Los grandes matemáticos (1937) está dirigido al lector común y a todos aquellos que quieren saber qué tipo de seres son los hombres que han creado la Matemática moderna. El objetivo de este libro es dar a conocer algunas de las ideas dominantes que gobiernan amplios campos de las Matemáticas y hacerlo a través de las vidas de los hombres que han contribuido a su desarrollo.
Eric Temple Bell
Los grandes matemáticos
ePub r1.1
lestrobe 23.01.15
Título original: Men of Mathematics
Eric Temple Bell, 1937
Traducción: Felipe Jiménez de Asúa
Ilustraciones: Isytax
Editor digital: lestrobe
Corrección de erratas: koothrapali
ePub base r1.2
ERIC TEMPLE BELL nació un 7 de febrero de 1883 en Escocia. Tras una fructífera y extensa carrera profesional muere a la de edad de 77 años el día 21 de diciembre de 1960 en Watsonville pueblo americano del estado de California al que se mudó años atrás. Se le conoce sobretodo por ser un brillante matemático y autor de novelas de ciencia ficción. Como ya se ha comentado nació en Escocia pero vivió la mayor parte de su vida en los EE.UU.
Nació en el pequeño pueblo de Peterheah pero por motivos profesionales su progenitor se trasladó a la ciudad de San José en el estado de California cuando Eric apenas era un recién nacido. Quince meses más tarde toda su familia regresa a Inglaterra debido a la defunción de su padre. Sin embargo el 4 de Enero del año 1896 Bell regresa a los Estados Unidos donde desarrolla su carrera profesional y se instala en Montreal en 1902.
Bell siempre fue un brillante estudiante y obtuvo una plaza en la Universidad de Stanford y más adelante en la de Columbia donde recibió clases del prestigioso profesor Cassius Jackson Keyser. También llevó a cabo algunos estudios en la universidad de Washington y en la de California.
Sus principales logros se basan en las investigaciones sobre la teoría de los números. Intentó también pero sin éxito explicar el llamado cálculo tradicional umbral también conocido como el «método simbólico» de Blissard. Se le considera que fue él quien postuló, y por eso recibe su nombre, el método de la Campana de los polinomios y números de Bell. En 1924 se le concedió el prestigioso Premio Bôcher Memorial por su exitosa labor en el análisis matemático.
A principios de los años 1920 se inicia en el mundo de la literatura y empieza a escribir poemas largos. Más adelante dio el salto a las novelas de ciencia ficción escribiendo «The Purple Sapphire». En su momento solo publicó bajo el pseudónimo de John Taine, personaje inventado para mantenerse en el anonimato. Sin embargo la mayoría de sus novelas fueron publicadas mucho más tarde de haber sido escritas la mayoría de ellas en forma de libro y de series de revistas especializadas.
Su mayor éxito fue un libro titulado «Los hombres de las matemáticas» que inspiró a muchas personas a interesarse por las matemáticas, aunque a posteriori algunos historiadores han cuestionado la precisión a la hora de escribir de Bell. Otro de sus últimos libros fue «El desarrollo de las matemáticas» que aunque ha sido menos famoso se considera que tiene muchos menos puntos débiles en su precisión.
Notas
[1] Estrictamente se llaman los números naturales. (Nota del traductor).
[2]Supongamos a2 = 2b2 donde, sin pérdida de generalidad, a, b, son números enteros sin ningún factor común mayor que 1 (tal factor puede ser suprimido en la ecuación aceptada) Si a es un número impar nos encontramos ante una contradicción inmediata, puesto que 2b2 es par; si a es par, ó sea 2c, entonces 4c2 = 2b2 ó 2c2 = b2, de modo que b es par, y por tanto a y b tienen el factor común 2, lo, que es de nuevo una contradicción .
[3] Trátase manifiestamente de una afirmación viciosa.
[4]En realidad la posibilidad de las construcciones con la regla y el compás, es según muchos eruditos la prueba de la existencia de la misma para los griegos (Nota del T.) .
[5] Hija de Federico, Elector palatino del Rin y Rey de Bohemia, y nieta de Jaime I de Inglaterra.
[6]Este juicio es suficientemente exacto para la exposición presente. En realidad, lo que se requiere son los valores de las variables (coordenadas y velocidades) que hacen la función en cuestión estacionaria (que no aumenta ni disminuye). Un extremo es estacionario; pero un estacionario no es necesariamente un extremo.
[7]El lector puede fácilmente ver que basta tratar el caso en que n sea un número impar, ya que en Álgebra uab = (ua)b donde u, a, b son cualquier número.
[8]En 1903 el profesor alemán Paul Wolfskehl legó 100.000 marcos para premiar a la primera persona que diera una prueba completa del último teorema de Fermat. La inflación después de la primera guerra mundial, redujo este premio a una fracción de centavo.
[9]Los autores difieren acerca de la edad de Pascal cuando hizo este estudio, calculándose entre 15 y 17 años. La edición de 1819 de las obras de Pascal contiene un breve resumen de ciertas proposiciones sobre las secciones cónicas, pero éste no es el ensayo completo que Leibniz vio.
[10]Combinaciones de n objetos, tomados de 1 en 1, de 2 en 2, de 3 en 3, etc., es el número de grupos que se pueden tomar con los n objetos, de manera que un grupo se diferencia de otro por lo menos en un objeto. Por ejemplo: cuatro objetos A, B, C, D, se pueden combinar de dos en dos en las seis formas siguientes. AB, AC, AD, BC, BD y CD (N. del T.) .
[11]Se había murmurado que la sobrina favorita de Newton se habría aprovechado de sus encantos para favorecer los nombramientos de Newton.
[12]El problema era encontrar las trayectorias ortogonales de cualquier familia uniparamétrica de curvas (en lenguaje moderno).
[13] Un antecedente de esta obra es la de B. Russell: Introducción a la Filosofía Matemática, traducida al castellano y publicada por la Editorial Losada, 1945.
[14]Realmente he combinado aquí dos leyendas. Se le dio a la reina Dido una piel de toro para que abarcara el área máxima. La reina la cortó en tiras y formó un semicírculo.
[15]Notas históricas respecto a éste y a otros problemas del cálculo de variaciones, se encontrarán en el libro de G. A. Bliss, Calculus of Variations, Chicago. 1925.
[16]La cita procede del Eloge, de Condorcet.
[17]Un «problema» ridículo de un caballero español posee la gracia suficiente para ser citado. La abreviatura habitual de 1 * 2 * … * n es n! Ahora bien, p − 1 + 1 = p, que es divisible por p. Añádase el signo de admiración (p − 1)! + 1! = p! La primera parte es también divisible por p; de aquí (p − 1)! + 1 es divisible por p. Por desgracia este razonamiento es también valedero si p no es primo.
[18]F. J. D. Arago, 1786-1853, astrónomo, físico y biógrafo científico.
[19]En lo que precede las tangentes son reales (visibles) si el punto P se halla fuera de los círculos, si el punto P está dentro, las tangentes son imaginarias.
[20]Esta definición y otras de un carácter similar han sido tomadas de la obra de John Wesley Young, Projective Geometry (Chicago, 1930). Este librito es comprensible para todo el que tenga conocimientos elementales de Geometría.