Notas
1 Geschíchte der LebenJesuforschung, 1.913, 2′ ed. p. 632.
2 Die Entstehung des Christentums aus dem Gnostizísmus, 1.924
3 Die Werkstatt des Markuaevangelisten, 1.924.
4 Epístolas a Lucilius; ep. XLI.
5 Ep. II.
6 Ep. LXVII.
7 Ep. CXV.
8 E. v. Mommsen y Wilamowitz en el Instituto Arqueológico de Alemania XXIII, fac. 3. Chrtstl. Welt 1.899, nº 51.- La sed de salvación que caracteriza esta época encontró una expresión significativa en la cuarta égloga de Virgilio, en donde se alaban las alegrías de la vida campestre. Comp. Jeremías, Babylonisches im Neuen Testament, 1.905, 57 ss. Lletzmann, Der Weltheiland, 1.909.
9 Van der Bergh van Eysinga: Voorchristelgk Cristendom. De voorbereinding van het Evangelie in de Hellentstiche Wereld, 1.918.
10 Exo. IV, 22; Deut. XXXI, 6; Oseas II, 1. 8.- Is. XLIX, 6, 8.
11 Is.XLIX, 6, 8.
12 Ibid. I.I, 16.
13 Is. XLIV, 28, XLV, 1 s.
14 Cumont: Textes et monuments figures relatifs aux mystéres de Mithra, 1.899, vol. 1, 188.
15 Ibid. II, 65, 17 ss.
16 Is. IX, 6; Miq. V, 1
17 Sal. XLVII, 6, 9: LVII, 12.
18 Caps. 45-51.
19 VI, 1 y ss.
20 Comp. Gunkel, Zum religionsgeschichtlichen Verstándnis des Neuen Testaments, 1.903, p. 23, nota 4.
21 Apoc. XXII, Comp. O. Pfleiderer, Das Urchristentum, seine Schrften und seine Lehren, 2ªed. 1.902, vol, II, pp. 54 ss.
22 L. c XII, 3.
23 Ver para los esenios: Schurer: Geschichte des jüdischen Volkes im Zeitalter Jesu Cristi, II, 1.898, 573584.
24 Para las relaciones entre los esenlos y Apocalipsis, comp. Hilgenfeld, Die jüdische Apocalyptik; 1.857, pp. 253 ss
25 Comp. Brandt, Die manddlsche Religton, 1.889; Realen zyklop. f d. protest. Theologie u. Ktrche, XII, 160 ss.: Gunkel 1. c. 18 ss.
26 Comp. Hilgenfeld, Ketzergeschichte des Urchristenturns, 1.884.
27 Gunkel, 1. c. 29.
28 Dan. VII, 13 s.; Apoc. V.
29 Gén. XXXII, 24.
30 Núm. XX, 16, Exo. XIII, 21.
31 Ex. XXXIII, 14, 2 Sam. V, 23.
32 1 Rey. 1, 3; Ez. XLIII, 5.
33 Isa. LXII, 9 ss.
34 Sal. II.
35 Comp. Ghillany, Die Menschenopfer der alcen Hebrder, 1.842, 326-334, Eisenmenger, Entdecktes Judentum, 1.711, 1, 311: 395 ss., Movers, Die Phónizier, 1.841, 1, 328 s.
36 Ex. XXIII, 20 ss.
37 Jos. XXIV, 11, comp. Justin, Contra Tryph. LXXV, 1, CLIII, 5.
38 Jos. V, 2 ss.
39 Talmud de Babilonia, TYatté Baba-Bathra, fol. IX, 2.
40 Jos. VIII.
41 Jos. IV, 4.
42 Jos. VIII, 32. Es evidente que el paso de las aguas (Mar Rojo, Jordán) hace relación al paso del sol por la parte del zodiaco que corresponde al invierno o al agua. La fiesta de pascua se celebraba en el equinocio vernal, fecha en la que el sol abandona la mitad inferior del zodiaco y vuelve a tierra firme en el signo de Aries (cordero), en el punto en que la órbita solar corta el ecuador celeste. La circuncisión era un sacrificio vernal que reemplaza al sacrificio del primer nacido, y los doce hombres tienen relación con los doce signos del zodiaco, que la bendición de Jacob (Gen. XLI)) pone también en concordancia con las doce tribus de Israel. Es necesario ver en todos estos relatos especulaciones astrales, manifiestamente influidas por la astrología babilónica. Para los babilonios, la promulgación anual de las leyes por el dios solar Marduk coincidía también con la fiesta del año nuevo celebrada en el equinocio vernal. (Cons. mi obra: Los astros en la Poesía y en la Religión de los Antiguos y de los primeros Cristianos, 1.923). La naturaleza divina de Josué viene indicada también por el poder que ejerce sobre el sol y sobre la luna, al obligarlos a detenerse. Para Stade, los Samaritanos efraimitas poseerían, en lugar de nuestro libro de Josué, otro con el mismo nombre. El libro samaritano de Josué (Chronicon Samaritanum, ed. 1.848)> fue escrito en el siglo XIII, en Egipto, en lengua árabe, y reproduce un texto más antiguo, redactado en el siglo III antes de nuestra era, conteniendo relatos que no figuran totalmente en nuestro libro de Josué. (Comp. Stade, Geschichte des Volkes Israel, 1.887, 64 ss., 135).
43 Ver Justino, Contra Tryph. XXXVIII, 1.
44 Esdras II.
45 El nombre de Jasios, de tasthal, curar, le designa claramente como curandero y salvador. Por ello se hizo de él un médico capaz aun de resudictar a los muertos, y se le hizo continuar la obra de su divino padre, como el Josué de la Biblia continuó la obra de salvación de Moisés. Como Josué y Jesús, acompañado de doce discípulos (los signos del zodiaco), recorrió el país y realizó milagros sin cuento. Como tal se realaciona también con el héroe griego Jasón que conquistó con sus doce (ó 52)> acompañantes el vellocinio de oro (signo zodiacal de Aries), que era, según Estrabón, venerado en todo el Asia Menor, en Iberia, en Albania, en Tesalea y alrededor del golfo de Corinto, y cuyo culto se vinculaba al de Aries o cordero Phrixus (Stalbo 1, 2; XI, 4, 13. Cmp. mi obra: Los Astros, etc., p. 59 y SS.).
46 Justino, O. c. CXV, 2, CXVI, Stade, O. c. II, 1.888, 126, nota. Hühn, Die messianischen Weissagungen des israelitischen Volkes, 1.889, 62 f.
47 XII, 20 ss. Ver también. Heb. W, 8. 45.-
48 Contra Tryph. 113.
49 Comp. Lev. IV, 16, donde se dice en la versión griega: ho hiereus ho chrtstos: el sumo sacerdotte, el ungido.
50Historia de la Iglesia 1, 3. Recordemos de paso que el nombre de Josué, Jesús, Jasios, Jasón, o al menos la sílaba Jes parece haber designado, durante toda la antigüedad, un ser divino. Según Virgilio (Eneida III, 168)>, Jasius es el nombre del antiguo dios itálico Janus, Quirinus (Padre Jasius del cual desciende nuestra raza). De aquí proviene el nombre de la más antigua moneda romana en bronce, as, eis, jes, que lleva el perfil de Jasius o Janus. Según la Odisea, XVII, 443, Jasus (Jaso) era el nombre de un rey poderoso de la isla de Chipre, cuyo hijo Dmestor es identico a Diomede, nombre bajo el cual los venetos del Golfo Adriático sacrificaban caballos a Jasón. Bajo el nombre de Iskenos que tenía también este dios entre los venetos, Kronos (Saturno-Janus) era celebrado todos los cinco años en Elis, entre los iskenies (Kronias, olimpiadas). Iskenos, se dice, era el amante de Coronis, madre de Esculapio (Jasón). Jes Krishna es el nombre de la novena encarnación de Jesnu o Vishnu, cuyo atributo es un pez, lo que recuerda que Josué es el hijo de un pez, Nun, Ninus, nombre cuya forma primitiva parece haber sido Nin jes. Jes es uno de los nombres del sol. Jesse era el nombre del dios solar de los eslavos del sur. Jasny, en lengua eslava, designa el cielo luminoso, y Jas continúa siendo, aun en nuestros días, un nombre propio entre los pueblos de Crimea y del Cáucaso. Según Hellanicus, este nombre vuelve a aparecer en los nombres de Osiris (Jes-iris o Hes-iris), en Heus, nombre de un dios de los celtas, en Isskander, nombre que los persas daban a Alejandro el Grande, venerado como salvador del mundo, en los nombres de lazyges, yesyges, yezides o yesidas, de un pueblo de Italia del sur relacionado con los venetos. Entre los mahometanos este nombre designa a un herético. Los turcos lo daban a una tribu nómada que detestaban. ella parecía venerar a Jesús-Cristo, pero veneraba realmente a Jes Krishna, y se diferenciaba tanto de los cristianos como de los mahometanos por todo tipo de características religiosas. La madre de todas estas divinidades, cuyo nombre contiene la raiz Jes es una virgen Maya. Mariamna, Maritala, Semíramis, María, es ideéntico a Miriam y ésta, como lo demuestra John M. Robertson, en