Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta obra son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados de manera ficticia.
Nostradamus
Profecía sobre la separación de Cataluña de España
y su conversión en la Primera República Islámica de Europa
Primera edición: diciembre 2010
Segunda edición: abril 2018
ISBN: 9788417335670
ISBN eBook: 9788417335359
© del texto:
Manuel Martínez
Phyllis Barash
© de esta edición:
, 2018
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Impreso en España – Printed in Spain
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Este libro está dedicado a Max y Jenna.
Algún día comprenderéis que la vida no es más que un sueño. Todos nosotros somos soñadores, soñando sueños… Seguid vuestros propios sueños con pasión, pero respetad siempre los sueños de los demás. Seguid vuestro camino con amor, paz y respeto y todos vuestros sueños podrán hacerse realidad…
«A unque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad soy como bronce que suena o cím balo que retiñe. A unque tuviera el don de la profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; a unque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy».
1 Corintios 13.1
Nostradamus
Mi nombre es Miguel de Nostradamus y me estoy dirigiendo a todos ustedes desde la otra vida. Quiero decirles que ahora mismo es el tiempo correcto para poder cumplir uno de mis anhelos más íntimos. Yo, Miguel de Nostradamus, he esperado por más de seis siglos para poder encontrar este momento. Estoy orgulloso de todos y cada uno de mis logros, pero lo que siempre anhelé fue la posibilidad de tomar unas cuantas hojas de papel en blanco y utilizando el poder de la palabra, ser capaz de entretejer una historia tan fantástica como real y unirlas en un libro de carácter teatral. Ahora, todos ustedes podrán apreciar mi primera novela. Esta será quizás mi más gloriosa realización, más satisfactoria que ninguna otra cosa que haya desarrollado antes.
Durante mi vida como Nostradamus, realicé bastantes cosas de las que me enorgullezco. Mis profecías fueron y aún son notorias por su precisión. Todavía hoy, mis predicciones son escuchadas y tienen gran importancia para muchos. No puede negarse que solo evocar mi nombre provoca interés y curiosidad. No me gustaría parecer arrogante o presuntuoso, pero me atrevo a recordarles que la mayor parte de mis profecías se han cumplido, y aquellas que todavía no lo han hecho, probablemente lo harán. Con más de doscientos años de anticipación, predije la Revolución Francesa, así como la llegada al poder de Napoleón y su posterior caída. Profeticé la Primera Guerra Mundial y la Revolución Bolchevique. Con éxito, predije la guerra civil española y el advenimiento de Franco, la toma de control de Hitler, y como consecuencia de ello, la Segunda Guerra Mundial. Previne sobre el horror de Hiroshima y Nagasaki. Otras de mis profecías han comenzado a cumplirse recientemente en el Oriente Medio. Todos los eventos que he anunciado serán el comienzo de lo que ya se ha dado en llamar la Tercera Guerra Mundial, que inevitablemente conducirá al Armagedón, o al fin del mundo tal y como hoy en día lo conocemos.
Pero ¿por qué ocurren todas estas cosas? ¿Por qué, uno a uno, todos mis augurios se han ido cumpliendo? Deben existir ciertas leyes físicas y metafísicas para que una profecía se convierta en realidad. La necesidad de reparación es un principio de justicia rigurosa que puede ser considerada como la verdadera ley de rehabilitación moral, tanto para las personas como para los países. Esta ley nunca ha sido proclamada por ninguna religión, pero si se enraizara profundamente en las creencias de las masas, podría volverse lo suficientemente poderosa como para interferir, e incluso, impedir el cumplimiento del resto de mis profecías. Tal vez, estas puedan ser oscuras o difíciles de entender, pero de ninguna manera deben considerarse sin sentido. El principal problema radica en el hecho de que la mayoría de las personas insisten en ignorar la verdadera dirección en la que se encamina tanto el mundo como la civilización actual que le dio vida. Les gusta creer que el mundo en que viven ha progresado en los últimos seis siglos, cuando en realidad no ha ido más que en retroceso. Desearía que finalmente entendieran que el tiempo que aparece en mis profecías nunca vuelve a la nada. El futuro, aunque sea difícil de explicar, no ha hecho más que confirmar que mis profecías siempre han sido un hecho. El supuesto progreso de la civilización solo ha ocasionado hambre, miedo, tortura, muerte y la destrucción masiva de los seres humanos.
A través de este libro quiero ayudarles a entender mejor el espíritu humano. Muy pocas personas han sabido esto, pero mis augurios están basados en la numerología. Solo aquellos que puedan descifrar el significado de los números ocultos de los siglos pasados y sean al mismo tiempo capaces de aplicarlos a mis profecías, podrán descifrarlas y entender lo que realmente quieren decir. El número 666 del Apocalipsis y el número 144.000 del mismo Apocalipsis, vibran con el número nueve, y al mismo tiempo pueden acercarles a entender el significado real del número 11. Toda esta información es solo una referencia, para que puedan comprender que un mundo de ciencia sin conciencia, solo conduce a la destrucción del espíritu, y finalmente llevará a la civilización actual a una destrucción automática y sistemática de la raza humana.
La humanidad vive en el tiempo y a la vez vive en la eternidad. La eternidad es perpendicular al tiempo. El pasado, el presente y el futuro no existen. El tiempo tiene un significado real solo si está basado en nuestra experiencia interna. El tiempo que los seres humanos malgastan tratando de comprender lo que les rodea es tan solo una medida de comparación de las experiencias que encuentran en su propio mundo. Aquí es donde todos ustedes deben encontrar la explicación real a todas mis profecías.
Desde aquí, desde este lugar donde estoy ahora, desde esta sublime eternidad sin límites, puedo decirles que los cambios no existen ni pueden producirse. Lo que la Humanidad ha definido como pasado, presente y futuro, no existe. Todos los sucesos que ocurren en la eternidad son preconcebidos. El tiempo dentro de los seres humanos puede variar, pero en la eternidad es invariable. El tiempo no existe en la eternidad, es simplemente un intervalo de la conciencia y ese intervalo, largo o corto, es lo que en el mundo físico se llama percepción. A veces, cuando están en el mundo físico pueden darse cuenta de esto, y es entonces cuando comienzan a percibir ciertas cosas, pero cuando llegan a esta percepción puede ser demasiado tarde. Sin embargo, cuando alcanzan la eternidad pueden entender que una vida no puede determinarse por la cantidad de años que han vivido, sino por lo que han aprendido durante esos años. Entonces, ¿se puede decir que todo está predestinado y nada de lo que te ocurre puede cambiarse? Debo responder con un sí, pero también con un no.
En este, mi libro, donde está mi historia, voy a contarles una de mis profecías que tendrá lugar en el año 2040. Más de la mitad de las personas que hoy están leyendo este libro todavía seguirán vivas para entonces, y podrán comprobar tanto la certeza como la validez de la misma. Una profecía no es más que la predicción de un evento futuro. Cuando se hacen las predicciones, tanto el tiempo como el espacio pueden cambiar; sin embargo, el acontecimiento, de una forma u otra acaba sucediendo. En algunas de las cuartetas que componen mis centurias nueve y diez lo explico, aunque no todos podrán entender lo que están leyendo.