Elodie Schalenbourg - Victor Hugo

• ¿Nacimiento? Nacido el 26 de febrero de 1802 en Besanzón (Francia).
• ¿Muerte? Fallecido el 22 de mayo de 1885 en París (Francia).
• ¿Contexto? El siglo XIX francés es especialmente turbulento en el plano sociopolítico, con la sucesión de varios regímenes políticos. En el ámbito artístico, el neoclasicismo cede su lugar al romanticismo, que a su vez evoluciona hacia el realismo a partir de mitad de siglo.
• ¿Obras principales?
  • El último día de un condenado a muerte (novela, 1829)
  • Hernani (teatro, 1830)
  • Nuestra Señora de París (novela, 1831)
  • Ruy Blas (teatro, 1838)
  • Las contemplaciones (poesía, 1856)
  • Los miserables (novela, 1862)
  • La leyenda de los siglos (poesía, 1859, 1877 y 1883)

Es difícil encontrar una mejor encarnación del escritor absoluto que la que representa Victor Hugo. Sucesivamente poeta, dramaturgo y novelista, pero también político y orador, parece haber conjugado varias vidas a la vez: la del poeta lírico replegado en su despacho y la del defensor del progreso social; la del buen padre de familia y la del amante apasionado; la del héroe de la patria y la del exiliado; y, finalmente, la del jefe de filas del romanticismo y la del autor al que es imposible reducir a un género o a una escuela.

No obstante, Victor Hugo, marcado desde joven por la pérdida de seres queridos y alterado tanto por los acontecimientos políticos como por los de su vida privada, crea una obra colosal que cuenta con más de veinte poemarios, nueve novelas, una docena de obras de teatro y muchos otros textos, a los que hay que añadir la abundante correspondencia que mantiene durante toda su vida. De genio precoz y pobre a encarnación de la República francesa, pasando por joven relista y exiliado voluntario: esa es la trayectoria del hombre lleno de contradicciones que vamos a analizar, un hombre que, por todo ello, representa especialmente bien a su siglo.

Retrato que representa a Victor Hugo en su juventud.

Victor Hugo forma parte de esos pocos personajes cuya vida fue a la vez larga e intensa, y esto en todos los ámbitos. El futuro escritor, que nace en Besanzón en 1802, es hijo de una mujer que está a favor de la monarquía y de un padre soldado y más tarde general de Napoleón I. Solo durante los primeros meses de su vida conoce lo que es la unidad familiar, rota más adelante por los desengaños sentimentales de sus padres. Victor Hugo vive con sus hermanos mayores, Abel y Eugène, una infancia triste entre el hogar de su madre y los internados a los que les envía su padre. Victor Hugo, un brillante estudiante y lector insaciable, destaca enseguida desde su más temprana edad por su talento como escritor: a los quince años, un poema que envía al concurso de la Academia Francesa llama ya la atención.

Tras haber pensado en estudiar en la escuela politécnica, comienza estudios de Derecho, estudios que abandona enseguida para dedicarse a la literatura. En 1821, a los diecinueve años, publica Odas y baladas, su primer poemario, en el que da rienda suelta a los problemas políticos y a sus tormentos personales. Su madre muere ese mismo año, algo que destroza al joven poeta. Al año siguiente se casa con su amiga de la infancia, Adèle Foucher (1803-1868).

En la década siguiente, la pareja tiene cinco hijos: Léopold, que muere de pequeño, Léopoldine, Charles, François-Victor y Adèle. Hugo se encuentra en un periodo de intensa producción, tanto novelesca como teatral y poética. En 1827, Cromwell le sitúa como el jefe de filas de los románticos debido al prefacio de la obra, en el que teoriza el drama romántico. También en esa época empieza a afirmar sus posiciones políticas, sobre todo con El último día de un condenado a muerte (1929), en el que clama su postura contraria a la pena capital. Al año siguiente, Hernani se convierte en el ejemplo por excelencia del drama romántico y desencadena la cólera de los autores clásicos durante la célebre batalla de Hernani.

Cuando escribe Nuestra Señora de París (1831-1832), Victor Hugo descubre la relación de su mujer con Sainte-Beuve, su mejor amigo. Tras un periodo de profunda desesperación, recupera la alegría de vivir en brazos de la actriz Juliette Drouet (1806-1833), con la que mantiene una relación que durará hasta la muerte de esta. El autor, sin embargo, nunca se separará de Adèle.

Retrato de Juliette Drouet pintado por Charles-Emile-Callande de Champmartin, c. 1827.

Los dramas familiares de Victor Hugo se encadenan. En 1837, se entera de la muerte de su hermano Eugène, internado en un asilo psiquiátrico desde hacía varios años. Al mismo tiempo, su carrera literaria se sitúa en una curva ascendiente: en 1838, su obra Ruy Blas es un verdadero éxito, y el escritor, reconocido y admirado por todos, accede a la Academia Francesa en 1841. Pero el destino vuelve a cebarse con él dos años más tarde: su hija Léopoldine, de diecinueve años, muere trágicamente, algo que le conmociona tanto que nunca volverá a recuperarse. A este episodio le siguen casi diez años de silencio literario.

Su vida sentimental también se complica al año siguiente, cuando tiene una segunda amante, Léonie d’Aunet (1820-1879), con la que mantendrá una relación hasta 1851. En esta misma época, Hugo se acerca al rey Luis Felipe I y se convierte en su confidente. El soberano le ofrece en 1845 un escaño en la Cámara de los Pares, donde se posiciona en el bando de los conservadores. Cuando, durante la Revolución de Febrero de 1848, Luis Felipe I se ve obligado a abdicar en favor de su nieto, el escritor apoya la regencia de la duquesa de Orleans y forma parte de los que reprimen la insurrección obrera en junio de ese mismo año —un gesto del que se arrepentirá más tarde—. Aunque acaba apoyando a Luis Napoleón Bonaparte, Victor Hugo, elegido diputado a la Asamblea, se posiciona rápidamente con la izquierda y coincide en numerosos puntos con los demócratas. En este mismo momento, dándose cuenta de que Bonaparte opta por la vía del poder absolutista, toma distancias con él. En el golpe de Estado del 2 de diciembre de 1851 se coloca del lado de la resistencia y más tarde, perseguido por el nuevo régimen, se ve obligado a huir.

La primera etapa de su exilio transcurre en Bruselas. Victor Hugo escribe allí un panfleto dirigido contra el nuevo régimen —Napoleón, el pequeño (1852)—, pero la publicación de esta obra le obliga a abandonar el territorio belga. Entonces se instala en las islas anglonormandas, en Jersey y después en Guernsey, donde acude su familia. Juliette Drouet también les acompaña, lo que no impide al cabeza de familia aprovechar los encantos de sus empleadas domésticas. Pero el ciclo de desgracias vuelve a golpearle: su hija Adèle cae en las garras de la locura y su mujer fallece en 1868.

En el plano literario, este exilio permite al escritor componer obras que marcarán a todos: en poesía, Los castigos (1853), Las contemplaciones (1856) y la primera serie de La leyenda de los siglos (1859); en prosa, Los miserables (1862), Los trabajadores del mar (1866) y El hombre que ríe (1869). También en ese momento Hugo, que sigue afectado por la muerte de su hija, experimenta con sesiones de espiritismo y desarrolla un profundo sentimiento religioso.

A pesar de las sucesivas amnistías pronunciadas por Napoleón III, Hugo rechaza en varias ocasiones volver a Francia, y no vuelve a pisar su país hasta 1870, después del estallido del imperio. Es recibido en calidad de héroe y se une a la Asamblea Nacional de la Tercera República. Tras un nuevo exilio forzoso durante la Comuna, Victor Hugo, de vuelta en París, vuelve a vivir dramas personales: la muerte de sus hijos Charles y François-Victor, en 1871 y 1873 respectivamente, así como el internamiento de su hija Adèle en un centro psiquiátrico en 1872.