas y bien pr oba das r espuestas a las an terio- r es pr egun tas y m u chas otr as posterior es . P or supuest o, ca da r espuesta tr a e más pr egun tas , per o eso es parte d e la div er sión. La cien cia es un viaj e sin fin en dir ección a la v er da d; al con oci- mien t o que l os cien tíficos a dquier en en el camin o l e pod em os dar buen o mal u so. Hay tan t o más en la hist oria d e la cien cia d e l o que podríam os m eter en un libr o d e este tamaño. La hist oria d e la cien cia es com o v er l o más d esta ca d o d e un partid o d e futbol importan- te , enf ocán d on os en l os e v en t os prin cipal es y tejién d ol os por m edio d e com en tarios . P er o mien tr as que l o más d esta ca d o comprim e 90 min ut os d e a cción a un os cuan t os b r e v es min ut os d e vid eo, este libr o comprim e , en 27 cort os episodios , 500 años d e la in spir a ción y el tr abaj o pesa d o d e al gunas per sonas .
I
n
tr
o
d
uc
ci
on
La ma y oría de los cientíc os de los que hablamos en est e libr o son hombr es blanc os . Est o no se debe a que las mujer es y las personas de otr os orígenes étnic os sean menos int eligent es o menos impor tant e s . S ólo se debe a la manera de ser de la sociedad en E ur opa y América, que es donde g r an par t e de nuestra hist oria se desarr olla. Ho y ha y muchos más cientíc os mujer es y hombr es no blanc os que están descubriendo c osas impac tan- t es por t odo el mundo . Después de t odo , la ciencia es para t odos . Un siglo numer ado siempr e se r eer e a los 100 años pr evios a ese númer o . P or eso , por ejemplo , cuando leas que algo pasó en el siglo X VI quier e decir que pasó entr e 1501 y 1600. Antes de que empecemos…
l Sol, la Luna y las estr ellas sal en, cruzan el ciel o y se m eten t od os l os días . Desd e n uestr o pun t o d e vista, sobr e la superficie d e la Tierr a par ece com o si se m o vier an alr ed ed or d e n osotr os en gr an d es cír cul os y se sien te com o si estuviér am os pa r a d os sin m o v ern os . Un o d e l os prim er os l ogr os d e la cien cia fue pr obar que esa id ea er a errón ea y d em ostr ar que n o siempr e pod em os confiar en el sen tid o común. Observ a el ciel o n octurn o por al gun os años y v erás el mism o patrón d e estr ellas . Es com o si las estr ellas estuvier an “fijas” en una en orm e esfer a d e vidrio que r ota alr ed ed or n uestr o una v ez al día. P er o observ alas cuida d osam en te por in clu so unas cuan tas n och es y podrás darte cuen ta que un os cuan t os pun t os d e luz cambian d e posición en r ela ción a las estr ellas fijas . Ést os son l os plan etas (d e la palabr a griega que se r efier e a “viaj er os”). El sistema ptolemaico En la an tigüeda d las per sonas sabían d e cin co plan etas: M er curio, V e nus, Marte , Júpiter y Saturn o. Los filóso f os en la Gr ecia an tigua sug erían que l os plan etas –in cluíd os y el Sol y la Luna- d ebían estar ca da un o fij os a una esfer a tr an spar en te separ a da, con la Tierr a al cen tr o, ca da un o gir an d o a distin ta v el ocida d. Sin embar g o, l os m o vimien t os d e l os plan etas n o son sen cill os y er an difícil es d e e xplicar . Los plan etas se m ue v en a tr avés d el ciel o con v el ocida d es v ariabl es , e in clu so a v eces cambian la dir ección por al gunas semanas .