• Quejarse

Rachael Thomas - Las caricias de su enemigo

Aquí puedes leer online Rachael Thomas - Las caricias de su enemigo texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2016, Editor: Harlequin, una división de HarperCollins Ibérica, Género: Detective y thriller. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Rachael Thomas Las caricias de su enemigo
  • Libro:
    Las caricias de su enemigo
  • Autor:
  • Editor:
    Harlequin, una división de HarperCollins Ibérica
  • Genre:
  • Año:
    2016
  • Índice:
    5 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 100
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Las caricias de su enemigo: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Las caricias de su enemigo" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

El único hombre al que odiaba...era el único hombre al que no podía resistirse

Sandro Roselli, rey de los circuitos de carreras de coches, era capaz de lograr que los latidos del corazón de Charlotte Warrington se aceleraran cada vez que lo veía, pero ocultaba algo sobre la muerte de su hermano. Sandro le había ofrecido un trabajo y Charlotte lo aceptó, decidida a descubrir su secreto.

Sin embargo, la vida a toda máquina con Sandro podía resultar peligrosa. El irresistible italiano estaba haciendo que sus sentidos enloquecieran, pero ¿podría sobrevivir su aventura a la oscura verdad que ocultaba?

Rachael Thomas: otros libros del autor


¿Quién escribió Las caricias de su enemigo? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Las caricias de su enemigo — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Las caricias de su enemigo " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Editado por Harlequin Ibérica Una división de HarperCollins Ibérica SA - photo 1

Editado por Harlequin Ibérica.

Una división de HarperCollins Ibérica, S.A.

Núñez de Balboa, 56

28001 Madrid

© 2015 Rachael Thomas

© 2016 Harlequin Ibérica, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.

Las caricias de su enemigo, n.º 2503 - octubre 2016

Título original: Craving Her Enemy’s Touch

Publicada originalmente por Mills & Boon®, Ltd., Londres.

Todos los derechos están reservados incluidos los de reproducción, total o parcial. Esta edición ha sido publicada con autorización de Harlequin Books S.A.

Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares, y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales), hechos o situaciones son pura coincidencia.

® Harlequin, Bianca y logotipo Harlequin son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited.

® y ™ son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited y sus filiales, utilizadas con licencia. Las marcas que lleven ® están registradas en la Oficina Española de Patentes y Marcas y en otros países.

Imagen de cubierta utilizada con permiso de Harlequin Enterprises Limited. Todos los derechos están reservados.

I.S.B.N.: 978-84-687-8771-8

Conversión ebook: MT Color & Diseño, S.L.

Índice
Capítulo 1

E L RONRONEO del motor de un deportivo rompió la quietud de la tarde e hizo que la mente de Charlie volviera de inmediato al pasado, a los acontecimientos de los que llevaba ocultándose todo aquel año.

Había crecido en el sofisticado mundo de los coches de carreras, pero la muerte de su hermano la había impulsado a retirarse al campo, al santuario del jardín de su casa. Era un lugar seguro, pero el instinto le dijo que aquella seguridad peligraba.

Incapaz de contenerse, escuchó el inconfundible sonido del motor V8 mientras el coche se detenía. Todo pensamiento relacionado con la jardinería abandonó su mente, que se vio repentinamente invadida de imágenes de épocas más felices, imágenes que chocaron frontalmente con las del momento en que su mundo se desmoronó.

Arrodillada como estaba sobre la yerba de su jardín no podía ver el coche que había al otro lado de la valla, pero sabía que era poderoso y caro, y que se había detenido justo delante de su puerta.

Cuando el sonido del motor se acalló por completo, lo único que se siguió escuchando en la tranquila campiña inglesa fue el canto de los pájaros. Charlie cerró un momento los ojos a la vez que experimentaba un repentino temor. Por bienintencionadas que fueran, no necesitaba visitas del pasado. Lo más probable era que aquella tuviera que ver con su padre, que llevaba semanas presionándola para que siguiera adelante.

El sonido de la puerta del coche al cerrarse fue seguido por el de unos firmes pasos en el sendero de entrada.

– Scusi! –la profunda voz masculina sobresaltó a Charlie más que el italiano en sí, y saltó como una cría a la que acabaran de atrapar robando un dulce.

El metro ochenta y cinco de moreno varón italiano que apareció en la entrada de su jardín la dejó sin habla. Vestido con unos vaqueros de diseño que ceñían sus muslos a la perfección, parecía totalmente fuera de lugar en aquel entorno, aunque a Charlie le resultó vagamente familiar. Vestía una cazadora de cuero sobre una camisa oscura y parecía todo lo que podía esperarse de un italiano: seguro de sí mismo y poseedor de un innegable atractivo sexual.

Su oscuro pelo, ligeramente largo, era fuerte y brillaba como el azabache a la luz del sol. La sombra de la incipiente barba que cubría su moreno rostro realzaba sus atractivos rasgos. Pero fue la intensidad de la mirada de sus ojos oscuros lo que dejó a Charlie sin aliento.

–Estoy buscando a Charlotte Warrington –su acento era muy marcado y resultaba increíblemente sexy, al igual que el modo en que pronunció el nombre, como si fuera una breve melodía.

Mientras se quitaba los guantes de trabajo, Charlie fue muy consciente de que vestía sus vaqueros más viejos y una sencilla camiseta, y de que llevaba el pelo sujeto en algo parecido a una cola de caballo.

Sin duda alguna, aquel debía de ser el socio de su hermano, el hombre que había conseguido que se metiera a fondo en el mundo de los coches de carreras, hasta el punto de casi hacerle olvidar la existencia de su familia. La indignación afloró de inmediato.

–¿Qué puedo hacer por usted, señor…?

El desconocido permaneció en silencio, observándola atentamente. Charlie sintió que toda la piel le cosquilleaba bajo la caricia de aquellos oscuros ojos.

–¿Eres la hermana de Sebastian? –la pregunta fue formulada con una mezcla de incredulidad y acusación, pero Charlie apenas lo notó, pues el dolor que ya creía casi superado resurgió al escuchar el nombre de su hermano.

–Sí –contestó con evidente irritación–. ¿Y tú quién eres? –preguntó a pesar de saber que se encontraba frente al hombre al que consideraba responsable de la muerte de su hermano.

Se odió a sí misma por el destello de atracción que había experimentado al verlo. ¿Cómo era posible que pudiera sentir algo más que desprecio por aquel hombre?

–Roselli –contestó él, confirmando las peores sospechas de Charlie–. Alessandro Roselli –añadió mientras avanzaba hacia ella.

Pero la mirada que le dedicó Charlie le hizo detenerse.

–No tengo nada que decirte, Alessandro Roselli –dijo con firmeza mientras trataba de no sentirse afectada por la mirada de aquel hombre, por completo carente de la culpabilidad que debería haber en ella–. Y ahora haz el favor de irte –añadió a la vez que pasaba junto a él y se encaminaba hacia la entrada de la casa, convencida de que se iría.

–No.

Aquel firme y acentuado monosílabo paralizó a Charlie. Un escalofrío le recorrió la espalda, no solo por miedo al hombre que tan cerca estaba de ella, sino también por todo lo que representaba.

Se volvió lentamente hacia él.

–No tenemos nada que decirnos. Creo que ya lo dejé bien claro en mi respuesta a la carta que enviaste tras la muerte de Sebastian.

«La muerte de Sebastian».

Era duro pronunciar aquellas palabras en alto. Era duro admitir que su hermano se había ido para siempre. Pero era aún peor que el responsable de aquella muerte hubiera invadido su casa, su santuario.

–Puede que tú no tengas nada que decirme, pero yo sí tengo algo que decirte –dijo Alessandro a la vez que daba un paso hacia ella.

Charlie contempló un momento sus rasgos, la firmeza de sus labios. Evidentemente, aquel era un hombre acostumbrado a salirse con la suya.

–No quiero escuchar lo que tengas que decirme –ni siquiera quería hablar con él. No quería mirarlo. Ni siquiera quería reconocer que estaba allí.

–Voy a decirlo de todos modos.

La voz de Alessandro Roselli sonó parecida a un gruñido y Charlie se preguntó cuál de los dos estaría haciendo más esfuerzos por mantener la compostura. Alzó una ceja con expresión interrogante y vio que él comprimía los labios. Satisfecha al comprobar que lo estaba irritando, giró sobre sí misma y se encaminó hacia la casa.

–He venido porque Sebastian me pidió que lo hiciera –aquellas palabras, pronunciadas con un acento marcadamente italiano, hicieron que Charlie se detuviera en seco

–¿Cómo te atreves? –le espetó a la vez que se volvía de nuevo hacia él–. Estás aquí por tu sentimiento de culpabilidad.

–¿Mi sentimiento de culpabilidad? –repitió Alessandro a la vez que recorría de una zancada el breve espacio que los separaba.

Charlie sintió los frenéticos latidos de su corazón y notó que se le debilitaban las rodillas, pero no estaba dispuesta a permitir que él lo notara.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Las caricias de su enemigo»

Mira libros similares a Las caricias de su enemigo. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Las caricias de su enemigo»

Discusión, reseñas del libro Las caricias de su enemigo y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.