Eric Hobsbawm - Sobre la historia
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- Libro:Sobre la historia
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- Editor:ePubLibre
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- Año:1997
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Sobre la historia: resumen, descripción y anotación
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ERIC J. HOBSBAWM (1917-2012) fue educado en el Prinz-Heinrich-Gymnasium en Berlín, en el St Marylebone Grammar School (ahora desaparecido) y en el Kings College, Cambridge, donde se doctoró y participó en la Sociedad Fabiana. Formó parte de una sociedad secreta de la élite intelectual llamada los Apóstoles de Cambridge. Durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió en el cuerpo de Ingenieros y el Royal Army Educational Corps. Se casó en dos ocasiones, primero con Muriel Seaman en 1943 (se divorció en 1951) y luego con Marlene Schwarz. Con esta última tuvo dos hijos, Julia Hobsbawm y Andy Hobsbawm, y un hijo llamado Joshua de una relación anterior.
Se unió al Socialist Schoolboys en 1931 y al Partido Comunista en 1936. Fue miembro del Grupo de Historiadores del Partido Comunista de Gran Bretaña de 1946 a 1956. En 1956 cuando acaeció la invasión soviética de Hungría Hobsbawm no abandonó el Partido Comunista de Gran Bretaña, a diferencia de sus colegas historiadores, haciendo este hecho posible la especulación sobre si Hobsbawn la apoyó en su momento. Sin embargo, no se debe confundir su obra con el marxismo ortodoxo soviético que dictaba la URSS, sino con dentro del marxismo revisionista europeo. Trabajó con la publicación Marxism Today durante la década de 1980 y colaboró con la modernización de Neil Kinnock del Partido Laborista.
En 1947 obtuvo una plaza de profesor de Historia en el Birkbeck College, de la Universidad de Londres. Fue profesor visitante en Stanford en los años 60. En 1978 entró a formar parte de la Academia Británica. Se retiró en 1982, pero continuó como profesor visitante, durante algunos meses al año, en The New School for Social Research en Manhattan hasta 1997. Fue profesor emérito del departamento de ciencias políticas de The New School for Social Research hasta su muerte.
Hobsbawm, uno de los más importantes historiadores británicos, escribió extensamente sobre una gran variedad de temas. Como historiador marxista se centró en el análisis de la «revolución dual» (la Revolución francesa y la Revolución industrial británica). En ellas vio la fuerza impulsora de la tendencia predominante hacia el capitalismo liberal de hoy en día. Otro tema recurrente en su obra fue el de los bandidos sociales, un fenómeno que Hobsbawm intentó situar en el terreno del contexto social e histórico relevante, al enfrentarse con la visión tradicional de considerarlo como una espontánea e impredecible forma de rebelión. Uno de los intereses de Hobsbawm fue el desarrollo de las tradiciones. Su trabajo es un estudio de su construcción en el contexto del estado nación. Argumenta que muchas tradiciones son inventadas por élites nacionales para justificar la existencia e importancia de sus respectivas naciones.
Al margen de su obra histórica, Hobsbawm escribió (bajo el seudónimo de Frankie Newton, tomado del nombre del trompetista comunista de Billie Holiday) para el New Statesman como crítico de jazz y en diversas revistas intelectuales sobre temas diversos, como el barbarismo en la edad moderna, los problemas del movimiento obrero y el conflicto entre anarquismo y comunismo.
Título original: On history
Eric Hobsbawm, 1997
Traducción: Jordi Beltrán & Josefina Ruiz
Editor digital: Primo
ePub base r1.2
[1] Joyce Appleby, Lynn Hunt y Margaret Jacob, Telling the Truth about History, Nueva York, 1994.
[2] Citado en Charles Issawi, ed. y trad., An Arab Philosophy of History: Selections from the Prolegomena of Ibn Khaldun of Tunis (1332-1406), Londres, 1950, pp. 26-27.
[1] Arnaldo Momigliano, «One Hundred Years after Ranke», en Studies in Historiography, Londres, 1966.
[2]Encyclopaedia Britannica, Londres, 191011, artículo «History».
[3]Enciclopedia Italiana, Roma, 1963, artículo «Storiografia».
[4] De hecho, durante varios años a partir de 1950 organizaron una contraofensiva que salió bastante bien gracias al clima favorable de la guerra fría, pero quizá también a que los innovadores no pudieron consolidar su avance inesperadamente rápido.
[5] Cf. George Lichtheim, Marxism in Modern France, Londres, 1966.
[6]Times Literary Supplement, 15 de septiembre de 1968.
[7] J. Bonar, Philosophy and Political Economy, Londres, 1893, p. 367.
[8] Estos comentarios causarían una de las primeras penetraciones de lo que es sin duda una influencia marxista en la historiografía ortodoxa, a saber: el famoso tema sobre el cual Som-bart, Weber, Troeltsch y otros interpretarían variaciones. El debate todavía dista mucho de haberse agotado.
[9] Hay que darle la razón a L. Althusser cuando dice que sus análisis de los niveles «su-perestructurales» continuaron siendo mucho más esquemáticos y más inconcluyentes que los de la «base».
[10] Huelga decir que la «base» no consiste en tecnología o ciencia económica, sino en «la totalidad de estas relaciones de producción», esto es, organización social en el sentido más amplio tal como se aplica a un nivel dado de las fuerzas de producción materiales.
[11] Obviamente, el uso de este término no entraña ningún parecido con el proceso de evolución biológica.
[12] Esta rebelión contra el aspecto «evolutivo» del marxismo obedece a razones históricas, por ejemplo, el rechazo —por motivos políticos— de las ortodoxias de Kautsky, pero éstas no nos incumben ahora.
[13] Marx a Engels, 7 de agosto de 1866. Marx y Engels, Collected Works, vol. 42, Londres, 1987, p. 304.
[14] En el sentido en que Lévi-Strauss habla de sistemas de parentesco (u otros mecanismos sociales) como «conjunto coordinado cuya función es asegurar la permanencia del grupo social»: Sol Tax, ed., Anthropology Today (1962), p. 343.
[15] «Sigue siendo cierto … incluso para una versión apropiadamente revivificada del análisis funcional, que su forma explicativa es más bien limitada; en particular, no proporciona una explicación de por qué determinado punto i aparece en lugar de algún equivalente funcional del mismo en el sistema s»: Carl Hempel, en L. Gross, ed., Symposium on Social Theory (1959).
[16] Como dice Lévi-Strauss, refiriéndose a los modelos de parentesco, «Si ningún factor externo afectase a este mecanismo, funcionaría indefinidamente, y la estructura social permanecería estática. Sin embargo, no es así; y por ello es necesario introducir en el modelo teórico elementos nuevos que expliquen los cambios diacrónicos de la estructura»: en Tax, ed., Social Anthropology, p. 343.
[17] «Il est clair, toutefois, que c’est la nature de ce concept de “combinaison” qui fonde l’affirmation … que le marxisme n’est pas un historicisme: puisque le concept marxiste de l’histoire repose sur le principe de la variation des formes de cette “combinaison”». Cf. L. Althusser, Lire le Capital, vol. 2, París, 1965, p. 153.
[18] R. Bastide, ed., Sens et usage du terme structure dans les sciences sociales et humaines, París, 1962, p. 143.
[19] «On voit par là que certains rapports de production supposent comme condition de leur propre existence, l’existence d’une superstructure juridico-politique et idéologique, et pourquoi cette superstructure est necessairement spécifique … On voit aussi que certains autres rapports de production n’appellent pas de superstructure politique, mais seulement une superstructure idéologique (les sociétés sans classes). On voit enfin que la nature des rapports de production considérés, non seulement appelle ou n’appelle pas telle ou telle forme de superstructure, mais fixe également de
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