PRÓLOGO
El origen de este libro está en el interés despertado por la obra colectiva sobre El Estado de Bienestar en el cambio de siglo, que dirigí hace ya casi dos décadas. La buena acogida que tuvo, y mantuvo, con el paso de los años, me animó, hace cerca de una década, a volver a tratar el tema de la viabilidad, logros y limitaciones del Estado de Bienestar (EB), en este caso con un formato distinto, en un momento en el que con la entrada en recesión de gran parte de los países de renta alta del mundo se cuestionaba, desde un punto de vista presupuestario e ideológico, su papel y viabilidad en un mundo crecientemente globalizado. Aunque otras ocupaciones y proyectos han retrasado su conclusión, lo cierto es que prácticamente toda mi carrera como profesor de Economía ha estado, de una u otra forma, vinculada al estudio del EB. En cierto modo, este libro se puede entender como una visión de conjunto, holística y global, sobre el EB que, a lo largo de sus distintos capítulos, se inspira en otros escritos de menor extensión y mayor inmediatez en su proceso de redacción, que han ocupado mi actividad investigadora en las últimas décadas.
Detrás del largo proceso de elaboración de este libro se encuentra tanto la complejidad y multiplicidad de vertientes del tema ocupado, pero también, y quizá, sobre todo, las dudas sobre el interés que podría tener un libro de estas características en una época, como la que vivimos, donde reina la inmediatez y los mensajes cortos propios de la comunicación digital, con la muy limitada complejidad analítica que permite este tipo de medios. Junto a ello, mi propia perplejidad sobre el devenir del EB y la necesidad de dejar pasar un poco más de tiempo: que acabe la crisis, que se consolide la recuperación, etc., para confirmar algunas de las tesis que se mantienen a lo largo de este trabajo. Al final, haciendo una vez más válida aquella frase de que lo mejor es enemigo de lo bueno decidí terminar el libro, con sus aciertos y errores, antes de que él acabara conmigo.
El resultado es un volumen que se divide en tres bloques. El primero, que tiene una finalidad introductoria y comprende los capítulos 1-4, presenta las razones lógicas e históricas que explican la aparición de los EB en los países de renta alta y sus características y diferencias. En este bloque se ofrecen toda una batería de indicadores mediante los que se intenta contestar a la pregunta de hasta qué punto estamos viviendo un desmantelamiento de los EB, entendido como una reducción de la parte de la producción que, por distintas vías, se canaliza a través de los diferentes brazos del EB, así como otros posibles mecanismos que pudieran, sin afectar a sus recursos, alterar su viabilidad y características futuras. El segundo bloque, que comprende los capítulos 5-8, aborda los distintos retos, viejos y nuevos, a los que se enfrenta el EB, desde su compatibilidad con el capitalismo, la globalización, los cambios demográficos, incluyendo la inmigración, la necesidad de rediseñarse para adoptar una perspectiva de género más inclusiva, a los cambios en el mercado de trabajo o la revolución tecnológica y la economía digital. Por último, en los capítulos 9-10 se presentan algunos ejemplos de cambio en el EB en cuatro países concretos: Alemania, Suecia, Reino Unido y España, que representarían distintos perfiles o modelos de EB, y se plantean algunas reflexiones finales sobre aspectos que, por su importancia en el devenir del EB (la cuestión generacional), por haber quedado fuera del análisis realizado en los capítulos anteriores, o por haberse tratado con premura por cuestiones de espacio, merecían de una mayor atención en el capítulo de cierre.
En el apartado de agradecimientos reconozco que tengo la tentación de parafrasear a Violeta Parra, y agradecer a la vida, que me ha dado la oportunidad de leer a los innumerables pensadores, incluyendo economistas, que han ido alimentando este texto que ahora presento. Limitándome a los más próximos, tengo que empezar por Fernando Esteve, coautor, «coamigo» y compañero de muchas y largas conversaciones sobre los temas tratados en este libro (y muchos otros), cuyas reflexiones sin duda reconocerá en muchas de sus secciones, aunque no aparezca su autoría por la particularidad de las vías de transmisión utilizadas. Justo en el otro extremo de la cadena de producción, tengo que agradecer a mi compañero Rafael Bonete su lectura reposada y detallada del borrador del libro, y, sobre todo, su rol de comprobador de relevancia, de merecimiento, de lo escrito.
Parte del libro se escribió durante una larga estancia de investigación en la Universidad Northeastern, en Boston, que fue posible gracias a la generosa invitación de Barry Bluestone. Durante esta estancia el libro adoptó su forma actual (hasta el día de hoy la carpeta del ordenador en la que se han ido guardado los sucesivos borradores del libro se llama «Revisión Boston»). José Ignacio Antón, también profesor de la Universidad de Salamanca, ha tenido un papel decisivo en muchos de los trabajos de autoría conjunta, frecuentemente cuantitativos, que he realizado en los últimos quince años, sobre aspectos concretos del EB como la inmigración o la clase media, cuyas aportaciones están también presentes en el libro. Lo mismo se podría decir de Enrique Fernández Macías, investigador primero de la Eurofound de Dublín y ahora del Joint Research Center de la Comisión Europea en Sevilla, con quien he compartido mi interés por el estudio de las implicaciones del cambio técnico sobre el empleo y la sociedad en general. Durante más de una década, los sucesivos proyectos de investigación llevados a cabo con un grupo estable de investigadores de diversos países sobre cuestiones vinculadas con el mundo del trabajo y la política social, coordinados por la Organización Internacional del Trabajo, en Ginebra, me han facilitado acceder a una visión global y comparada del EB, de la que espero se hayan beneficiado estas páginas. Ya terminando, Luis Buendía, especialista en el EB sueco, me facilitó la redacción de parte del capítulo 9 con sus sugerencias, al tiempo que Salvador Salort, me animó, sin saberlo, a escribir este libro con sus sucesivas invitaciones a participar en el ciclo anual de conferencias por él organizadas en la Universidad de Alicante y me hizo pensar que, quizá, la preocupación por el devenir del EB era una perversión compartida por más gente. María Antonia Varas supo buscar tiempo para revisar cuidadosa y estoicamente la última versión del texto. Junto a ellos, muchos otros que, directa o indirectamente, han facilitado mi trabajo durante casi cuatro décadas de labor de investigación y docencia en la Universidad de Salamanca y en los múltiples equipos de investigación en los que he participado, a los que quiero expresar mi agradecimiento, aunque sea de forma anónima y colectiva.
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MECANISMOS DE PROTECCIÓN FRENTE AL RIESGO EN LA HISTORIA
Con el término Estado de Bienestar (EB) se hace referencia a todo el entramado de actuaciones públicas dirigidas a proteger a los ciudadanos (o residentes) de un país de determinados riesgos o contingencias, principalmente el riesgo de desempleo, enfermedad o discapacidad, la pérdida de ingresos asociada a la jubilación o la carencia de ingresos (asistencia social). Junto a estas actuaciones, determinados EB han desarrollado programas para facilitar el acceso a la vivienda y compensar, siquiera parcialmente, el coste asociado a la crianza de los hijos. Por razones de convención estadística, los gastos en educación no se consideran como parte de los gastos en protección social, y por lo tanto frecuentemente no se incluyen en las actividades del EB. Se ha optado así por una perspectiva de la educación que prima su papel como inversión en capital humano (en el argot de la Economía) frente a su rol como mecanismo de nivelación de oportunidades y movilidad social, además de considerarse un elemento central del desarrollo humano al aumentar las capacidades de las personas de llevar a cabo una vida plena. Por otra parte, desde la perspectiva de protección con respecto al riesgo que hemos adoptado en estas páginas, la educación es también un mecanismo para combatir al riesgo de la ignorancia. Por estas razones, en el capítulo 3 se incorporará la educación al repasar el peso del EB en las economías desarrolladas.