Título original:
Iran: Empire of the Mind
Edición original en inglés: Penguin Books Ltd., 2007
© Michael Axworthy, 2007. All rights reserved
De esta edición:
© Turner Publicaciones S.L., 2010
Rafael Calvo, 42
28010 Madrid
Primera edición: mayo de 2010
www.turnerlibros.com
De la traducción:
© Gregorio Cantera, 2010
Diseño de la colección:
Enric Satué
Ilustración de cubierta:
The Studio of Fernando Gutiérrez
ISBN EPUB: 978-84-15427-38-4
Reservados todos los derechos en lengua castellana. No está permitida la reproducción total ni parcial de esta obra, ni su tratamiento o transmisión por ningún medio o método sin la autorización por escrito de la editorial.
A mi esposa Sally
Das Ewig-Weibliche zieht uns hina
… Sin embargo, cuando comencé a meditar sobre tales afirmaciones, no me parecieron aceptables los argumentos esgrimidos para dar por sentada la grandeza del hombre que, como intermediario de las cosas creadas, próximo a los dioses y señor de las criaturas inferiores por la agudeza de sus sentidos, la clarividencia de su razón y la luz de su inteligencia, se erige en intérprete de la naturaleza, en nexo ineludible entre el tiempo y la eternidad y, al decir de los persas, en vínculo íntimo de unión, insigne epitalamio con el mundo, poco inferior a los ángeles, como nos asegura David. Magníficas consideraciones, sin duda, que no acaban de dar respuesta a la cuestión que nos ocupa…
…Euanthes, el persa, […] afirmaba que el hombre no dispone de una imagen primigenia de sí mismo, sino que muchas de las cosas que se le asemejan revisten sorprendentes formas del todo ajenas: “El hombre es un ser de naturaleza heterogénea, multiforme y cambiante”. ¿Por qué insisto en tales reflexiones? Dado que, por nuestra condición, desde que nacemos podemos llegar a ser lo que bien hayamos decidido, hemos de aceptar que nuestro deber primordial consiste en velar por mantenerla, de forma que nadie pueda decir de nosotros que hemos dejado de lado nuestra posición de privilegio, equiparándonos a los animales y a las sandias bestias… Que, por encima de todo, no hagamos mal uso de la libertad de elección que Dios nos ha concedido, sino que la desarrollemos según nuestro leal y mejor entender. Que una sacrosanta ambición se adueñe de nuestras almas, de forma que jamás nos demos por satisfechos con la mediocridad, y más bien nos afanemos en alcanzar las más excelsas cotas y en dicha tarea pongamos todo nuestro empeño.
Pico DELLA M IRANDOLA
Discurso sobre la dignidad del hombre
Contenido
PREFACIO
LA ASOMBROSA PERSISTENCIA DE IRÁN COMO IDEA
Har kas ke bedanad va bedanad ke bedanad
Ab-e kherad az gombad-e gardun bejahanad
Har kas ke nadanad va bedanad ke nadanad
Langan kharak-e khish be manzel beresanad
Har kas ke nadanad va nadanad ke nadanad
Dar jahl-e morakkab ‘abad od- dahr bemanad.
[Para quien sabe, y sabe que sabe,
al cielo se alza de la mente el corcel.
Quien no sabe, pero sabe que no sabe,
en cojitranco rucio el destino intuye.
Quien no sabe, y no sabe que no sabe,
esclavo ha de ser de semejante desatino.]
Poema atribuido a Naser OD- D IN T USI ,
1201-1274, que se anticipó hace siete
siglos a Donald Rumsfeld
Zonas lingüísticas y tribales correspondientes a regiones tradicionalmente pobladas por las diferentes tribus en los siglos XVIII y XIX .
V iolencia y drama, invasiones, conquistas, batallas y revoluciones, estos son lo s colores de fondo que tiñen la historia iraní, que se remonta a épocas remotas y se extiende sobre territorios muy extensos. Tampoco faltan los correspondientes matices religiosos, geopolíticos e intelectuales, que desencadenaron profundos cambios dentro del país y se abrieron paso en el mundo entero. Con los interrogantes propios de una situación nueva, el Irán de hoy también reclama nuestra atención. ¿Estamos ante una potencia agresora, o ante un país víctima de los tiempos que nos ha tocado vivir? ¿Cuál ha sido la actitud tradicional de los iraníes como pueblo, expansionista o más bien pasiva y defensiva? ¿Cómo es el chiismo iraní: es quietista o, por el contrario, se trata de un movimiento violento, revolucionario y milenarista? Sólo si nos atenemos a los hechos históricos podremos encontrar respuestas para estas preguntas. Irán es, desde tiempos inmemoriales, una civilización extraordinariamente compleja e influyente. No hay una sola faceta de la cultura iraní que, a lo largo de la historia y de un modo u otro, no haya incidido en el devenir de los seres humanos. Pero éste es un fenómeno para el que habitualmente carecemos de explicación, o que simplemente hemos olvidado.
Irán es una nación de marcados contrastes y de contradicciones y situaciones excepcionales. Los que no lo conocen a fondo imaginan un país casi desértico y abrasador, cuando en realidad se trata de un territorio de montañas elevadas y clima frío, junto a zonas de gran fertilidad agrícola y otras de selva subtropical; un país que, gracias a tan variada climatología, puede presumir de una flora y una fauna tan ricas como variopintas. Inmersos en Oriente Medio, rodeados de naciones que hablan árabe, situados entre Irak y Afganistán, Rusia y el Golfo Pérsico, los iraníes se expresan en una lengua indoeuropea. Generalmente, concebimos Irán como una nación homogénea, cohesionada por recios mimbres culturales, cuando lo cierto es que las minorías (azerí, kurda, jangalí, baluchí, turcomana y otras) constituyen casi la mitad de la población. Desde la revolución de 1979, las mujeres iraníes están sometidas a uno de los códigos islámicos más estrictos en lo que a la indumentaria se refiere, lo que explica, en parte, que muchas familias iraníes consientan en que sus hijas estudien y ejerzan una profesión incluso estando casadas, de modo que las mujeres constituyen el sesenta por ciento de la población universitaria. En Irán se alzan algunos de los más sobresalientes monumentos de la arquitectura islámica, al tiempo que se mantienen tradiciones artesanales, como la orfebrería o la manufactura de alfombras, o se recurre al bazar como ámbito para el desarrollo de la actividad comercial. No obstante, poco a poco, la capital, Teherán, ha acabado por rendirse al hormigón, a la saturación del tráfico y a la contaminación. Con la posible excepción de Rusia, pocos pueblos hay que se sientan tan orgullosos de su acervo literario como lo está el iraní, sobre todo en lo tocante a la poesía: son muchos los iraníes que recitan de memoria largos pasajes de sus poemas preferidos, y las máximas de sus poetas más insignes se han incorporado al decir cotidiano. Es una poesía que, por encima de todo, exalta los placeres de la vida: el vino, la belleza, las flores o el embelesamiento sexual. Del mismo modo, la interpretación chií del Islam tiene un fuerte arraigo en las tradiciones populares de los iraníes. El mes de muhárram (de la expiación para los chiíes) , es escenario de manifestaciones religiosas sobrecogedoras, dominadas por un profundo sentimiento de dolor y de reivindicación exacerbada de la traición e injusticia sufridas. Durante estas celebraciones, el recitado en público de poemas religiosos desempeña un papel determinante. Además, la cultura religiosa iraní acoge en su seno a los mulás más severos y fundamentalistas del chiismo. Se trata de un país, por último, que, aun siendo depositario de una venerable tradición monárquica, en la actualidad se proclama república islámica; sin embargo, sólo el 1,4 por ciento de la población asiste a la oración comunitaria de los viernes.