Agradecimientos
El autor desea dar las gracias a las siguientes personas e instituciones por su generosa ayuda: Elliott Stein; Samson De Brier; Dan Price; Charles Higham; James Card, George C. Pratt, George Eastman House Museum of Photography; Mary Corliss, Stills Collection, Museum of Modern Art Department of Film; Charles Silver, Library, Museum of Modern Art Department of Film; Henry Langlois, Mary Meerson, Lotte Eisner, Cinémathèque Française; Camille Cook, Film Center, School of the Art Institute of Chicago; Tom Luddy, Pacific Film Archive; Sandy Brown Wyeth; Dan Fans, The Cinema Shop; Bill Brandt, Saturday Matinee; The Memory Shop; Movie Star News; Fabiano Canosa; Mark Stephenson, Cinemabilia; Photoplay; Anton Szandor LaVey; el difunto Bob Pike; el difunto James Whale; la difunta Mae Murray.
El autor reconoce gratamente el permiso a reproducir lo siguiente: “Hollywood”, de Don Blanding, reproducido con permiso de Dodd, Mead Company, Inc.; “First Fig” de Edna St. Vincent Millay, en Collected Poems, Harper & Row, copyright 1922, 1950 por Edna St. Vincent Millay; editorial de Chicago Tribune, “Pink Powder Puffs”, reproducido, cortesía de Chicago Tribune; “Boulevard of Broken Dreams” (Harry Warren-Al Dubin), © 1933 Remick Music Corp., copyright renovado, reservados todos los derechos, y usado con el permiso de Warner Bros. Music.
Tumba de Tyrone Power
Cada hombre y cada mujer es una estrella.
ALEISTER CROWLEY
HOLLYWOOD
ÉL: Cuando voy caminando por la acera y veo…
ELLA: Perdone, ¿no es usted Dick Powell?
ÉL: Sí, en efecto.
ELLA: Me pregunto si podría… Pensé que tal vez… (Sollozo).
ÉL: Vamos, vamos. ¿Qué le ocurre?
ELLA: ¡Oh, usted no lo entendería! Con usted Hollywood ha sido bueno.
ÉL: ¿Qué quiere decir con eso?
ELLA: Bueno, supongo que es una historia corriente… Hubo en Little Rock un concurso de belleza. Yo gané el primer premio. Y me vine a Hollywood a conquistar la fama. Y en lugar de eso, aquí me tiene usted, en Hollywood Boulevard a las dos de la noche y sin tener adónde ir. (Sollozo).
ÉL: Pobrecita. ¿Por qué no vuelve a casa? Me gustaría ayudarla…
ELLA: ¡Oh, no puedo hacerlo después de haber fracasado! Usted no lo entendería, pero…
ÉL: ¿Pero qué?
ELLA: Bueno, podrá parecerle ridículo después de todos los disgustos que me he llevado, pero en realidad lo único que necesito es una oportunidad. Si pudiese conseguirla…
ÉL: Pero, veamos, ¿no tiene a nadie en su casa que la eche de menos?
ELLA: ¡Ah!, allí… hay un chico… trabaja en un garaje y es realmente un muchacho estupendo. El… él… quiere que nos casemos.
ÉL: Escúchame, hija, y hazme caso. De momento ya tienes más de lo que Hollywood puede ofrecerte. ¿Sabes? Hay un montón de chicas de ésas a quienes tú envidias… que darían lo que fuera por que un honesto muchacho las esperase en Little Rock. O en cualquier otro sitio.
ELLA: Supongo que tiene usted toda la razón, señor Powell. ¡Ay!, y yo que estaba convencida de que Hollywood era un enorme boulevard de sueños realizados!
ÉL: Pues lo siento, hija, pero estabas totalmente equivocada.
(Canta Dick Powell):
Voy caminando por la calle del dolor
El Boulevard de los Sueños Rotos,
Donde Gigoló y Gigolette
Pueden besarse (sin pudor).
Y así olvidar los sueños perdidos
Esta noche ríes y mañana lloras
Cuando contemplas las ruinas de tu fe
Y Gigoló (y Gigolette).
Despiertan con los ojos empañados
Por lágrimas que hablan de sueños perdidos
Aquí me encontrarás siempre
Paseo arriba y abajo
Pero he dejado mi alma atrás
En una vieja ciudad con Catedral
Aquí el placer solo lo prestan
Al parecer no es duradero
Pero Gigoló y Gigolette
Aún cantan su canción
Y pasean sus ilusiones
Por el Boulevard de los sueños perdidos.
(Secuencia de Moulin Rouge, un musical de la Warner Bros del año 1934, suprimida por orden de Jack L. Warner, quien la consideró «demasiado deprimente»).
La perrita muerta de Jane Mansfield
Ilusión de ciudad elefantina
Olive Thomas: foto inocente
Arbuckle en el banquillo de testigos: se acabó la fiesta
William Desmond Taylor: punto muerto
Gloria Swanson, como una Reina
HOLLYWOOD
Hollywood, Hollywood…
Fabuloso Hollywood…
Babilonia de celuloide,
gloriosa, fascinante…
ciudad delirante,
frívola, seria,
audaz y ambiciosa,
viciosa y glamorosa.
Ciudad llena de dramas,
miserable y trágica…
inútil, genial
y pretenciosa,
tremendo amasijo…
Relumbrona, terrible,
absurda, estupenda;
falsa y barata,
asombrosamente espléndida…
¡¡HOLLYWOOD!!
DON BLANDING
(Recitado en 1935 por Leo Carrillo
en el musical de la Metro Goldwyn Mayer
Noche de estrellas en Cocoanut Grove).
Hays, el tramposo
Ajeno a todo: el accidentado Wally Reid
Corralito privado
Barbara La Marr: …demasiado