María Matilde Ollier - Liderazgo, ciudadanía y gobierno local

por María Matilde Ollier

Aun cuando el conurbano bonaerense configura una franja crucial para la política nacional, los estudios de las ciencias sociales sobre el mismo han comenzado recién en las últimas décadas. Si enfocamos más de cerca en nuestra preocupación, resulta entonces que el perfil de la ciudadanía local ha sido poco explorado por la ciencia política en nuestro país, sobre todo en su relación con los ejecutivos municipales; es decir atendiendo a la perspectiva que los habitantes de un distrito poseen de sus jefes comunales. Trabajos recientes indagan la dimensión local del mismo y apuntan a demostrar la centralidad de los liderazgos en detrimento de las estructuras partidarias y las estrategias de las campañas a nivel comunal (Rodríguez y Gattoni, 2009); la importancia de la política de proximidad de los políticos locales (Annunziata, 2009) y la combinación de estrategias local y nacional en el plano municipal en la elección de 2007 (Rocca Rivarola, 2009). Los dos últimos resultan, a su vez, la continuación cronológica de trabajos anteriores de las autoras sobre los distritos de La Matanza y de Morón (Rocca Rivarola, 2006 y Annunziata, 2006).

Desde la antropología un aporte importante encara el vínculo entre moralidad y política en un distrito del conurbano, introduciendo la moral en el estudio de las relaciones de poder a nivel local (Frederic, 2004). Un trabajo reciente (Ollier, 2010) estudia los liderazgos del conurbano bonaerense desde la llegada de la tercera ola de democratización hasta el año 2007, a partir de su imbricación con los nacionales y provinciales en el marco de las disputas locales por el poder. Finalmente, en este libro Chiaramonte y Vallarino orientan sus miradas hacia los jefes comunales de San Martín a partir de 1983, la primera desde la dimensión estricta de la dinámica política y la segunda desde la gestión del intendente Ivoskus, sin incorporar la perspectiva ciudadana en ningún caso; tarea que heredo y por lo tanto me propongo realizar en estas páginas.

Dado, entonces el estado del arte, cuando quisimos indagar los perfiles de la ciudadanía en un municipio del conurbano y sus posturas en conexión con los jefes comunales, optamos por recurrir a los encuestadores, porque evaluamos que se encontraban en mejores condiciones de ofrecernos un panorama de la visión que tiene la población acerca de los intendentes. Esta realidad académica constituye el punto de partida desde el cual fue pensado el capítulo. De ahí que el mismo reflexiona, de acuerdo a los datos extraídos de un trabajo de campo basado en una encuesta que le encargamos a la consultora Equis, acerca de la percepción de la ciudadanía sanmartinense de sus diferentes jefes comunales.

Para rastrear la visión que la ciudadanía de San Martín tiene sobre sus jefes comunales entre 1983 y 2007, tendremos en cuenta tres dimensiones: la percepción, la información y la memoria sanmartinense en relación a este punto. A los efectos de llevar a cabo la tarea, el capítulo estudia cada uno de los intendentes electos que tuvo el municipio desde el retorno de la democracia, y en cada uno de ellos incursionamos en las tres dimensiones, de acuerdo a cómo surgen del trabajo de campo realizado por Equis. En este sentido preciso aclarar qué inferencias sobre la memoria se pueden hacer con claridad en el caso de los dos primeros jefes comunales y en menor medida del tercero. En cuanto al intendente Ivoskus, la memoria adquiere un papel menos relevante y en cambio resulta más apropiado para sondear con mayor precisión la información y la percepción que de él posee la ciudadanía.

El patrón de exposición se repite a lo largo de estas páginas en tanto el texto recorre las mismas dimensiones en Roberto Debrasi, Antonio Libonati, Carlos Brown y Ricardo Ivoskus. La información recabada y la metodología utilizada para elaborarla surgen de la consultora Equis, a partir de la encuesta encargada, por el Proyecto de Investigación Prioritaria ( PIP ) de la Escuela de Política y Gobierno de la UNSAM , cuyos integrantes son los autores de este libro. Para llevar adelante la encuesta, el grupo le expresó a su director, Artemio López, y a uno de los miembros de su equipo, Martín Romeo, las problemáticas que lo inquietaban para ver cómo encarar una indagación cuyos resultados nos permitiesen dibujar un mapa de la visión que la ciudadanía sanmartinense tiene de sus cuatro jefes comunales electos desde la llegada de la democracia en 1983. De esos encuentros sale el núcleo de la información contenida en este capítulo, cuyos detalles se encuentran en el anexo. De este modo conseguimos una muestra representativa que combina análisis cualitativo y cuantitativo.

El grupo formado por los autores de este libro le planteó a Equis las inquietudes que precisaba explorar y a partir de allí los expertos trazaron un diseño de investigación que siguió diversas preocupaciones; entre ellas se encuentran: la memoria ciudadana sobre el pasado reciente y las inferencias que pueden extraerse de ella; la percepción de los sanmartinenses de sus jefes comunales según el nivel socioeconómico, edad y género de los entrevistados; la información de la ciudadanía sobre la pertenencia partidaria de sus intendentes; las problemáticas que asaltan a los habitantes del distrito y la visualización de la población a propósito del vínculo entre el intendente Ivoskus y las esferas provincial y nacional. A los efectos de ordenar la exposición en este capítulo, primero desarrollamos estas cuestiones en cada caso puntual, esto es, según los diferentes intendentes, para reflexionar al final sobre el conjunto de cavilaciones y de temas desplegados.

Finalmente, el capítulo permite un ejercicio de política comparada en relación a la perspectiva ciudadana de sus jefes comunales en dos direcciones. La primera se vincula con la visión que se tiene de los intendentes, que pese a encontrarse tamizada por el paso del tiempo, permite algunas conclusiones significativas. La segunda dirección habilita para pensar las similitudes y las diferencias con jefes comunales de otras localidades y sus vínculos con los líderes políticos en los niveles nacional y provincial.

El paso del tiempo ha hecho mella, sin duda alguna, en la memoria política de los habitantes de San Martín. El olvido pasa a ocupar un lugar central que se refleja en un simple dato: de manera espontánea, solo el 5% de los entrevistados recuerda la gestión de Roberto Debrasi, la más lejana en el tiempo y la que abrió las puertas a la democracia local. Una vez que se produce la evocación del primer jefe comunal, recién ahí el 27% de ellos rememora su paso por la intendencia; conocimiento que aumenta a partir de los treinta años y es levemente mayor en las mujeres. Traída al presente la figura de Debrasi, su imagen cuenta con 80% de desconocimiento combinado; esto implica total y parcial ignorancia sobre el personaje, algunas personas tienen presente al dirigente pero no lo suficiente como para evaluarlo. Dentro del campo signado por el olvido se sitúa el 71,5% de los consultados que ignora que el ex intendente resultó electo en 1983, mientras que el 26,9% recuerda ese hecho. Dentro de aquellos que se hallan en condiciones de dar su opinión, la imagen de Debrasi resulta negativa en mayor proporción que la positiva tanto si se tiene en cuenta la edad y el género (cuadro 1) como el estrato socioeconómico (cuadro 2) del entrevistado.

Pese a los bajos porcentajes (cuadro 1), el cuadro muestra una evaluación más negativa pero también más positiva entre los hombres que entre las mujeres, siendo parejo en ambos géneros la percepción regular sobre su imagen. Dado que en los dos casos el grado de desconocimiento resulta relativamente similar (59,80% de las mujeres y 62,90% de los hombres) no se puede concluir que la diferencia antes señalada se deba a un mayor conocimiento del ex intendente por parte de los varones. En relación con la edad (cuadro 2) aparece un fenómeno previsible, los más jóvenes niegan conocer (89,70%) a Debrasi en una cifra alta comparada con la ignorancia (39,80%) entre la población que transita de los 45 a los 59 años. Sin embargo, donde los números se vuelven menos imaginables es en el desconocimiento parejo en los ámbitos de población entre 30-44 años (58,30%) y entre 60-74 años (53,30%). Es esperable un incremento de conocimiento desde la juventud hacia la tercera edad, pero eso no ha ocurrido. A su vez, la imagen positiva crece a medida que aumenta la edad, sin embargo la ponderación negativa carece de una tendencia clara pues aparece baja entre los jóvenes (3,00 %), similar entre el segundo sector 30-44 y el cuarto 60-74 y más negativa en la población del tercer sector que va de los 45 a los 59 años. Dadas las diferencias presentadas al interior de la muestra considerada en términos de edad y género, los datos no permiten especular con las razones que se hallan en la base de tales cifras.