JAVIER REVERTE, Escritor y periodista español nacido en Madrid en 1944. Su nombre completo es Javier Martínez Reverte. Cursó estudios de Filosofía y Periodismo. Fue corresponsal en Londres, París y Lisboa, entre otros destinos. Dentro del mundo periodístico ha ejercido diversas funciones tales como ser subdirector del diario Pueblo. También ha sido guionista de radio y de televisión.
Su producción literaria abarca novelas, poemarios y libros de viajes. Es en este género en el que ha cosechado más popularidad: su Trilogía de África (compuesta por El sueño de África, Vagabundo en África y Los caminos perdidos de África) le reportó gran consideración por parte del público. Otros libros de viajes han tratado sobre Centroamérica, el Amazonas, Grecia, Turquía y Egipto.
Aparte de algunos poemarios como Metrópoli y El volcán herido, y ensayos como Dios, el diablo y la aventura, ha tenido éxito con novelas como Todos los sueños del mundo o La noche detenida.
En 2010 resultó gandor del Premio Fernando Lara de novela por Barrio Cero.
Título original: Colinas que arden, lagos de fuego
Javier Reverte, 2012
Editor original: vicordi (v1.0)
ePub base v2.1
Notas
«Volver a las colinas, las praderas, los bosques y los lagos del este de África, después de varios años de ausencia, acelera los latidos del corazón y renueva los fluidos del espíritu. Además de eso, recorrer a pie alguno de sus senderos, igual que lo hicieron los antiguos exploradores, resulta tan emocionante como diferente a otro tipo de viaje. Caminándola, se percibe mejor la esencia de África, que no es otra que la esencia misma de la palabra ¿aventura?».
Diez años después de publicarse Los caminos perdidos de África, Javier Reverte regresa con Colinas que arden, lagos de fuego. Las escalas de este nuevo viaje narran su paso por el fantasmal lago Turkana, en el norte de Kenia, por el Tanganika, en Tanzania, o Chitambo, la pequeña aldea de Zambia donde murió David Livingstone y quedó enterrado su corazón. Javier Reverte, maestro de la literatura de viajes en lengua española, nos relata con una prosa muy personal y alejada de tópicos, su reencuentro con los habitantes y paisajes del África de nuestros días, salpicándolos con pinceladas del pasado del continente negro, del colonialismo europeo y la edad de las exploraciones. Sin caer en el patetismo o la blandura, el autor recoge la cara y la cruz, las sombras y las luces de un continente tan sufrido como hermoso. El humor, la ternura, la épica y la sensualidad se mezclan en este extraordinario libro de viajes de la mano de un escritor inimitable que se ha ganado el afecto de miles de lectores.
Javier Reverte
Colinas que arden, lagos de fuego
Nuevos viajes por África
ePUB v1.0
vicordi26.10.13
Bibliografía
Anderson, Ross, The Forgotten Front (The East Africa Campaign), Tempus, Gloucesterhire, 2004.
Aschan, Ulf, The Man whom Women Loved (The Life of Bror Blixen), Saint Martin’s Press, Nueva York, 1987.
Asher, Michael, Thesiger, Viking, Londres, 1994.
Beard, Peter, The End of the Game, Chronicle Books, San Francisco, 1988.
Benuzzi, Felice, No Picnic in Mount Kenia, The Lyons Press, Connecticut, 1999.
Bierman, John, La leyenda de Henry Stanley, Javier Vergara, Buenos Aires, 1990.
Brown, Monty, Where Giants Trod (The Saga of Kenia’s Desert Lake, Turkana), Quiller Press, Londres, 1989.
Bull, Bartle, Safari, Viking Press, Londres, 1988.
Dugard, Martin, Into Africa (The Dramatic Retelling of the Stanley-Livingstone Story), Batam Books, Londres, 2003.
Graham, Alistair, Yelids of Morning, Chronicle Books, San Francisco, 1990.
Hepburn, Katharine, El rodaje de «La reina de África» (o cómo fui a África con Bogart, Bacall y Huston y casi pierdo la razón), Ultramar, Barcelona, 1990.
Herne, Brian, White Hunters, Owil Books, Nueva York, 1986.
Huston, John, A libro abierto (Memorias), Espasa Calpe, Madrid, 1986.
Jeal, Tim, Livingstone, Penguin Books, Londres, 2001.
Leguineche, Manuel, Thesiger, el último explorador, Seix Barral, Barcelona, 2004.
Livingstone, David, Último diario, Ediciones Grech, Madrid, 1987.
Matthiessen, Peter, Sand Rivers, Viking Press, Nueva York, 1981.
Meinertzhagen, Richard, Army Diary (1899-1926), Oliver & Boyd, Londres, 1990.
—, Kenya Diary, Eland Books, Londres, 1957.
Miller, Charles, The Battle for the Bundu (The First World War in East Africa), McMillan, Nueva York, 1974.
Paice, Edward, Tip & Run (The Untold Tragedy of the Great War in Africa), Phoenix, Londres, 2007.
Pakenham, Thomas, The Scramble of Africa, Random House, Nueva York, 1991.
Selous, Frederick, African Nature, Notes and Reminiscences, McMillan, Londres, 1998.
Stanley, Henry M., Autobiografía, Ediciones B, Barcelona, 2002.
Strachan, Hew, The First World War in Africa, Oxford University Press, 2004.
Viertel, Peter, Cazador blanco, corazón negro, Ediciones del Imán, Madrid, 1997.
A mis compañeros de los paseos africanos
que aquí se relatan
Paulino de la Fuente, Manuel Herrero, Eduardo Martínez,
Juanra Morales, Eduardo Riestra, Manel Vaqué,
mi hermano Jorge y mi hijo Ismael
Me dicen que hay personas a las que los mapas les dejan fríos y me cuesta creerlo.
ROBERT LOUIS STEVENSON,
en unas reflexiones a propósito de
La isla del tesoro
Prólogo
Volver a las colinas, las praderas, los bosques y los lagos del este de África, después de varios años de ausencia, acelera los latidos del corazón y renueva los fluidos del espíritu. Además de eso, recorrer a pie alguno de sus senderos, igual que lo hicieron los antiguos exploradores, resulta tan emocionante como diferente a otro tipo de viaje. Caminándola, se percibe mejor la esencia de África, que no es otra que la esencia misma de la palabra «aventura».
No lo digo en vano. Viajar en largas jornadas de marcha, durmiendo en campamentos al aire libre, o al arrimo de un kraal, o manyatta, recorren en busca de agua o hacia un mercado en donde vender sus reses; y descansas a duras penas, durante la noche, próximo a los rugidos de los felinos y a los chillidos histéricos de las hienas, con duermevelas que te hacen imaginar el jadeo de una fiera cerca de tu garganta. Viajando de tal guisa, gozas de África en estado puro, con asombro y temor al mismo tiempo, disfrutas de un África a la medida humana.
Además de eso, volver después de un largo tiempo de ausencia a las Tierras Altas de Kenia y Tanzania, que tantas veces recorrí en tren y en autobús años atrás, me ofrecía la sensación de que regresaba a una época más joven de mi vida. Quizá porque allí, a 1.800 metros de altura, el aire es libre, dulce y fresco, y extrañamente huele a tormentas venidas de los océanos, como en los días de mi niñez en el campo madrileño. El horizonte, bajo la luz del sol cegador y en las proximidades del Ecuador, se vuelve en esas tierras azul y acuoso: no hay otro color o cualidad para las grandes distancias.