María Isabel Sánchez es locutora, periodista y escritora. A lo largo de su carrera ha publicado diferentes libros, en donde el amor se repitió como temática, aunque abordado desde diferentes historias, experiencias y aventuras.
Se recibió de locutora en el Instituto de Comunicaciones Salesianas (COSAL) y de periodista en la Universidad Católica Argentina. Realizó un posgrado en producción de noticias para TV en la Universidad de Chapel Hill, en Carolina del Norte (EE. UU.). Es corresponsal del Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (CAECOPAZ).
Formó parte de recordados ciclos de TV, como Después de hora y Recuerdos en común (REC), en Canal 9. Fue una de las voces pioneras de Radio 10, y actualmente forma parte del programa Cada mañana (Radio Mitre), conducido por Marcelo Longobardi. En la misma emisora, conduce Encendidos en la tarde. Por su labor como locutora y conductora de radio, ha recibido cinco premios Martín Fierro.
María Isabel Sánchez, 2018
Editor digital: Titivillus
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En este libro María Isabel Sánchez eligió contar las historias de diez parejas unidas por amor del bueno. Paul McCartney y Linda, Pepe Cibrián y Ana María Campoy, Isabel Pantoja y Paquirri, Paul Newman y Joanne Woodward, Jorge Luis Borges y María Kodama, Sandra Mihanovich y Marita Novaro Hueyo son algunas de las personas que viven en estas páginas a través de una autora que nos deleita con relatos de vidas que parecen cuentos.
Foto de Pantoja/Paquirri: Álvaro García Pelayo
Foto de Paul/Linda: AP
Foto de Loren/Ponti: Archivo La Repubblica
Foto de Newman/Woodward: Retrato publicitario de la película The Long, Hot Summer.
Foto de Cibrián/Campoy: Retrato publicitario
Foto de Zorrilla/Perciavalle: Retrato publicitario del musical Diario privado de Adán y Eva.
Foto de Reeve/Dana: Christopher Reeve Homepage
Foto de Borges/Kodama: Pepe Fernández
Prólogo
El diez es un número misterioso, cargado de símbolos. Diez son los mandamientos que Dios legó a Moisés y, desde entonces, el Decálogo de las Tablas de la Ley rige nuestras vidas. Los psicoanalistas y los escritores lidiamos a diario con los diez preceptos fundamentales. Nuestros pacientes, pero también los personajes que creamos en nuestras novelas y cuentos, suelen perderse en este laberinto de diez tortuosos pasadizos. Freud encontró en Moisés una fiel metáfora paterna, el símbolo de la ley que, como un cincel en la piedra, talla los límites de la moral.
Pero el gran interrogante que impulsa los actos más heroicos y nos confronta con las frustraciones más dolorosas es, sin dudas, el amor. María Isabel Sánchez sabe de qué habla cuando habla de amor y pone al alcance de nuestra mano un decálogo impecable del amor, pero no de cualquier amor, sino del bueno. Enumera los valores de estos diez mandamientos amorosos, e ilustra cada ítem con diez de las parejas más célebres de todos los tiempos.
María Isabel, cuya voz amiga nos acompaña cuando la leemos, transporta al lector a la India del siglo XVII para hacerlo estremecer con la atracción que signó la pareja de Shah Jahan y Mumtaz Mahal, inmortalizada en el más grande monumento al amor: el Taj Mahal.
Con la entrañable calidez de los personajes que nos son más cercanos y propios, Sandra Mihanovich se convierte en el ejemplo perfecto de la generosidad, al transformar en acto literal aquello de «te doy un pedazo de mí» cuando le donó un riñón a la hija de su pareja para que pudiera seguir viviendo.
España, Italia, Argentina, Estados Unidos, el amor avanza sin detenerse en fronteras, derribando obstáculos y prejuicios. María Isabel Sánchez sabe cómo contarlo porque conoce el alma humana. No incurre en artificios ni construye paraísos idílicos lejos de los sufrimientos reales. Al contrario, a cada amor le llega su página negra, aquella parte del camino donde el dolor toma revancha y el amor se convierte en una historia heroica, como en el capítulo sobre la solidaridad, en el que María Isabel nos sorprende con los detalles de la relación entre Christopher Reeve y Dana Morosini.
El compañerismo, los ideales, el humor. El decálogo de María Isabel Sánchez hasta se permite agregar un décimo primer mandamiento: el que habla de la amistad.
Amor del bueno nos propone ser mejores. Es uno de esos libros que invitan a trasladar la palabra escrita a la vida cotidiana, el territorio en el que se dirimen los amores: los buenos, los malos y los olvidados.
Amor del bueno consagra a María Isabel Sánchez como una mujer intuitiva y a la vez estudiosa conocedora del juego más vertiginoso que nos toca jugar en esta vida: el juego del amor.
Federico Andahazi
Introducción
La esencia del buen amor
¿Qué es un buen amor? Para responder semejante pregunta, deberíamos primero tener absolutamente claro el concepto de AMOR. Pero sobre este punto las definiciones son infinitas, y como cualquier actividad, sentimiento o emoción humana, no hay un concepto objetivo: desde el punto de vista de nuestra condición de «sujetos», tal objetividad es una mera ilusión. Todo lo que hacemos a lo largo de nuestra existencia estará siempre teñido de nuestra subjetividad. De manera consciente o inconsciente, la apreciación que hagamos de los hechos y de las personas que nos rodeen estará siempre condicionada por las propias experiencias y por cómo hayamos aprendido de cada una de ellas.
Por eso tantas mujeres y hombres podrían percibir el amor, por ejemplo, como un sentimiento que incluye distintas actitudes: celos, vértigo, posesividad y hasta violencia. O bien —en el otro extremo—, el amor puede ser concebido como solidaridad, cuidados, protección y respeto.
Infinidad de profesionales de la psicología han explicado que concebimos el amor de acuerdo a cómo lo hemos aprendido en nuestra infancia, en la familia de origen, con nuestros padres y en nuestro entorno. Sostienen que como en la infancia el amor de los padres suele ser incuestionable, si —por ejemplo— en el entorno familiar ha habido violencia, podríamos haber aprendido que el amor puede incluir malos tratos.
De manera que definir el amor no es tarea fácil, porque para cada uno puede ser algo diferente. Pero hay teorías que han tratado de analizar los componentes del amor de pareja, y una de las más difundidas es la de Robert Sternberg, un psicólogo norteamericano que ha realizado investigaciones científicas sobre la inteligencia, el amor, el odio y la sabiduría.
Sternberg desarrollo la «Teoría triangular del amor», mediante la cual sostiene que deben darse tres elementos para que el amor de pareja exista:
- LA INTIMIDAD, concebida como una suerte de conexión emocional y de confianza que se da entre dos personas.
- EL COMPROMISO, la decisión voluntaria de permanecer junto a otro más allá de las circunstancias favorables o adversas que se presenten y de proyectar un futuro compartido.
- LA PASIÓN, que abarca a la atracción física y el deseo sexual de dos personas.
Según el científico, no todas las parejas logran reunir los tres componentes, y así se dan relaciones que, con alguna carencia, igual lograr mantenerse juntas, pero con vínculos sucedáneos del amor. Por eso hay parejas unidas por el interés, otras solamente por la sexualidad y otras arregladas desde lo puramente racional.
La teoría de Sternberg parece la más cercana a una definición realista del amor, por más que la pasión pueda ser motivada por distintos aspectos del otro que ni el mismo enamorado podría explicar.