La importancia de las Cartas radica en su indudable valor histórico, pues son una fuente inagotable e insustituible de información sobre la vida y la organización social de la Roma de la época y sobre Derecho romano.
Sobrino e hijo adoptivo de Plinio el Viejo, alumno de Quintiliano y amigo de Tácito, de Suetonio y de Trajano, Plinio el Joven se crió y vivió en los círculos sociales y culturales más selectos de Roma de finales del siglo I y comienzos del II; fue nombrado gobernador de Bitinia-Ponto en el año 110. Autor de varias obras hoy perdidas, hasta nosotros han llegado el Panegírico de Trajano y las Cartas, divididas en diez libros. En el presente volumen se recogen éstas, de las cuales los libros I-IX contienen la correspondencia que Plinio mantuvo con numerosos personajes de la época, y el libro X, la oficial entre Plinio y el emperador Trajano. La importancia de las Cartas radica en su indudable valor histórico, pues son una fuente inagotable e insustituible de información sobre la vida y la organización social de la Roma de la época y sobre Derecho romano (en el que Plinio se muestra experto). Constituyen, además, un testimonio de excepción para historiadores de la medicina (descripción de la muerte de su tío, Plinio el Viejo), vulcanólogos (erupción del Vesubio), ingenieros (construcción del canal de Bitinia), estudiosos del arte y arquitectos (descripción de sus villas de recreo) e, incluso, parapsicólogos (descripción de una casa encantada).
Plinio el Joven
Cartas
Biblioteca Clásica Gredos - 344
ePub r1.0
Titivillus 20.08.17
Título original: Epistulae
Plinio el Joven, 2015
Traducción: Julián González Fernández
Introducción y notas: Julián González Fernández
Retoque de cubierta: Titivillus
Editor digital: Titivillus
ePub base r1.2
CAYO PLINIO CECILIO SEGUNDO (en latín Caius Plinius Caecilius Secundus; Como, Italia, 61 - Bitinia, c. 112), conocido como Plinio el Joven, fue un abogado, escritor y científico de la antigua Roma.
Era sobrino de Plinio el Viejo, considerado como el mejor naturalista de la antigüedad. Siendo niño Plinio perdió a sus padres, quedando bajo la tutela de Lucio Verginio Rufo (un influyente general del ejército romano). Posteriormente fue adoptado por su tío Plinio el Viejo, quien lo mandó a estudiar a Roma, con profesores como Quintiliano y Nicetes Sacerdos. Comenzó la carrera de leyes a la edad de 19 años, creciendo su reputación en este campo muy rápidamente. Plinio, siendo un hombre honesto y moderado, fue ascendiendo por el cursus honorum (cargos administrativos civiles y militares de la República).
Fue flamen Divi Augusti (sacerdote del culto al Emperador) en 81, luego decemvir litibus iudicandis (algo equiparable a un juez de lo civil), tribuno militar en Siria (donde conoció a los filósofos Artemidoro y Eufrates), sevir equitum Romanorum (jefe de un escuadrón de caballería) en 84, quaestor imperatoris y questor urbano entre 89 y 90. Fue nombrado tribuno de la plebe en 91, pretor en 93, prefecto (primero de las finanzas del ejército y luego del templo de Saturno), y cónsul suffectus en 100. Entró en el colegio de augures por elección, supervisor del río Tíber y finalmente legatus o gobernador de la provincia Bitinia, donde se supone que murió, probablemente en el año 112. Se puede decir que su carrera es un resumen de todos los cargos públicos más importantes en Roma, y en efecto, Plinio contribuyó a la organización del Imperio en muchos de sus campos.
De sus numerosas cartas (las Epistulae) se deduce su carácter moderado. En una de ellas se dirigió al emperador Trajano y le explicó el procedimiento que seguía para encargarse de las personas a quienes se acusaba de profesar el cristianismo… un procedimiento que el emperador aprobó. A los que negaban que fueran cristianos se les ponía en libertad cuando, como dijo Plinio, «habían repetido la invocación que yo había hecho a los dioses, ofrecido incienso y vino a tu imagen [la de Trajano] […] y, además, maldecido a Cristo». Se ejecutaba a los que resultaban ser cristianos. Trataba al cristianismo como una superstición incómoda y se sorprendía del gran número de denuncias anónimas que se recibían en este campo. Trajano le respondió apoyando su actitud, pero ordenándole que no diera curso a las denuncias anónimas.
Plinio se casó en tres ocasiones, pero no tuvo ningún hijo. Solo de su tercera mujer, Calpurnia (nieta de Calpurnio Fabato), habla con cierta emoción en sus cartas. Era bastante rico y poseía algunas villas en Italia. Las dos que tuvo en su ciudad natal, Como, las llamó Tragedia y Comedia.
NOTAS
[1] Véase Corpus Inscriptionum Latinarum (CIL) V 5262 = DESSAU, Inscriptiones Latinae Selectae (ILS) 2927; 5263; 5667; 5279 = ILS 6728; Suppl Italica I 745.
[2] La preocupación de Augusto por el bajo índice de natalidad, especialmente en las clases elevadas, tuvo su reflejo en las leges Iulia de maritandis ordinibus del 18 a. C. y Papia Poppaea del 9 d. C., que, por una parte, impusieron limitaciones a los solteros (caelibes) y casados sin hijos (orbi) en la aceptación de herencias y legados de los que no eran parientes en primer grado y, por otro, premiaban a los padres con hijos: si eran senadores podían ser candidatos a las magistraturas antes de haber cumplido la edad mínima señalada en otras leyes. Los padres de tres o más hijos alcanzaban el pleno disfrute de estos beneficios. Los sucesores de Augusto concedieron estos beneficios a personas que no tenían tres hijos, por ejemplo, a Livia y a los dos cónsules que propusieron la ley del 9 d. C.
[3] Véase, supra, n.º 1.18; I 19; II 4; III 6; IV 13; V 7; VI 3; 25; 32; VII 18. Las liberalidades de Plinio alcanzaron la considerable cifra de 2 180 000 sestercios, distribuidos de la siguiente manera:
Fundación, mantenimiento y ampliación de una biblioteca en Como, 1 100 000 sestercios (HS); fundación alimentaria en Como, 500 000 HS; un pequeño campo a su nodriza, 100 000 HS; un regalo a Romacio Firmo, 300 000 HS; dote de Calvina, 100 000 HS; regalo a Metilio Crispo, 40 000 HS y regalo a Quintiliano, 40 000 HS.
[4] A. N. SHERWIN-WHITE, The Letters of Pliny. A historical and social Commentary, 2.ª ed., Oxford, Clarendon Press, 1998, pág 149.
[5] V. A. SIRAGO, «La proprietà di Plinio il Giovane», L’Ant. Class. 26 (1957), 40-58.
[6] TÀC., Diál. VIII 1.
[7] Véanse R. P. DUNCAN-JONES, «The finances of the younger Plinius», Papers of British School at Rome 33 (1965), 177-188; G. G. TISSONI, «Nota sul patrimonio immobiliare di Plinio il Giovane», Rendic. del 1st. Lomb., Classe di Lettere, Scienze morali e Storiche 101 (1967), 161-183; R. MARTÍN, «Pline le Jeune et les problèmes économiques de son temps», Rev. Ét. Anc. 69 (1967), 62-97.
[8] Véase J. M. ANDRÉ, «Pensée et philosophie dans les Lettres de Pline le Jeune», Rev. Ét. Lat. 53 (1975), 225-247.
[9] Véase P. GRIMAL, «Deux figures de la Correspondance de Pline: le philosophe Euphratès et el rhéteur Isée»,