Frances Yates - La filosofía oculta en la época isabelina

Este libro adolece de la debilidad de que todavía nadie ha intentado escribir una historia adecuada de la Cábala cristiana. Hay muchos libros sobre la Cábala judía, sobre todo las obras básicas de Scholem, que colocaron la totalidad de este tema sobre la sólida base de una investigación crítico-histórica. Pero no ha salido todavía una obra de importancia paralela sobre la Cábala cristiana. Los esfuerzos de François Secret han dado y están dando material para comprender tal tarea, pero él mismo no ha tratado de elaborar una síntesis o definición de las ideas de los cabalistas cristianos. Lo que parece ser especialmente necesario es que se haga una tentativa coherente, por parte de quien sea, de definir la Cábala cristiana en relación con la Cábala genuina, que es la judía. Cuando trata uno de pensar en este problema, se encuentra con el vacío, porque para enfrentársele sería necesario haber recibido una preparación especial de expertos hebraístas, y dichos expertos todavía no producen el libro o los libros indispensables para ello.

El tema tiene una inmensa importancia, pues se trata nada menos que de la nueva concepción de la tradición judeo-cristiana producto del entusiasta renacimiento de los estudios hebraístas en los siglos XV y XVI. Por su perspectiva hondamente religiosa, la Cábala cristiana casi reprodujo la situación primitiva en la que se derivó el cristianismo. Los primeros cristianos, en realidad, se adueñaron de una versión cristianizada del judaísmo, y de manera semejante los cabalistas cristianos del Renacimiento se apropiaron del misticismo judío o Cábala y lo usaron para sus propios fines religiosos.

En la gran ola de interés en el misticismo judío difundido por los errantes exiliados de España y Portugal existe una rica experiencia espiritual que está en espera de ser aprovechada. El nacimiento de la Cábala cristiana como producto de estas ondas de esfuerzos espirituales es un tema digno de un estudio y de una investigación muy intensos, a pesar de lo cual no se le ha hecho gran caso, con todo y que sería un valioso medio para comprender la historia espiritual de Europa en uno de sus momentos más decisivos.

Convencida de que este tema tiene una importancia básica para entender “la filosofía oculta en la época isabelina en Inglaterra”, traté en la primera parte de este libro de dar un panorama provisional del asunto, un bosquejo que queda en espera de un mejor tratamiento, más profundo y más experto, por parte de quienes vengan a explicarnos lo que necesitamos saber: ¿qué efecto tuvo sobre la Cábala cristiana el hecho de que quienes la practicaban no esperaran la venida de un Mesías digamos nuevo, sino el regreso de uno ya conocido y aceptado como tal por los mismos cabalistas cristianos? Este factor ciertamente diferenciaba profundamente una Cábala de la otra, la judía y la cristiana, pero ¿qué efecto tuvo en la práctica esta diferencia? Y ¿qué efecto tuvo a su vez la asociación de la Cábala con el hermetismo, de Hermes Trismegisto con Moisés, por obra de Pico de la Mirandola? Porque por medio de esta asociación se diferenciaron todavía más una y otra Cábala, aunque, siendo la cristiana muy distinta del original judío, podría decirse que al mismo tiempo era su fiel reflejo. He aquí una cuestión relacionada con el problema que se presenta con referencia a Bodin: ¿las objeciones de que fue objeto la Cábala cristiana tuvieron que ver con el pánico a la brujería?

Éstos son problemas amplios, cuyo estudio tiene que empezar por el principio, es decir por la obra de Pico de la Mirandola, fundador de la cábala cristiana renacentista. En espera de que aparezca ese estudio fundamental, el presente libro trata de dar alguna idea general acerca de ciertos cabalistas cristianos del Renacimiento, sólo pocos y además tratados superficialmente. La inclusión de Agripa entre los cabalistas cristianos subraya la importancia de la magia en el movimiento.

La obra de Francesco Giorgi es muy útil para distinguir los elementos cabalísticos, presentes en esa perspectiva, de los demás hilos con que está hecho el tejido, herméticos, pitagóricos y neoplatónicos. Si la traducción al francés de De harmonia mundi de Giorgi fuera más accesible para los investigadores, por ejemplo en forma de edición facsimilar comentada, éstos contarían con una clave fundamental de un movimiento renacentista básico: además, ayudaría a colocar los temas que trata dentro de categorías claras de la historia de las ideas.

Mientras tanto, con la base insuficiente de los estudios que hago yo misma en la primera parte de este libro, paso a la época isabelina desde los nuevos ángulos sugeridos por tales estudios.

En forma supersimplificada, expongo la idea de que “la filosofía oculta de la época isabelina en Inglaterra” fue una filosofía cabalístico-cristiana con un elemento rosacruz particular de magia y otro de ciencia. Esta perspectiva está basada en los resultados de investigaciones realizadas en dos campos principales: primero, en la historia de la Cábala cristiana que alcanzó su mayor expresión en la filosofía de John Dee, y segundo, en el análisis iconográfico, es decir en el estudio de las imágenes de este movimiento en sus formas isabelina y jacobina.

Traté de dar aplicación aquí a dos aspectos de mis propios trabajos: primero, la historia del movimiento hermético-cabalístico del Renacimiento que intenté seguir en Giordano Bruno and the Hermetic Tradition, que continué en relación con John Dee y con Robert Fludd en Theatre of the World (publicados ambos en inglés) y que amplié en la primera parte del presente libro subrayando que la Cábala cristiana fue uno de sus productos: y segundo, el empleo del análisis iconográfico como fue bosquejado en Astraea. The Imperial Theme in the Sixteenth Century, con referencia a la iconografía de la época reformista de los reyes Tudor. Se estudiaron otras aplicaciones históricas de este análisis iconográfico en La ilustración rosacruz y, con referencia a Shakespeare, en Shakespeare’s Last Plays.

En esta obra he recurrido a la combinación de la historia del pensamiento hermético-cabalístico del Renacimiento, en la forma en que llegó a la Inglaterra isabelina, con su encarnación en una serie de imágenes que expresaban la religión pura. Este asunto da lugar a enormes problemas, entre los cuales uno de los más interesantes es el de la posible conexión de los tipos “cabalísticos” de meditación con la gran poesía.

En el aspecto puramente religioso y de la poesía inglesa, el movimiento descrito en el presente libro parece formar parte del formidable tema de “Jerusalén y Albión”. El Renacimiento isabelino absorbió la asociación de la tradición del Rey Arturo con Albión en la tradición hermético-cabalística. Según creo, ésta es la raíz de la poesía de Spenser, y en este sentido también Shakespeare me parece spenseriano. El matrimonio de Jerusalén con Albión, como hecho básico de la vida imaginativa de la poesía inglesa, comenzó desde la época isabelina.

En última instancia, el significado de las imágenes esotéricas de la oscuridad y la luz es la búsqueda de Dios

Digo, si por ventura me cubrirá la oscuridad, entonces mi noche se convertirá en día.

Sí, contigo la oscuridad no es oscuridad, sino que la noche es clara como el día; en ti la oscuridad y la luz son idénticas.

HEMOS tratado de dilucidar la cuestión del origen del cual procedía la filosofía oculta isabelina. Ahora tenemos que plantearnos el problema de adónde iba, y mediante cuáles movimientos o tendencias pasaría al futuro. En los breves y deficientes ensayos siguientes se intentará seguirla en el movimiento rosacruz, en el puritanismo y en el desarrollo de un filosemitsmo que hizo posible que los judíos regresaran a Inglaterra.