Hace unos años apareció la primera edición de este libro, que se presentaba como un curso de introducción a la Sociología, es decir, al conocimiento de algunos aspectos importantes que vertebran el comportamiento humano en la sociedad.
En la revisión y ampliación de esta segunda edición hemos procurado corregir algunas de sus limitaciones, y sin ampliar excesivamente el texto tratamos de poner al día su contenido y bibliografía, añadiendo un apéndice que puede servir de orientación para realizar las clases prácticas sobre la materia. En el contenido hablamos más concretamente de algunos temas de discusión cotidiana, como la globalización, el problema del medio ambiente, la dominación basada en el género, los medios de comunicación actuales o los nuevos movimientos sociales, sin restar protagonismo a lo que nos parece que es el cuerpo central de la disciplina, al que hemos incorporado algunos de los escritos más recientes. En el apéndice dedicado a las prácticas sugerimos ideas que nos han sido útiles a lo largo de estos años para completar la formación de los estudiantes y ponerles en contacto con los problemas reales de la sociedad moderna.
El resto del libro, tanto la presentación como los temas elegidos, nos parece que continúa teniendo validez, aunque somos conscientes de que su enfoque difiere del que presentan otros textos, y su didáctica se aleja sobre todo de los de inspiración funcionalista, tanto por la lógica de exposición como por su carácter instrumental y pedagógico.
PRESENTACIÓN
No deja uno de admirarse de la capacidad que tenemos los humanos de caer en los mismos defectos que algunas veces hemos criticado. Viene esto a cuento de esta introducción a la Sociología que, volens nolens, hemos ido elaborando los autores del trabajo. Porque introducciones a la Sociología hay tantas, de tan diversos colores y con tan distintas pretensiones que probablemente no cabrán en la habitación del lector que dedica en estos momentos su atención a estas páginas. Quizás por eso los profesores siempre nos hemos resistido, con razón, al trabajo monótono, repetitivo y escasamente creativo de elaborar una introducción o un manual de nuestra propia disciplina.
Sin ánimo de enumerar siquiera unas cuantas ni de hacer una clasificación de sus contenidos o estilos, podemos decir que existen introducciones a la Sociología como resultado de la adaptación de ejercicios de oposición a la carrera académica, como nos parece que es la de Víctor Pérez Díaz o la de J. Morales y L. V. Abad; otras son el resultado de una colaboración departamental en aras de atender el programa común de la asignatura, como la que hace años coordinó el profesor Salustiano del Campo en la Universidad de Madrid, la del Departamento de Sociología de la Universidad de Barcelona —esta vez dirigida por los profesores Juan Francisco Marsal y Benjamín Oltra—, o el caso más reciente de la de Valencia coordinada por el profesor Manuel García Ferrando. Algunas, muy pocas, son fruto de encargos «millonarios», como la que hace pocos años encomendó una editorial norteamericana al profesor Anthony Giddens; o de encargos «pobres» como la de Golthorpe destinada a los estudiantes de las universidades africanas. Otras, en fin, constituyen verdaderas piezas originales porque son trabajos congruentes con un proyecto teórico original de autores consagrados: Mannheim, Elias, Berger...; o tienen un marcado carácter ideológico, como las sociologías marxistas de Kelle o Cerroni. Hasta es posible encontrar también introducciones a la Sociología que responden a la necesidad de sistematizar y poner por escrito de manera más o menos coherente y pedagógica largos años de docencia en la materia, como las de Mac Iver y Page, Ferrarotti o Giner, si bien tal pretensión pedagógica no siempre consigue materializarse a causa del hábito que tenemos los académicos de escribir para nuestros colegas.
La que ahora presentamos responde más bien a esta última necesidad, para lo cual nos hemos servido de una multiplicidad de textos con el fin de introducir al lector en el conocimiento de algunas de las ideas, conceptos y estructuras que nos parecen fundamentales en esta disciplina para explicar el funcionamiento de los grupos humanos y de la sociedad en su conjunto.
De acuerdo con ello, hemos dividido el texto en cuatro bloques o apartados. En el primero, que sirve de introducción, hemos querido dejar claro que el contenido del análisis sociológico es la sociedad capitalista occidental (industrial) como estructura y forma de vida, pero que esta sociedad es susceptible de diversas lecturas, representadas originalmente por algunos de los principales fundadores del pensamiento social. En el segundo bloque —el grupo humano y la cultura— tratamos de proporcionar algunos de los conceptos básicos de la materia aceptados hoy día por toda la comunidad científica. Estos conceptos son necesarios para comprender las pautas y el marco de referencia cultural en el que se desarrolla nuestra convivencia humana, así como las formas de aprendizaje y el proceso de socialización mediante el cual nos incorporamos a la vida cotidiana y nos integramos en la sociedad. Estos dos primeros bloques han de dar una idea a los estudiantes de la amplitud y complejidad de la disciplina.
En el tercer bloque nos adentramos en algunos aspectos de lo que se ha convenido en llamar la sociología descriptiva o su equivalente la estructura social. Se trata de explicar algunos de los aspectos fundamentales del funcionamiento de la sociedad, de sus grupos, instituciones o dinámicas sociales. Comenzamos con el análisis de la población y su distribución geográfica, que tiene como centro neurálgico de su actividad el sistema urbano y la ciudad. Pasamos después a discutir el funcionamiento y la evolución de la familia como grupo humano primario y base en la que se sustenta la formación de otros grupos e instituciones mayores de la sociedad. Las clases sociales, la estratificación y la movilidad social son aspectos estáticos y dinámicos del funcionamiento y la actividad de los grupos y personas que contribuyen al cambio social, que es el último capítulo de este apartado y constituye una de las principales finalidades del quehacer sociológico.
Este bloque sobre la estructura social se puede ampliar o abreviar a criterio del profesor o en función de las pretensiones del curso. Así, se podrían haber incluido temas tan importantes como la educación, la religión, el género o el desarrollo económico. Nosotros nos hemos limitado a dar preferencia a la población, la ciudad y el urbanismo como elementos sociodescriptivos de cualquier sociedad, temas a los que hemos añadido la familia y las clases como instituciones clave de la estructura social y una lección sobre la dinámica del cambio social que cierra el bloque.
Por último, hemos dedicado el cuarto apartado a las relaciones sociales. La Sociología estudia la sociedad en su globalidad a través de los grupos humanos y de las instituciones que la conforman, pero todo ello queda cimentado a través de las relaciones que los seres humanos establecemos entre nosotros. Estas relaciones humanas son relaciones de intercambio en las áreas de producción, comunicación y poder, es decir, intercambiamos bienes u objetos, símbolos y poder. Por ello hemos dedicado un capítulo al trabajo y las relaciones de producción, otro a la imagen y la palabra en las relaciones de comunicación y un tercero a la política y las relaciones de poder.