Ética demostrada según el orden geométrico
Baruj Spinoza
Edición y traducción de Pedro Lomba
Colección
Torre del Aire
Esta obra ha recibido una ayuda a la edición de la Comunidad de Madrid
Título original: Ethica ordine geometrico demonstrata
© Editorial Trotta, S.A., Madrid, 2020
© Pedro Lomba Falcón, edición y traducción, 2020
Ilustración de cubierta: Retrato de Baruch Spinoza (ca. 1665)
(Herzog August Bibliothek, Wolfenbüttel, Alemania)
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ISBN (e-pub): 978-84-9879-974-3
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Impreso en España
www.trotta.es
CONTENIDO
SIGLAS Y ABREVIATURAS
AT | Edición de Charles Adam y Paul Tannery de las obras de Descartes (Œuvres de Descartes, Vrin, París, 1996 [1897-1913], 11 vols.). Consigno, como es tradición hacerlo, la abreviatura AT seguida del número de volumen en romanos y el de la página en arábigos. |
G | Edición de Carl Gebhardt de las obras de Spinoza (Spinoza Opera, C. Winter, Heidelberg, 1925, 4 vols.). Igualmente, consigno la abreviatura G seguida del número de volumen en romanos y el de la página en arábigos. |
Las siglas y abreviaturas que, siguiendo el uso académico, utilizo para citar la Ética son las siguientes:
Ap | apéndice. |
ax | axioma. |
c | corolario. |
cap | capítulo. |
d | demostración. |
DA | definición de los afectos. |
def | definición. |
DGA | definición general de los afectos. |
e | escolio. |
E | cada parte de la Ética, indicada mediante su correspondiente número arábigo. |
Ep | carta. |
Lem | lema. |
p | proposición. |
Ex | explicación. |
post | postulado. |
Praef | prefacio. |
INTRODUCCIÓN
Pedro Lomba
La Ética es el libro que Spinoza compone y recompone a lo largo de toda su vida teórica, desde 1661 y al menos hasta 1675, año en que lo considera ya listo para la imprenta. La Ética será la filosofía (así alude a ella: mi filosofía o nuestra filosofía, subrayando su carácter en cierto sentido comunitario) mencionada en las notas del Tratado de la enmienda del intelecto; o la filosofía cuyo primer esbozo redactan en neerlandés sus discípulos, a partir de apuntes y anotaciones, y que recibirá luego el título de Breve tratado sobre Dios, el hombre y su felicidad; también la que espera ser bien acogida por las autoridades, según algunas indicaciones contenidas en los Principios de la filosofía de Descartes y en los Pensamientos metafísicos. Será, del mismo modo, la que Spinoza desarrolla en el Tratado teológico-político, así como la precisada en el Tratado político, comenzado en 1675 y publicado, inconcluso y póstumo, a finales de 1677. Igualmente acabará por ser, claro, la filosofía que explica y a veces corrige en buena parte de sus cartas, a menudo a propósito de alguna discusión sobre uno de los dos únicos textos que publicó en vida, los ya mentados Principios de la filosofía de Descartes. La Ética es, por todo ello, la obra en la que se expresa la fuerza intelectual —la potencia de pensar, que diría él— de Spinoza; sus demás escritos tal vez deban ser considerados como otros tantos momentos —esbozos, ensayos, refractaciones— del que aquí nos concierne. Raíz y fruto del pensamiento todo de nuestro autor, las fases de su construcción marcan los momentos más decisivos de su vida. Pocas veces ha coincidido tan exactamente la historia redaccional de un libro con la biografía intelectual de quien lo escribe; leer la Ética es leer una obra filosófica total en el sentido más amplio y riguroso del adjetivo. El contenido de buena parte de su correspondencia lo muestra a las claras.
En agosto de 1661, Spinoza envía a Henry Oldenburg, miembro fundador y secretario de la Royal Society de Londres, un escrito demostrado según el orden geométrico que contendría alguna de las definiciones, axiomas, proposiciones, junto con un escolio, que compondrán casi literalmente la teoría de la sustancia desplegada en los pasos más decisivos de la primera parte de la Ética; ciertos fragmentos del envío anticiparían también el final de la segunda parte. Se trata de un borrador inicial; sobre todo, de un primer texto en el que los reparos a la metafísica de Descartes son ya, en fecha tan temprana, muy radicales y que con mucha probabilidad sería la primera redacción del libro que terminará siendo la Ética.
Dos años más tarde, en 1663, recibe una carta que nos da noticia de un hecho que tendrá repercusiones de importancia sobre la doble edición póstuma, latina y neerlandesa, de su filosofía. Simon de Vries le informa de la manera como sus amigos de Ámsterdam, el llamado «círculo de Spinoza». Este, en su respuesta, aprueba su constitución y funcionamiento, y en ella aparece clara la aceptación del presente y del porvenir tempestuosos de sus intempestivas ideas. En cualquier caso, de la lectura de estas epístolas se desprende que la Ética está siendo concebida en este momento como bipartita; al poco será programada en tres partes.
En efecto, a comienzos del verano de 1665 Spinoza anuncia a J. Bouwmeester —miembro importante de aquel «círculo»—, a la vez que le envía la tercera parte de su filosofía, que la composición de esta le está resultando más complicada de lo previsto. Comprendía entonces ochenta proposiciones, frente a las cincuenta y nueve de la redacción final, las cuales abarcarían poco más o menos hasta la mitad de la parte cuarta de la versión definitiva. La estructura de la obra se va transformando con ocasión de otros compromisos teóricos y prácticos; puesto que sabemos que en ese año Spinoza comienza a preparar el Tratado teológico-político—trabajo que le ocupa hasta 1670, fecha de su publicación en Ámsterdam, anónimo y con falso pie de imprenta— no cabe duda de que su escritura determina una reestructuración de las partes de nuestro texto.
Finalmente, en agosto de 1675, Spinoza ha recompuesto los capítulos de su filosofía, dividiéndola no ya en tres, sino en cinco partes. Pero esta carta posee, al margen de su valor para trazar la historia de la redacción de la Ética, una importancia considerable; las razones, o buena parte de las razones que le empujan a renunciar a su publicación, ofrecen una valiosa clave hermenéutica. A la afirmación de la desgana, producida tal vez por la fatiga, de entablar polémicas con los «teólogos», se añade otra que permite medir la violencia del ambiente intelectual en que está elaborando, en que ha elaborado ya, su sistema: