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Andrew Tomas - No somos los primeros

Aquí puedes leer online Andrew Tomas - No somos los primeros texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1973, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

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Andrew Tomas No somos los primeros
  • Libro:
    No somos los primeros
  • Autor:
  • Editor:
    ePubLibre
  • Genre:
  • Año:
    1973
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No somos los primeros: resumen, descripción y anotación

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Hay evidencias palpables de avances tecnológicos imposibles en la Antiguedad, objetos inquietantes han sido fechados con Carbono-14 antes de la prehistoria. Por ejemplo: elementos metálicos en tiempo anteriores a la edad de hierro, complicados procedimientos quirúrgicos en la edad de piedra, formas de iluminación artificial hace más de 4000 años, los extraordinarios conocimientos astronómicos y geográficos de culturas tan antiguas como los Persas, los Caldeos, o los Egipcios, relatos de aviación, robótica y guerras nucleares en los Antiguos Libros Sagrados de la India, China y Mesopotamia, un antiguo y organizado estado socialista en tiempo de los Incas, conocimientos sobre las partículas atómicas y la física cuántica en la Antigua Grecia, las innumerables leyendas sobre transmutación de metales en la edad media y el renacimiento, ingeniería hidráulica antes de la época de cristo, pequeños artefactos mecánicos encontrados en estratos geológicos imposibles, megaconstrucciones y tallas cuya fabricación habría requerido de tecnología laser en la edad de piedra, bloques gigantescos que requerirían para su transporte una sofisticada maquinaria en los antiguos imperios de Egipto, Maya, e Inca, la antiquísima ciudad de Mohenjo-Dharo. Son estos algunos avances que de haber sido cierto sugieren preguntas desgarradoras: ¿Venían estos conocimientos de alguna civilización como la Atlante o la Lemuria?, ¿Fueron acaso traídos por visitantes extraterrestres?, ¿Fueron los antiguos dioses de Egipto, Mesopotamia, India, China y América precolombina extraterrestres civilizadores? ¿Hace cuanto está realmente el hombre civilizado sobre la tierra, miles o acaso millones de años? El lector tendrá que enfrentarse a las evidencias para sacar sus propias conclusiones. Tal vez no somos los únicos en el universo, y tal vez hace mucho que nos visitan.

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Hay evidencias palpables de avances tecnológicos imposibles en la Antigüedad - photo 1

Hay evidencias palpables de avances tecnológicos imposibles en la Antigüedad, objetos inquietantes han sido fechados con Carbono-14 antes de la prehistoria. Por ejemplo: elementos metálicos en tiempo anteriores a la edad de hierro, complicados procedimientos quirúrgicos en la edad de piedra, formas de iluminación artificial hace más de 4000 años, los extraordinarios conocimientos astronómicos y geográficos de culturas tan antiguas como los Persas, los Caldeos, o los Egipcios, relatos de aviación, robótica y guerras nucleares en los Antiguos Libros Sagrados de la India, China y Mesopotamia, un antiguo y organizado estado socialista en tiempo de los Incas, conocimientos sobre las partículas atómicas y la física cuántica en la Antigua Grecia, las innumerables leyendas sobre transmutación de metales en la edad media y el renacimiento, ingeniería hidráulica antes de la época de cristo, pequeños artefactos mecánicos encontrados en estratos geológicos imposibles, megaconstrucciones y tallas cuya fabricación habría requerido de tecnología láser en la edad de piedra, bloques gigantescos que requerirían para su transporte una sofisticada maquinaria en los antiguos imperios de Egipto, Maya, e Inca, la antiquísima ciudad de Mohenjo-Dharo.

Son estos algunos avances que de haber sido cierto sugieren preguntas desgarradoras: ¿Venían estos conocimientos de alguna civilización como la Atlante o la Lemuria?, ¿fueron acaso traídos por visitantes extraterrestres?, ¿fueron los antiguos dioses de Egipto, Mesopotamia, India, China y América precolombina extraterrestres civilizadores? ¿Hace cuanto está realmente el hombre civilizado sobre la tierra, miles o acaso millones de años?

El lector tendrá que enfrentarse a las evidencias para sacar sus propias conclusiones. Tal vez no somos los únicos en el universo, y tal vez hace mucho que nos visitan.

Andrew Tomas No somos los primeros ePub r10 XcUiDi 280514 Título original - photo 2

Andrew Tomas

No somos los primeros

ePub r1.0

XcUiDi 28.05.14

Título original: We are not the first

Andrew Tomas, 1973

Traducción: Rosa Ma. Bassols

Editor digital: XcUiDi

ePub base r1.1

Hay otros mundos pero están en éste ELUARD Dedicado al conde de - photo 3

«Hay otros mundos,

pero están en éste»

ELUARD.

Dedicado al

conde de Saint-Germain,

quien, en palabras de Voltaire,

«nunca muere y lo sabe todo».

AGRADECIMIENTO

El autor desearía expresar su agradecimiento a Elaine Ackerman y Anne Croser, ambas de París, por la ayuda prestada en la revisión del manuscrito y sus críticas constructivas.

INTRODUCCIÓN

Centenares de intelectos, pasados y presentes, desempeñaron una parte en este libro. El autor actuó meramente como un director de orquesta. Sus músicos fueron los escritores clásicos, los sacerdotes del antiguo Egipto, Babilonia, India y México, los filósofos de la antigua Grecia y China, los eruditos de la Edad Media y, finalmente, los científicos modernos. El tema de su composición es la Génesis del Conocimiento y sus periódicos crescendos y diminuendos en la Historia.

Tres objetivos se buscan en este trabajo:

  • Mostrar que en las eras primitivas la gente poseía tantas nociones científicas como tenemos hoy.
  • Demostrar que los instrumentos técnicos del hombre de la Antigüedad y de la Prehistoria han sido considerablemente subestimados.
  • Probar que ciertas ideas avanzadas de los antiguos sobre la Ciencia y la tecnología procedían de una fuente extranjera desconocida.

«La civilización es más antigua de lo que suponemos», es la tesis principal de este tratado.

Con el progreso de la Ciencia, el concepto del tamaño y edad del Universo ha cambiado radicalmente en los últimos cuatrocientos años. Hombres perspicaces, tales como Bruno, Galileo y Darwin, desafiaron a sus contemporáneos de mente estrecha y afirmaron que el mundo era mayor y más antiguo de lo que el hombre había creído. Hace doscientos años, el naturalista francés Buffon calculó la edad de la Tierra. Creyó que nuestro planeta se había enfriado hace 35 000 años, y que la vida apareció aproximadamente unos 15 000 años atrás. Esta cronología del erudito francés era más racional que la creencia general existente en Inglaterra —por el tiempo de la coronación de la reina Victoria, en 1837— de que la Tierra y el hombre habían sido creados en el año 4004 a. C.

Pero la Geología y el darvinismo desacreditaron este concepto medieval, y veinticinco años más tarde, Lord Kelvin añadió diez millones de años a la edad terrestre. Gracias a técnicas perfeccionadas, la edad de la corteza terrestre ha sido determinada en unos 3300 millones de años, en tanto que la del planeta en conjunto se calcula en 4600 millones de años. ¡En sólo 200 años, la edad de la susodicha corteza de nuestro planeta había ascendido desde 35 000 a 3 300 000 000 de años!

Pocas décadas atrás, se consideraba que el hombre había aparecido hace 600 000 años. Nuevos hallazgos en el sur y el este de África, ampliaron el lapso de existencia del Homo sapiens a dos millones de años. El último descubrimiento de dientes y mandíbulas antropoides en el sur de Etiopía, efectuado por el antropólogo de Chicago F. Clark Howell, en 1969, confirma esta cifra.

Una tendencia a retrasar el origen de la civilización ha sido igualmente notable en el campo de la Historia. Antes de Schliemann, ningún sabio en Europa podía concebir que Troya hubiera existido en una época tan remota como el año 2800 a. C. Con anterioridad a las excavaciones de Evans en Creta, ningún historiador tenía la audacia de imaginar una cultura cretense 2500 años antes de nuestra era. Hace cuatro décadas no había ningún erudito en el mundo que se atreviera a admitir una elevada civilización, en el valle del Indo, contemporánea de las primeras dinastías de Egipto. ¿Cuántos eruditos había, hace un cuarto de siglo, que aceptaran la idea de que las civilizaciones de América Central hubieran tenido una existencia ininterrumpida durante 4000 años? No obstante, las ruinas de la ciudad de Dzibilchatun, en el Yucatán, son mudo testigo de esta verdad.

A partir de los ejemplos antes mencionados, se deduce la razonable conclusión de que el origen del hombre y la aparición de la civilización pudieran ser menos recientes de lo que actualmente se acepta.

La gran cantidad de datos históricos ofrecida en este libro demuestra la presencia de una ciencia arcaica en el pasado. Pero ¿quiénes fueron los maestros de los antiguos egipcios, babilonios y griegos, de los cuales recibimos nosotros un bagaje de conocimientos a través de los árabes?

Sobrecogidos por las maravillas de nuestra tecnología y nuestra Ciencia, estamos perdiendo contacto con la gente de épocas primitivas a las que tanto debemos.

El hombre está civilizado sólo cuando recuerda su ayer y especula sobre su mañana. El primate empezó a separarse del reino animal cuando desarrolló un cerebro superior y una postura erecta. Se convirtió en un verdadero hombre al aventurarse en el campo del pensamiento abstracto: Religión, Matemáticas, Arte y Música.

El verdadero criterio del crecimiento del hombre es su capacidad para remontarse al mundo de las ideas, es decir, para apreciar la belleza, para distinguir lo correcto y lo equivocado, para hacer abstracciones. Hasta que alcanzó ese nivel, el hombre sólo fue un eslabón entre los cuadrúpedos y los bípedos.

La Ciencia, es decir, la observación empírica del mundo que nos rodea, y la Filosofía, o sea, la formulación de generalizaciones, han ayudado al hombre a llegar a perspectivas más correctas referentes al Universo.

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