• Quejarse

Ellery Queen - El Misterio De Los Hermanos Siameses

Aquí puedes leer online Ellery Queen - El Misterio De Los Hermanos Siameses texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Género: Detective y thriller. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

No cover

El Misterio De Los Hermanos Siameses: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "El Misterio De Los Hermanos Siameses" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Ellery Queen y su padre deben poner todo su ingenio a trabajar para resolver un caso en el que todo parece duplicado: los muertos, los hermanos, las claves, las soluciones y quizá incluso los culpables. Pero no hay nada que se resista a la sagacidad e imaginación de los Queen.

Ellery Queen: otros libros del autor


¿Quién escribió El Misterio De Los Hermanos Siameses? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

El Misterio De Los Hermanos Siameses — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" El Misterio De Los Hermanos Siameses " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Ellery Queen El Misterio De Los Hermanos Siameses The Twin-Siamese Mystery - photo 1

Ellery Queen

El Misterio De Los Hermanos Siameses

The Twin-Siamese Mystery, 1933

Personajes

Ellery y el inspector Queen. Equipo de padre e hijo que se encuentran «cautivos» en los montes Tipis, sin necesitar de señales de humo para darse cuenta de que están en un punto cálido.

Bones. Viejo chocho, repleto de arrugas, criado de Xavier y poco menos que desecho humano sin arreglo.

Doctor John Xavier. El doctor «Mayo de Nueva Inglaterra», alto y guapo, que realizaba algunos trabajos secretos hasta que alguien los hizo con él.

Señora Wheary. Ama de llaves de Xavier, seca y estirada, cuidadora de los armarios y de los esqueletos que había en ellos.

Ann Forrest. Joven invitada de ojos castaños, de buen natural pero cuyo metabolismo estaba sufriendo rápidos cambios.

Mark Xavier. El rubio hermano de John, de fuertes espaldas y profundos ojos llenos de antagonismo hacia los Queen.

Doctor Percival Holmes. Ayudante de Xavier, inglés, joven, con los dedos quemados por el laboratorio aunque pareciera tener las manos completamente limpias.

Sarah Xavier. Esposa del doctor, morena, piel aceitunada, aspecto y maneras autoritarias.

Marie Carreau. Bella dama de la buena sociedad, invitada en casa del doctor por alguna razón poco clara que no era, desde luego, su salud.

Francis y Julian. Jóvenes -dieciséis años- y brillantes, bien educados, estaban unidos por algo más que amor fraterno.

Y

¡La Cosa!

Primera parte

El elemento humano es lo único que logra evitar que el mundo sea dominado por asesinos intocables. La complejidad de la mente criminal es también su mayor debilidad. Dadme uno de esos asesinos «listos» y os mostraré un hombre condenado a muerte.

Crimen y criminal, por Luigi Persano

(1928)

El Flecha en llamas

La carretera parecía como si la hubieran hecho con una rosquilla de caucho cocida en el horno de un gigante, movida en toda su serpentina longitud, suelta y enrollada por la falda de la montaña y cuidadosamente aplastada luego. Su costra, tostada por el sol, se había elevado como si alguno de sus ingredientes fuera levadura; se levantaba durante unos cincuenta metros como un pan de maíz y luego, sin razón aparente, se reabsorbía a sí misma otros cincuenta metros, formando bollos mataneumáticos. Y para hacer la vida más excitante al automovilista que caía por allí para su desgracia, subía, bajaba, se inclinaba, retorcía, curvaba, estrechaba con formas casi imposibles de controlar. Y levantaba nubes de polvo y arena, de modo que cada grano venía a incrustarse ferozmente en la piel y la carne de los pobres que circulaban.

Ellery Queen, irreconocible por completo bajo las polvorientas gafas de sol que recubrían sus ojos doloridos y la visera de la gorra bien bajada, las solapas arrugadas de su chaqueta llenas de la suciedad de tres condados y los pocos trozos de piel al aire rojos por una húmeda irritación, curvaba su cuerpo al volante del traqueteado Duesenberg, luchando contra él con una mezcla de desesperación y determinación. Había maldecido cada curva de la supuesta carretera desde Tuckesas, cuarenta millas valle abajo, donde teóricamente empezaba, hasta su situación actual, y estaba ya, ahora, literalmente falto de palabras.

– Es tu propia culpa -dijo su padre rencorosamente-. ¡Corcho! Creías que iba a estar más fresco en las montañas. Estoy como si me hubieran rascado de arriba abajo con papel de lija.

El inspector, como un pequeño árabe gris, con un pañuelo gris protegiendo sus ojos del polvo, había ido incubando un mal humor que ahora, lo mismo que la carretera, explotaba cada cincuenta metros. Se revolvía, gruñía en su asiento al lado de Ellery, y miraba acremente hacia atrás, por encima de la pila de maletas, a la nube de sus huellas. Volvió a la carga.

– Te dije que fueras por el pico Valley, ¿no es así? -blandió su índice en medio del aire caliente-. El, te dije, puedes creerme, en estas perras montañas nunca sabes con qué clase de carretera te vas a topar, te dije; y no, tenías que venir por aquí y empezar a explorar con la noche al caer como un condenado Colón -el inspector hizo una pausa para mirar el cielo que se ennegrecía-. Testarudo igual que tu madre, que en paz descanse -añadió rápido, puesto que, después de todo, era un viejo caballero temeroso de Dios-. Bien, espero que estés satisfecho.

Ellery suspiró y desvió la mirada del zigzag que seguía ante él hacia el cielo. El firmamento entero se tornaba suave y lentamente púrpura, un espectáculo que haría surgir al poeta oculto en cada hombre, pensó, excepto en un cansado, acalorado y hambriento conductor con un jefe a su lado que no sólo gruñía, sino que gruñía con irrefutable lógica. La carretera al pie de las colinas bordeando el Valley parecía agradable; había algo refrescante -sólo a la vista, pensó con tristeza- a la vista de los verdes árboles.

El Duesenberg continuó hacia la creciente negrura.

– Y no sólo eso -continuó el inspector Queen, lanzando una mirada irritada a la carretera por un pliegue del empolvado pañuelo-, sino que es un condenado modo de terminar unas vacaciones. Problemas y nada más que problemas. Me pone a cien por hora y me molesta. ¡Al cuerno, El, estas cosas me importan, destrozan mi apetito!

– El mío no -dijo Ellery con otro suspiro-. Podría comerme un neumático en filetes con ensalada de flejes y salsa de gasolina ahora mismo, de hambre que tengo. Por cierto, ¿dónde demonios estamos?

– Tipis. En algún lugar de los Estados Unidos. Es lo más que te puedo decir.

– Maravilloso. Tipis. ¡Justicia poética para ti! Me hace pensar en un venado asándose en un fuego de leña… ¡Buah! ¡Duesi! Eso era una margarita, ¿no? -el inspector, que en lo alto del badén casi había sentido arrancarle la cabeza, miró; era evidente que en su estado de ánimo «margarita» no era la palabra más apropiada para pensar-. Vamos, vamos, papá. No pienses en esa bobada. Azares del automovilismo. Lo que echas de menos es un whisky escocés, ¡irlandés renegado!… Ahora aquello, por favor.

Habían llegado a un alto en la carretera, tras una de las miles de curvas inesperadas; y, por un extraño milagro, Ellery detuvo el coche. A cientos de pies monte abajo, a su izquierda, estaba Tomahawk Valley, cubierto ya por el manto púrpura que había caído tan suavemente desde los verdes bastiones que se alzaban contra el cielo. El manto se removía como si algo enorme, templado y suavemente animal se estirase bajo él. Un débil gusano gris, la carretera, se retorcía hacia lo lejos monte abajo, medio borrada por el manto purpúreo. No había luces ni asomo de seres o viviendas humanas. El cielo sobre ellos iba estando confuso, y el último tenue resplandor del sol comenzaba a hundirse tras la lejana barrera, al otro lado del Valley. El filo del camino estaba a unos diez pies; de allí se hundía bruscamente y bajaba en verdes saltos hacia el fondo del valle.

Ellery se volvió y miró hacia arriba. El pico Flecha surgía sobre ellos, esmeralda oscura tapizada de pinos y robles y tupidos arbustos. El tejido de follaje ascendía, a simple vista, millas y millas sobre sus cabezas. Arrancó de nuevo el Duesenberg.

– Casi compensa la tortura -murmuró-. Ya me encuentro mejor. ¡Vamos, inspector! Esto es la verdad, la Naturaleza desnuda.

– Demasiado desnuda para mi gusto.

La noche les cubrió de repente, y Ellery encendió las luces. Continuaron adelante en silencio. Ambos miraban al frente, Ellery soñadoramente y el viejo con irritación. Un halo peculiar había comenzado a danzar sobre los reflejos de luz que coronaban la carretera ante ellos. Se movía, giraba, caracoleaba como una niebla perezosa.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «El Misterio De Los Hermanos Siameses»

Mira libros similares a El Misterio De Los Hermanos Siameses. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «El Misterio De Los Hermanos Siameses»

Discusión, reseñas del libro El Misterio De Los Hermanos Siameses y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.