Annotation
Fernando Ónega, cronista excepcional de la Transición, nos ofrece la biografía de un político inolvidable: Adolfo Suárez. En un momento como el actual, en que el descontento hacia la clase política avanza a pasos agigantados entre la ciudadanía, apenas quedan figuras capaces de sortear el desprestigio que asola a nuestros g obernantes. Y sin embargo, la leyenda de Adolfo Suárez, el piloto de la Transición que asombró al mundo, no ha dejado de crecer en los últimos años.Adolfo Suárez alcanzó la presidencia del Gobierno de forma tan inesperada como la abandonaría después. Son, sin lugar a dudas, los cinco años más apasionantes y decisivos de nuestra historia reciente. Suárez gobernó con audacia y valentía un país que estaba cambiando de piel, abordó con entusiasmo el reto de desmontar la dictadura franquista para alcanzar un nuevo estado democrático y constitucional, y a pesar de ello, el hombre que mejor representa el espíritu de la Transición, terminaba su aventura política traicionado por sus propios camaradas. La dimensión del cambio que había protagonizado levantaba pasiones enfrentadas, y una enorme ingratitud para la que no estaba preparado.A medio camino entre la biografía y la crónica, este libro reconstruye la trayectoria política, personal y sentimental de un hombre esencial en la historia de la democracia. Gracias a los testimonios de aquellos que estuvieron junto a él, incluido el rey Juan Carlos I, Fernando Ónega recupera los recuerdos que han ido diluyéndose en su memoria, y nos ofrece su homenaje personal a un político inolvidable, Adolfo Suárez
PUEDO PROMETER Y PROMETO
Fernando Ónega
Plaza Janés
Sinopsis
Fernando Ónega, cronista excepcional de la Transición, nos ofrece la biografía de un político inolvidable: Adolfo Suárez. En un momento como el actual, en que el descontento hacia la clase política avanza a pasos agigantados entre la ciudadanía, apenas quedan figuras capaces de sortear el desprestigio que asola a nuestros g obernantes. Y sin embargo, la leyenda de Adolfo Suárez, el piloto de la Transición que asombró al mundo, no ha dejado de crecer en los últimos años.Adolfo Suárez alcanzó la presidencia del Gobierno de forma tan inesperada como la abandonaría después. Son, sin lugar a dudas, los cinco años más apasionantes y decisivos de nuestra historia reciente. Suárez gobernó con audacia y valentía un país que estaba cambiando de piel, abordó con entusiasmo el reto de desmontar la dictadura franquista para alcanzar un nuevo estado democrático y constitucional, y a pesar de ello, el hombre que mejor representa el espíritu de la Transición, terminaba su aventura política traicionado por sus propios camaradas. La dimensión del cambio que había protagonizado levantaba pasiones enfrentadas, y una enorme ingratitud para la que no estaba preparado.A medio camino entre la biografía y la crónica, este libro reconstruye la trayectoria política, personal y sentimental de un hombre esencial en la historia de la democracia. Gracias a los testimonios de aquellos que estuvieron junto a él, incluido el rey Juan Carlos I, Fernando Ónega recupera los recuerdos que han ido diluyéndose en su memoria, y nos ofrece su homenaje personal a un político inolvidable, Adolfo Suárez
©2013, Ónega, Fernando
©2013, Plaza Janés
ISBN: 9788401346934
Generado con: QualityEbook v0.66
FERNANDO ÓNEGA
Puedo prometer
y prometo
Mis años con Adolfo Suárez
www.megustaleerebooks.com
Una explicación
A DVERTENCIA: Ésta no es una biografía de Adolfo Suárez, aunque se le parezca. Cuando estaba elaborando el libro y mis amigos me preguntaban qué estaba haciendo, les respondía: «Un cariño»; el cariño del aldeano metido a escribidor al que un día uno de los más grandes hombres de la historia de España le ofreció colaborar con él. Cuando el cronista empezó esa colaboración no podía prever el privilegio que se ponía a su alcance: asistir en primera fila al grandioso espectáculo de la construcción de un nuevo Estado.
Pasados tantos años, la recuerdo como una experiencia maravillosa, agrandada por la perspectiva del tiempo. Desde mi butaca he visto cómo se sembraban semillas de libertad y germinaban al día siguiente. He visto abrir las compuertas a los derechos civiles, que llevaban generaciones atrapados. He visto encauzar protestas y allanar el camino del poder a los marginados. Y estuve al lado de un hombre que, sin otros instrumentos que su audacia y su visión de las necesidades de un país, se levantaba cada mañana a enfrentarse con poderes invisibles que pretendían impedirlo.
Sufrió mucho, incluso físicamente. Tuvo que escuchar la mayor ofensa, que es la de que alguien llame traidor a una persona decente. Moría gente asesinada por la espalda y le decían que era por su culpa. Padeció la injusticia de quienes confundían al gobernante con el mago. Le dejaron solo aquellos con quienes compartió responsabilidades y honores. Le negaron la paz en misa y hubo quien torció la cara y apartó la mirada a su lado en una calle de Madrid.
Todo eso ocurrió; pero, amparado por el rey Juan Carlos, cogió una España con presos políticos y exiliados y les otorgó amnistía. Cogió una España secularmente dividida por odios irracionales y supo construir la reconciliación. Cogió una España de verdades únicas de la que hizo un país donde cabían todas las verdades. Y cogió una España de fundamentalismos y en su lugar levantó monumentos al diálogo y a la comprensión.
Ese hombre no quiso contar cómo lo hizo. Y no es porque hubiese perdido la memoria. Se calló para no ofender. Se calló para no parecer presuntuoso. Prefirió el silencio para no darse importancia. El cronista que firma este libro ha buscado emociones y recuerdos en los arcanos de la memoria y en tantos magníficos libros que han contado la vida y la obra de Suárez. Pidió a amigos y testigos la limosna de una experiencia o de un juicio. Tuvo el privilegio de contar con el testimonio del rey Juan Carlos I. Y con ese cargamento de palabras comparece ante ustedes a lo dicho: a hacerle un cariño a Suárez; a contarles cómo fue aquello, cómo se hizo y alguna intimidad.
A lo mejor encuentran aquí algo de eso que los periodistas llamamos pomposamente «claves». O tal vez un intento de análisis de un tiempo apasionante. Lo que encontrarán, con seguridad, es el reportaje afectuoso, quizá algo nostálgico, de un tiempo que sigue provocando añoranzas y, sobre todo, de un hombre que sólo se proponía tres cosas: hacer un país habitable para todos, hallar soluciones para cada problema y preguntar constantemente si lo que estaba haciendo era útil para el país, para la estabilidad de España, para la paz civil y para su rey.
FERNANDO ÓNEGA
«¿Tú también vienes a pedir dinero?»
ÉS A fue la pregunta que Adolfo Suárez le hizo al rey, a quien no reconoció. Fue la última conversación entre ambos. Al recordarla, a don Juan Carlos se le escapa un gesto de emoción. Aquí se cuenta cómo el autor descubrió la enfermedad del presidente y cómo éste no pudo llegar a ser testigo de su reconocimiento público.
El hombre de Estado que desmontó pieza a pieza el andamiaje del franquismo no recuerda que lo hizo. El hombre que el rey Juan Carlos utilizó para construir la democracia en España no sabe que él fue artífice de aquel prodigio. El presidente del Gobierno que condujo a España a la Constitución de la concordia y el consenso y a la celebración de las primeras elecciones libres no recuerda ni uno solo de aquellos pasos. No ha podido ser testigo de cómo la sociedad española pronuncia su nombre con afecto, le disculpa los errores, le reconoce su labor histórica. Aquel presidente no recuerda que lo ha sido.