R UDOLF B ULTMANN / M ARTIN H EIDEGGER
P OSICIONES METAFÍSICAS FUNDAMENTALES DEL PENSAMIENTO OCCIDENTAL
Ejercicios en el semestre de invierno de 1937-1938
Traducción de A LBERTO C IRIA
Herder
www.herdereditorial.com
Traducción: Alberto Ciria
Diseño de cubierta: Michel Tofahrn
Imagen de la cubierta: Agustí Penadés
Maquetación electrónica: José Toribio Barba
© 2008, Vittorio Klostermann GmbH, Frankfurt del Meno
© 2011, Herder Editorial, S. L., Barcelona
© 2013, de la presente edición, Herder Editorial, S. L., Barcelona
ISBN DIGITAL: 978-84-254-3049-7
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Í NDICE
I.
LAS POSICIONES METAFÍSICAS FUNDAMENTALES DEL PENSAMIENTO OCCIDENTAL (EL DESARROLLO DE LA PREGUNTA CONDUCTORA)
1.
[P REPARACIÓN DE LO FUTURO ]
La tarea se preparó ya en el semestre pasado. ¿Debemos hacer consideraciones historiográficas ? ¡No! Sino una meditación histórica . No un enterarse de lo pasado, sino una preparación de lo futuro. Preparación significa fundar y abrir la disposición en el reino del pensamiento , y esto mediante el preguntar . ¿Qué preguntar? El más extremo y el más íntimo. Hasta ahora hemos tenido la pregunta conductora ; debemos hacer, por tanto, una meditación sobre su desarrollo. Pero lo futuro no cabe deducirlo de lo pasado , sino que hay que pre pararlo necesariamente mediante la superación de aquel.
2.
L AS POSICIONES METAFÍSICAS FUNDAMENTALES DEL PENSAMIENTO OCCIDENTAL
Así pues, sea lo que sea lo queramos decir con ello, con una mera consideración historiográfica , es decir, con un enterarse de lo pasado , con una recopilación de lo anterior, se destruye la inmediatez del preguntar propio.
Pero no buscamos una consideración historiográfica, sino un proceder histórico . La historia es lo que campa antes de y por encima de lo historiográfico , y eso es el ser -ahí mismo. Es antes de lo historiográfico porque se lanza anticipándose. Y está «por encima de» lo historiográfico porque jamás se queda en lo pasado en cuanto tal .
Un rasgo fundamental y un empuje fundamental del ser-ahí es el preguntar . ¿Qué preguntamos nosotros? La pregunta fundamental por la verdad de la diferencia del ser . Esta es histórica, pues funda el ser-ahí. Por eso, está en el comienzo, y es, por tanto, una confrontación . ¿Una confrontación con qué? ¿Con nosotros mismos ? [¿Por qué? Porque] la pregunta conductora [misma conduce a] su despliegue , es decir, a su superación . En esta confrontación se lleva a cabo una transformación de nosotros mismos , o dicho de otro modo, esta confrontación es una de las consecuencias y, a su vez, el despliegue de esta transformación. ¿Por qué una transformación de nosotros mismos? Porque el desarrollo de la pregunta conductora plantea la pregunta por la verdad. ¿Y la verdad ? ¿Cómo campa ella?
Esta transformación no se refiere a ningún tipo de modificación de nuestro estado personal, sino a la transformación esencial del ser hombre , en la medida en que este se experimenta desde un fundamento original.
1) El hombre es el guarda fundante de la verdad de la diferencia del ser.
2) Juntamente con ello: el hombre es el vigilante del silencio del paso ante nosotros del último dios.
Guarda y vigilante : desde aquí, el « cuidado ». Ambos [ministerios de la guarda y la vigilancia] significan además la fundación del ser hombre en el ser-ahí . Y ser- ahí significa el estar inherentemente abierto y expuesto que se ha mencionado en 1) y 2) . El ser -ahí es el sitio del combate –sitio que se funda a sí mismo– entre el hombre, la diferencia del ser y los dioses. Cfr. Reflexiones V, 33. Del ser-ahí « del » hombre se habla por vez primera en Ser y tiempo , es decir, en la conexión más íntima con la pregunta por el ser y solo con esta; en el ser-ahí está por vez primera y siempre la «referencia» a la «diferencia del ser».
Porque nuestro preguntar histórico , siendo una fundación de nuestra existencia, forma parte de esta transformación, tenemos que indicar de antemano qué significa « ser-ahí », y en qué medida, ya a la primera acometida, se hicieron visibles rasgos esenciales suyos.
Pregunta intermedia (esta surgirá una y otra vez en el curso de la meditación histórica): en el concepto que teníamos hasta ahora de hombre: animal rationale , ¿acaso no está puesta ya la referencia a la «diferencia del ser»? Sí y no. Sí: pues ratio = νοῦς se refiere al νοεῖν de la ἰδέα , al ser como entidad de lo entitativo, a pesar de que esta referencia misma en cuanto tal nunca se hace esencial , sino que se queda en « potencia » o « facultad », la cual también sale a la luz más tarde, por vez primera y con mayor claridad en la filosofía transcendental de Kant. Cfr. anteriormente Leibniz, y posteriormente el idealismo alemán.
Pero eso es solo una « potencia » en la cosa y en ese ser vivo que es el hombre . ¿Qué problema hay en ello? Que nos quedamos fuera, estando solo con lo «ente» en el «sujeto»: el empuje cada vez más fuerte hacia el olvido del ser. No está fundada la referencia a la diferencia del ser y a su verdad, y tampoco justamente esta referencia se concibe originalmente en cuanto tal como aquello que tiene que guiar por anticipado la determinación de la esencia del hombre, dejando así definitivamente de lado todos los planteamientos zoológicos . Esto no significa que la corporalidad del hombre –junto con todo lo que, por lo demás, conocemos de él– quede olvidada y disuelta, sino que únicamente significa que todo esto encuentra el fundamento su fundamentabilidad solo sobre la base del ser-ahí.
El anuncio de la «existencia» se dio en Ser y tiempo . Esta es lo que hay que indagar antes que nada y, por tanto, lo digno de ser cuestionado y lo cuestionable antes que nada. Sobre los múltiples significados de la palabra, cfr. «Anotaciones sucesivas» a Ser y tiempo , pp. 7a ss.
¡El ser-ahí es el tema básico de la meditación ontológica fundamental !
El anuncio pone de relieve, contraponiéndolos , el ser-ahí y la diferencia del ser, es decir, aquí la referencia fundamental es la verdad de la diferencia del ser. (El auténtico objetivo es el ser hombre como ser-ahí, es decir, el hombre desde el más hondo fundamento de su esencia, desde la referencia y como referencia a la diferencia del ser porque esta es el campar de la diferencia del ser del acontecimiento de ser hecho apropiado [hombre – Dios]).
Por eso, esta manera de poner de relieve se dirige de entrada inequívocamente contra todo tipo de interpretación y experiencia del hombre como algo presente y dado :
a) contra toda antropología , también contra la antropología « existencial » = moral y, por tanto, también contra todo planteamiento biológico : psicología . [En ella, el hombre se define como] animal…, ζῷον λογόν ἔχον , πολιτικόν (y la vida se considera como algo presente y dado ). Cfr. Aristóteles, Política A 2.
b) contra el hombre como «sujeto», conciencia, yo, espíritu, persona. El sujeto es lo presente y dado más cierto que cabe hallar en mí como el «yo».
c) Todo esto, a) y b), está hoy mezclado en « la vida y la vivencia ».
El desarrollo de la pregunta conductora no significa:
ni el preguntar inmediato de la pregunta, es decir, esforzarse por responder tratando de y buscando compensar las respuestas que se han dado hasta ahora, y de esta forma, en realidad, sin seguir preguntando, puesto que ya se ha preguntado;
y tampoco simplemente la « reflexión » sobre el cuestionamiento; sino: desarrollar dicha pregunta, devolviéndola así a un fundamento suyo más original, es decir, únicamente tener que preguntar más originalmente, y otra vez por vez primera y de nuevo.