Índice
A la generación de mis padres, que luchó endefensa de la Segunda República, perdió la
guerra y fue brutalmente represaliada.
A mi generación, que luchó en condiciones
durísimas por la libertad y por la justicia social
en los años cincuenta y sesenta.
A las futuras generaciones, con la esperanza
de que continúen la lucha por el bienestar social
y la calidad de vida de las clases populares.
INTRODUCCIÓN:
EL PORQUÉ DE ESTE LIBRO
La vuelta de un exiliado a su país es muy compleja. Por una parte, uno siente una gran satisfacción al encontrarse de nuevo entre una población querida y a la que ha intentado ayudar a lo largo de su vida, tanto en su juventud como después fuera del país, en su lucha por la democracia, la solidaridad y su mejora. Hechos tan sencillos como sentarse por la mañana en el bar de la esquina y verse entre los de uno es enormemente gratificante. Ahora bien, hay también elementos muy difíciles, y, entre ellos, el más difícil en mi caso es el percibir la enorme complacencia de la estructura del poder político, económico y mediático –lo que la terminología anglosajona llama el establishment– sobre la situación en España, complacencia que quedaba muy bien sintetizada en aquel famoso eslogan, reproducido constantemente por el gobierno conservador español, de que «España iba bien», a lo cual en Cataluña el gobierno conservador añadía que Cataluña iba incluso mejor. Esta percepción de la realidad reproducida en los medios públicos de información (que son también de persuasión) del Estado español y de la Generalitat de Catalunya contrastaba con la dura realidad de los datos que mostraban que ni España iba bien (en realidad, en la mayoría de componentes del Estado del bienestar, España estaba a la cola de la Europa de los quince, el grupo de países con desarrollo económico semejante al nuestro), ni Cataluña iba mejor (en muchas dimensiones la Cataluña social estaba por detrás del promedio de España). Este enorme contraste entre la percepción promovida por el establishment español, por un lado, y la realidad social de España, por otro, motivó que escribiera el libro Bienestarinsuficiente, democracia incompleta, que documentaba el enorme subdesarrollo social de nuestro país, rompiendo el silencio ensordecedor que existía sobre nuestro enorme retraso social, retraso que se ignoraba o silenciaba en los medios de información y persuasión, lo que explica que el subtítulo de mi libro fuera « Sobre lo que no se habla en nuestro país».
Fue una sorpresa agradable que el libro recibiera el Premio Anagrama de Ensayo 2002, lo que, sin duda, contribuyó en gran manera a su gran difusión. A ello contribuyó también el «boca a oreja» por parte de aquellos que consideraron el libro un instrumento útil para conocer nuestras realidades. El libro se ha continuado vendiendo, y ha alcanzado ya la tercera edición. Y ante la continua demanda cabían dos alternativas, como bien señaló Jorge Herralde, editor de Anagrama: publicar una cuarta edición o hacer un nuevo libro que continuara el primero, ampliando y profundizando los temas expuestos en el anterior. Escogí la segunda. Y de ahí esta nueva obra que, aun cuando desarrolla los asuntos ya tratados, también introduce nuevos elementos, y se centra en detallar el enorme retraso social de España y las causas y consecuencias de tal retraso.
Temas del libro
Entre las causas mayores del enorme retraso del Estado del bienestar español encontramos dos raramente visibles en los fórums políticos y mediáticos del país: el poder de clase y el de género.
Como documento en la primera parte del libro, el enorme retraso del Estado del bienestar en España tiene su raíz en el enorme dominio que las fuerzas conservadoras han tenido y continúan
teniendo en nuestro país. El 30-35 % de la población de renta mayor (lo que solía llamarse burguesía, pequeña burguesía y clases medias profesionales de renta superior) tiene un enorme poder económico, social, mediático y político, mucho mayor que el que tienen las clases populares, lo que explica el bajo gasto público social y la polarización de nuestro Estado del bienestar, donde los sectores pudientes utilizan los servicios privados (envían a sus hijos a las escuelas privadas y utilizan la medicina privada o reciben trato preferencial en la pública) y las clases populares utilizan los servicios públicos. A este poder de clase hay que añadir el poder de género, de tal forma que el gran retraso de los servicios de ayuda a las familias (como las escuelas de infancia y los servicios domiciliarios a las personas con discapacidades) se deriva del escaso poder que la mujer tiene en nuestro país.
La primera parte analiza las consecuencias de este poder de clase y de género en los distintos componentes del Estado del bienestar, tales como sanidad, educación, servicios de ayuda a las familias, pensiones y mercado de trabajo, así como en la desconvergencia social que España ha experimentado desde 1993 (con notable acentuación desde 1996) con el promedio de la UE-15
(desconvergencia social medida por el gasto público social diferencial por habitante entre España y el promedio de la UE-15). En esta parte se incluyen también unos comentarios, algunos críticos, de las propuestas que se han hecho de la Renta Básica.
La segunda parte del libro versa sobre las causas históricas del subdesarrollo social, y se centra en cómo se ha expresado el poder de clase a lo largo de la historia de nuestro país, analizando la dictadura del periodo 1939-1978, que, en contra del discurso dominante, no fue una dictadura personalista de un dictador –lo que explica que se la llame erróneamente dictadura franquista– sino una dictadura de clase de carácter fascista. La sección 1 de la segunda parte documenta la naturaleza fascista de aquella dictadura. Esta segunda parte incluye también una crítica a la tergiversación de la historia reciente de España, a la que ha contribuido un silencio sobre la memoria histórica que ha empobrecido enormemente la cultura democrática del país. Esta parte concluye con un análisis de algunas instituciones conservadoras que han tenido un blindaje mediático en los medios públicos de persuasión, tales como la Monarquía y la Iglesia, centros de reproducción del pensamiento conservador, con críticas a la cobertura mediática sesgada que tales grupos de presión tienen en los medios de persuasión. Esta última sección de la segunda parte incluye también un análisis crítico del nacionalismo conservador que ha gobernado España y Cataluña, y que, tras una supuesta hostilidad territorial, ocultó una alianza de clase que afectó negativamente al desarrollo social de España y de Cataluña. En muchos casos, el discurso nacionalista tenía un intento de movilización multiclasista detrás del cual había prácticas que –
como documento en el libro– eran claramente clasistas y defendían los intereses de los grupos sociales dominantes.
La tercera parte del libro analiza el proyecto neoliberal, presentándolo como la ideología y práctica de los establishments financieros y de las entidades empresariales transnacionales que, a través de los Estados, están configurando un tipo de integración europea y un tipo de globalización que están deteriorando la calidad de vida de las clases populares, tanto de los países desarrollados (incluyendo Europa) como de los subdesarrollados. En esta parte se documentan las consecuencias sociales de este proceso, entre ellas un deterioro del bienestar social y de la calidad de vida de las clases trabajadoras, y otros elementos que explican, por ejemplo, el rechazo de las clases trabajadoras europeas de la forma en que se está realizando la construcción europea, y que se traduce en unos grandes beneficios para el capital (sobre todo financiero) a costa de una reducción de las rentas del trabajo. Esta sección critica también algunos de los
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