Alejandro Horowicz - Los cuatro peronismos
Aquí puedes leer online Alejandro Horowicz - Los cuatro peronismos texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2011, Editor: Edhasa, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:Los cuatro peronismos
- Autor:
- Editor:Edhasa
- Genre:
- Año:2011
- Índice:5 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 100
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Los cuatro peronismos: resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Los cuatro peronismos" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
Los cuatro peronismos — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Los cuatro peronismos " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Tabla de Contenidos
Horowicz, Alejandro
Los cuatro peronismos. - 1a ed. - Buenos Aires : Edhasa, 2013.
ISBN 978-987-628-227-7
1.Historia Argentina
CDD 982
Diseño de tapa: Pepe Far
Realización de tapa: Juan Balaguer y Cristina Cermeño
Primera edición impresa en Argentina: agosto de 2012
© Carlos Gamerro, 2004, 2011, 2012
© de la presente edición en Ebook: Edhasa, 2013
España : Avda. Diagonal, 519-521- 08029 Barcelona
Tel. 93 494 97 20 - E-mail: info@edhasa.es
Argentina : Avda. Córdoba 744, 2º piso C -C1054AAT Capital Federal
Tel. (11) 43 933 432 - E-mail: info@edhasa.com.ar
ISBN: 978-987-628-227-7
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción pacial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.
Agradecimientos tardíos
Ninguna de las ediciones anteriores incluyó los debidos agradecimientos. Era un olvido voluntario. Veinte años cambian muchas cosas, y este restablecimiento de la memoria no supone ninguna observación sobre la peripecia personal y pública de mis agradecidos, sino un homenaje a la verdad tal cual yo la recuerdo.
In medias res: Silvia Zeigner y Elsa Drucaroff leyeron el original y aportaron valiosas correcciones. Elsa, además, participó junto con Alejandra Ruiz y Claudio Uriarte en la corrección de las trabajosas galeras (pruebas de página de la era anterior a la computación); Uriarte también metió mano en los títulos de los capítulos, pero el título de todo el trabajo fue un hallazgo de Jorge Asís. Y la magnífica ilustración de tapa –el Perón de la primera edición– surgió del lápiz de Hermenegildo Sabat. A todos ellos mi tardío agradecimiento.
Una vez terminado el original, mientras se confeccionaba el objeto libro , un grupo tuvo la generosa disposición de discutir detalladamente el texto. Nos juntábamos los miércoles en El Tortoni y café de por medio, en amable tertulia, lo despellejamos con fruición. Espero que la memoria no me sea infiel, recuerdo en esos encuentros a Carlos Alonso, Elsa Drucaroff, Eduardo Grünner, Jorge Macarz, Julio Sevares y el tempranamente fallecido Norberto Soares. Como es de rigor la responsabilidad final de lo que aquí se dice es completamente mía.
Alejandro Horowicz
Buenos Aires, 11 de marzo de 2005.
Advertencia inicial
La quinta edición de Los cuatro peronismos, que usted tiene entre sus manos, respeta escrupulosamente el original, con un agregado: un apéndice biográfico. Tanto la primera edición (Legasa, 1985), como la segunda y la tercera (Hyspamérica, 1986 y 1988), fueron idénticas, en la cuarta (Planeta, 1991) se añadió un prólogo circunstanciado (“La democracia de la derrota”) que en esta edición reemplazo por un epílogo (“Veinte años después”). Un trabajo capaz de asimilar los honores del plagio y 20 años de peronismo sin derrumbarse es posible que tenga algún valor.
Buenos Aires, 11 de marzo de 2005.
Capítulo 1
Generales y estancieros
I
Hipólito Yrigoyen cayó; la argamasa del arco social que lo había sostenido desde 1916 se deshizo; un golpe de Estado quebró, casi sin resistencia, el gobierno del “hombre más amado y más odiado de su tiempo”.
No era el gobierno el que entraba en crisis, sino la relación umbilical que la sociedad argentina había mantenido con el mercado mundial. Por eso el desplome de Yrigoyen requirió tan poca violencia interna y tanta violencia internacional.
Con un partido descompuesto por 14 años de poder ininterrumpido, sin más horizonte que la próxima renovación parlamentaria, Yrigoyen constituye un punto de ruptura histórico. El mundo entero giraba a la derecha, los intereses agrarios debían readaptarse para sobrevivir, y el viejo caudillo demoraba meses en firmar nombramientos, leyes y decretos. La lentitud presidencial simbolizaba la anacronía de su gobierno.
Ya no bastaba redistribuir con mayor o menor generosidad el fruto de la renta agraria. Todo el sistema productivo estaba en entredicho; los ingresos nacionales habían pasado de tres a uno; las exportaciones, mejor dicho el precio de las exportaciones, se había reducido a un tercio. La calidad de vida del bloque de clases dominantes debía acompañar esta rígida ecuación. Reducir el salario obrero era insuficiente, el problema incluía otros ingredientes; todo lo que se entendía por política económica en el país del centenario mostraba ahora inequívocas señales de muerte.
Era preciso rediseñar la inserción de la sociedad argentina en el mercado mundial; vender cuero y comprar zapatos equivalía a marchar descalzos. El país urbano, electoral, cuentapropista, se resistiría; “¿para qué?”, decían, si era posible fabricar zapatos y tal producción alcanzaba el rango de “solución patriótica”.
Pero las clases hegemónicas no aman los experimentos, al menos los experimentos que no controlan directamente. Exigen timonear el aparato del Estado durante la crisis, por eso el golpe contra Yrigoyen no requirió programa alguno. Es más, no podía tenerlo, bastaba con sacar al Peludo y ver. Para esa labor el general Uriburu sobraba; sus simpatías y antipatías políticas carecían de toda importancia; en todo caso eran las filias de su tiempo.
II
Roca e Yrigoyen proveyeron de nombres propios al modelo nacional que arranca en 1880 y culmina en 1930. Pinedo y Perón, en rigor Justo y Perón, harían lo mismo con el ciclo siguiente. La tentación de encolumnar estos nombres (Roca-Yrigoyen-Justo-Perón), aun introduciendo podas circunspectas (Roca-Yrigoyen-Perón), incluso afilando el lápiz (Yrigoyen-Perón) es grande y poco relevante. Al menos en el sentido que tradicionalmente se otorga a estas seguidillas; más que proporcionar el hilo de proyectos nacionales crecientemente independientes, muestran la capacidad de hilvanar un país a la medida de los estrechos intereses de su matriz agraria. Un país subordinado y conservador.
Ésa es la clave que ilumina con sugestivos destellos el conjunto de la sanguinolenta historia argentina. Una historia de exterminio y sometimiento, donde el partido revolucionario, el partido de la transformación social, sólo puede entreverse tras el filo de los golpes del partido contrarrevolucionario. Es que hay clases en lucha, pero no hay lucha de clases.
Conviene examinar esta afirmación. Marx no entiende por lucha de c lases sino aquella que libran los protagonistas históricos como requisito de su propia constitución. En ese terreno se ubican el enfrentamiento entre la burguesía revolucionaria y la reacción monárquico-feudal y la del proletariado con la burguesía en su etapa senecta.
Esta diferencia no tiene un mero valor académico, puesto que explica el carácter de la lucha y de los contendientes. La burguesía no puede exterminar al proletariado, porque lo requiere tanto como a su capital; puede derrotarlo, aherrojarlo, pero no puede eliminarlo. Y esto genera un límite, una barrera intraspasable donde la muerte del antagonista equivale a su propia muerte.
Esto es así en el terreno de la lucha de clases, pero cuando la lucha se dirime entre clases no antagónicas, cuando la vida de la otra no es un requisito de la propia existencia, este límite desaparece. Por eso el exterminio del otro se constituye en un camino para resolver “definitivamente”, “finalmente”, el conflicto. Por eso Sarmiento pudo afirmar: “Debe darse muerte a todos los prisioneros y a todos los enemigos”.
Así Roca, el fundador del moderno Estado nacional, ganó sus jinetas en una guerra de exterminio contra el Paraguay del mariscal Solano López y en otra contra la indiada malonera sin Remington. De los tres movimientos que estabilizaron definitivamente a la clase terrateniente argentina (liquidación de las montoneras federales, guerra contra el Paraguay y campaña al desierto), Roca interviene en los tres como militar activo, para coronar su conducta enfeudando a la nación al interés imperialista británico.
Página siguienteTamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «Los cuatro peronismos»
Mira libros similares a Los cuatro peronismos. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro Los cuatro peronismos y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.