CHRISTOPHER HIBBERT
Colección: Breve Historia (www.brevehistoria.com)
Director de la colección: Juan Antonio Cebrián
www.nowtilus.com
Título original: The way of King Arthur
Autor: Christopher Hibbert
Traducción: Sandra Suárez Sánchez de León para Grupo ROS
Edición original en lengua inglesa:
© 2004 ibooks, Inc., New York
Las láminas de The Quest for the Holy Grail de Edwin Austin Abbey
están reproducidas por cortesía de la Boston Public Library.
Edición española: © Ediciones Nowtilus S.L.
Doña Juana I de Castilla 44, 3º C, 28027 Madrid
Editor: Santos Rodríguez
Diseño y realización de cubiertas: Carlos Peydró
Diseño de interiores y maquetación: Juan Ignacio Cuesta
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está pro te gido por la Ley, que establece pena de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quie nes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren pú bli ca men te, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.
ISBN: 978-84-9763-148-8
Libro electrónico: primera edición
AGRADECIMIENTOS
Los editores estamos particularmente agradecidos a CHRISTINE SUTHERLAND por su ayuda desde Londres. Además, nos gustaría dar las gracias a las siguientes personas e instituciones:
W. H. ALLEN PUBLISHERS, Londres.
W. GEOFFREY ASHE.
SUSAN BAKKER.
JACQUES GUIGNARD, Biblioteca de l’Arsenal, París.
Y. DUHAMEL, Biblioteca Municipal de Douai.
MARCEL THOMAS y LE MONNIER, Biblioteca Nacional de París.
MARTIN WITTEK, Bibliotheque Royale, Bruselas. The Bodleian Library, Oxford.
MARGARET GALE, British Information Service Library.
DR. STEIGER, Burgerbibliothek, Berna. City Museum y Art Gallery, Birmingham.
Profesor ROWLAND L. COLLINS, Universidad de Rochester.
JOHN R. FREEMAN Ltd., Londres.
HOFKIRCHE, Innsbruck.
KRUYTER, Koniklijke Bibliothek, La Haya.
The Lambeth Palace Library, Londres.
Landesmuseum, Trier.
The Mansell Collection, Londres.
HOFRAT HANS PAUER, Österreichische National-bibliothek, Vienna.
The Pall Mall Press, Londres.
The Rylands Library, Manchester.
Trustees of the British Museum, Londres.
DR. BECKERATH de la Universitatsbibliothek, Bonn La cita de la página 126 es del libro Arthurian Tradition and Chrétien de Troyes , de ROGER SHERMAN LOOMIS, publicado por Columbia University Press, 1949.
ÍNDICE
Prólogo
EL REY ARTURO,
LA REALIDAD DE UN MITO
C ADA PUEBLO NECESITA SUS HÉROES, personajes valerosos que infunden un ánimo especial por el bien, en detrimento de la oscuridad y las tinieblas. Esos valientes encarnan los mejores valores de la sociedad que los acoge y son el espejo en el que los jóvenes se miran con el secreto anhelo de imitar el comportamiento de aquellos seres casi perfectos, cuyo modelo de vida tanto entusiasma. Quién en al gún momento de su vida no ha soñado con poder emular las proezas del gran rey Arturo y sus caballeros de la Mesa Redonda; quién no ha tenido la necesidad de realizar un viaje iniciático buscando la verdad de su espíritu; quién no ha intentado conquistar el corazón del ser amado; quién no ha reivindicado en alguna ocasión sus raíces y su identidad patria. Por casualidad o no, lo antes expuesto está encerrado tras las murallas de Camelot, la luminosa capital del reino artúrico. Lo cierto es que esta historia épica se ha convertido con los siglos en una referencia obligada para los seguidores de la fantasía y de los ideales más nobles. Pero ¿qué hay de cierto en esta antigua tradición?
En el caso del rey Arturo es difícil desligar su verdadera epopeya con la planteada por cientos de libros, decenas de películas e incontables narraciones populares. Lo poco que sabemos de forma fidedigna es que sobre el siglo V o VI d.C., existió un carismático caudillo angloromano llamado Owain Dantgwyn, cuyo sobrenombre Art (Oso), fue el que finalmente le proyectaría de manera universal hasta nuestros días.
La figura de Arturo ha sido modelada a lo largo de los siglos, primero, por los clérigos amanuenses, luego, por los trovadores y juglares y, más tarde, por narradores románticos y guionistas cinematográficos.
Según aparece en las crónicas elaboradas por el monje Gildas en el siglo VI, existió un jefe tribal que logró, tras muchos combates, unificar a las tribus celtas de Britania; eran los tiempos de la edad oscura y poco o nada de lo acontecido pasaba al papel. Es por tanto mérito de los oradores el que nuestro personaje haya llegado a tan digno puerto. En los siglos IX y X Arturo surgirá de nuevo como guía de los sajones en las eternas luchas de Albión. Libros de gran calado, como la Historia Brittonum o An nales Cambriae , reforzarán la idea de un pasado glorioso para los británicos.
En el siglo XII la Historia Regnum Britanniae de Geoffrey Monmouth asentará la filosofía vital del universo artúrico para que, años más tarde, la gran reina Leonor de Aquitania –madre de Ricardo Corazón de León– encargue a sus trovadores la recuperación total de esta mítica tradición. Serán autores medievales, como Chrétien de Troyes o Robert de Boron, los que darán el impulso definitivo al rey Arturo y los suyos: el mago Merlín, Morgana, Ginebra, así como los caballeros puros de la Mesa Redonda donde destacan Lancelot, Percival… Todos giran en torno a la magia de Excalibur, espada prodigiosa protegida por la dama del Lago, quien en el deseo de dar a Inglaterra el monarca más capaz la incrustará en una roca a la espera de ser extraída por el joven Arturo, el único elegido para regentar el destino escrito por los dioses celtas.
Camelot es la ciudad cuna de los mejores sentimientos humanos, su defensa es vital para contener a las hordas malignas. Los caballeros buscan el Grial como signo de pureza ante los ojos del creador. Y, por si todo falla, queda la enigmática isla de Avalon, la conexión perfecta con la ancestral religión pagana.
Finalmente, en 1469, el escritor Thomas Malory dio el toque definitivo a la mitología artúrica imaginando un apasionado romance entre la reina Ginebra y el caballero sir Lancelot.
En esta obra que usted, querido lector, tiene entre las manos el reputado historiador le descubrirá al verdadero Arturo, desprovisto de armadura medieval y de algunas actitudes que, a buen seguro, sorprenderán a los que se acerquen con inocencia a estas páginas. Y, es que, en ocasiones, si no mostramos receptividad ante la desnuda verdad histórica, conviene seguir soñando. El auténtico rey Arturo seguramente tuvo más de Oso que de caballero, pero lo importante no es eso, lo fundamental es que decenas de generaciones han podido disfrutar con lo planteado por la gozosa leyenda y, de ese modo, millones de jóvenes supieron, tras descubrir el alma de Camelot, que querían ser mejores personas. Eso es lo que cuenta en un mundo actual sumido en la incertidumbre del porvenir.
Juan Antonio Cebrián
20-10-2007
— in memoriam —
Introducción
L OS ROMANCES SOBRE EL REY ARTURO y los caballeros de la Mesa redonda son, probablemente, las leyendas más conocidas del mundo occidental. A la mayoría de nosotros nos han servido como introducción al mundo de la caballería, en el que los caballeros andantes buscaban el honor y la gloria en difíciles expediciones y en el que bellísimas damas observaban a sus amados justar en impresionantes torneos. Se trata de un mundo que nos resulta muy lejano y distante de nuestra insegura sociedad tecnológicamente avanzada.