BRAULIO FOZ Y BURGES. Escritor español nacido en Fórnoles (Teruel). En 1791. Estudió Humanidades en su ciudad natal y en la Universidad de Huesca, ciudad en la que luchó contra la invasión francesa durante la Guerra de la Independencia, siendo apresado en el sitio de Lérida y conducido a Francia. Después de la guerra, volvió a Huesca pasando un largo periodo enseñando retórica y latinidad en Cantavieja (Teruel). Más tarde tuvo que emigrar de nuevo a Francia, donde estuvo 12 años exiliado hasta la muerte de Fernando VII. A su regreso, se reintegró a la docencia hasta su jubilación en 1862. Falleció en Borja (Zaragoza) en 1865.
Fue fundador de El Eco de Aragón (1838), el más interesante de los periódicos liberales de los años cuarenta. Es autor de más de medio centenar de libros sobre temas variados. Entre éstos cabe destacar, Plan y método para la enseñanza de las letras humanas (1820), Arte latino sencillo, fácil y seguro (1842), Literatura griega (1849) y Método para enseñar la lengua griega (1857). Corrigió y aumentó el libro de la Historia de Aragón de Antonio Sas, al que añadió un quinto tomo, Del Gobierno y Fueros de Aragón (1848). Dedicó sus últimos años a investigar sobre la religión, siempre desde un punto de vista racionalista y anticlerical, Cartas de un filósofo sobre el hecho fundamental de la religión (1858), Reflexiones a M. Renán (1853) y Los fraciscanos y el Evangelio (1864). También cultivó el teatro, en especial la escritura de comedias, la mayoría aún inéditas. Sin embargo, su fama se debe a la publicación de la novela, Vida de Pedro Saputo (1844), en el que dibuja el retrato de un personaje del folklore oscense, célebre por su astucia y con un estilo que debe mucho a Cervantes. Esta novela está considerada la más importante de la narrativa aragonesa en el siglo XIX y una de las obras más originales de la literatura española de la primera mitad de dicho siglo. Otras obras importantes del autor además de las mencionadas son El testamento de don Alfonso el Batallador (1840) y la Novísima Poética (1859).
Título original: Historia de Aragón III
Braulio Foz y Burges, 1848
Imagen de cubierta: Ilustración del Vidal Mayor, In excelsis Dei Thesauris o Compilatio maior, de Vidal de Canellas entre 1247 y 1252
Imágenes inicio y fin de capítulos de la edición 1848
Diseño de cubierta: emiferro
Editor digital: emiferro
ePub base r2.1
Notas
[a] Esta edición electrónica en formato ePub se ha realizado a partir de la edición impresa de 1848, manteniendose las normas ortográficas y tipográficas de esta (Nota del editor digital).
[b] Tal como figura en la página de entrada de la obra original de 1848, que se inserta al inicio de esta edición, Braulio Foz corrigió, ilustró y aumentó el libro Compendio histórico de los reyes de Aragón, desde su primer monarca hasta su unión con Castilla del autor D. S. A., en 1797, al que añadió un quinto tomo, Del Gobierno y Fueros de Aragón. Es a este desconocido autor, identificado como Antonio Sas, al que, sin duda, denomina «Anónimo».
Como se recordará, el autor ya nos especificó en el primer tomo que: « Desde aquí tomaremos ya la historia y cronología del Anónimo, corrijiendo solamente alguna equivocacion de importancia en el testo, y al fin de cada reinado pondremos las adiciones que nos parezca, señalándolas con una estrellita al principio de los párrafos .» criterio que siguió utilizando también en este segundo tomo (Nota del editor digital).
[e1] « para », errata señalada en el original.
[e2] « del », errata señalada en el original.
[e3] « «Permananecia », errata encontrada en el original.
[e4] « dederecho » en el original (N. del E. D.).
[e5] En la relación ERRATAS IMPORTANTES al final de la edición original de este tomo, donde se indican las erratas de la edición, figura la siguiente « NOTA. Desde la página 224 se ha pasado equivocadamente á la 245 en vez de a 225; pero esta falta en nada altera el testo .» (Nota del E. D.).
[1] Amarrar o sujetar con frenillos (Nota del E. D.).
[2] Hijastro (Nota del E. D.).
[3] Nombre que recibió Sagunto (Valencia) hasta el siglo XIX (Nota del E. D.).
[4] Muchos dudan de que sea la universidad de Huesca la escuela sertoriana; y algunos lo niegan.
[5] Debe referirse, como en tomos anteriores, a Guiena, en la actual Francia, región occitana que comprende los territorios del valle del Garona, y que limita al norte con el Lemosín, al sur con la Gascuña y al sureste con el Languedoc. Corresponde a los actuales departamentos franceses de Gironda, Dordoña y Olt y Garona (en la región de Aquitania) y Olt y Aveyron (en la región de Midi-Pyrénées) (Nota del E. D.).
[6]
[7] Todas las notas aparecidas con anterioridad, en este tomo y en los anteriores —señalizadas con un superíndice entre corchetes—, eran en el original a pie de página, pero las nueve que aparecen en esta MEMORIA —señalizadas con su correspondiente índice entre paréntesis—, remiten al apartado NOTAS al final de esta, quizá por aparecer así en el original del documento presentado a consurso.
Para facilitar su lectura en el punto donde aparecen, y salvar las dificultades que los libros digitales presentan para ese menester, se incluyen, tambien, como el resto de las notas, con su enlace correspondiente entre corchetes, pero dejando todas ellas agrupadas en el apartado NOTAS , tal como aparecen en el original.
Llegando a este apartado, el lector puede saltárselo para seguir la lectura sin haber perdido nada (N. del E. D.).
[8] NOTA (1): Sin advertir casi ha pasado en la historia de estos reinos el caso de la pretensión del conde de Fox, que aunque de poco mérito por los efectos, le tiene muy grande por la ilusión que padeció tan debarate, pues habia un hermano del rey muerto para sucederle; y por las respuestas que los aragoneses y catalanes dieron á sus procuradores.
Desde luego el infante D. Martin era muy amado del pueblo, y aun deseado, porque su hermano el rey D. Juan I. habila sido flojo y trascordado en el gobierno de sus estados; y él era activo, aplicado, justo, magnánimo, y tuvieron á gran dicha estos pueblos, que la muerte de aquel diese lugar á la sucesión de este en una edad tan floreciente como la de 37 años, con un hijo que daba muestras de ser, y fuera en efecto si no muriera, un digno sucesor de los primeros Jaimes y Alfonsos; y con una muy inteligente y acreditada esperiencia en los negocios de la paz y de la guerra. No obstante quiso el de Fox soñar en su derecho á la sucesión, por su muger infanta de Aragón, y envió acá procuradores que en su nombre hiciesen la pretensión á la corona.
A los Aragoneses envió el obispo de Oloron y un famoso letrado llamado Proaire; y ofrecieron de parte de su señor la agregacion de las provincias de Fox y Bearne á la corona de Aragón si le elegian. Mas los aragoneses con su condicion arisca y su carácter grave y fuerte les respondieron, mezclando el desprecio con la sequedad: «Nosotros tenemos rey; y asi solo á su Alteza toca responderos.» No tenian rey propiamente hablando, puesto que aun no habia sido jurado D. Martin; pero como por costumbre inviolable del reino debia suceder este infante hermano de D. Juan, le miraban como á rey; y para lo que era despreciar la vana pretensión del de Fox, tenian rey,