Fernando de Trastámara soñó con unir la península bajo una misma corona y una misma religión, soñó con administrar las Indias y soñó con conquistar Tierra Santa para la cristiandad pero el destino se lo impidió. La historia de los Reyes Católicos es uno de los hitos de la historia de España, completaron la Reconquista venciendo a los nazaríes en Granada, financiaron la expedición de Colón que supuso el descubrimiento y administración de un nuevo continente, unieron bajo un mismo reinado los enfrentados reinos de Castilla Y Aragón y revitalizaron el estamento religioso enfrentándose incluso con la Santa Sede. Pero su reinado no eludió el fracaso: no llegaron a unificar efectivamente España, no conquistaron Tierra Santa y, sobre todo, no fueron capaces de dar a sus dominios un heredero que fuera capaz de completar el titánico proyecto que iniciaron. Breve Historia de Fernando el Católico nos narra esta apasionante historia tomando, de un modo inédito, como referencia, la figura del rey de Aragón. José María Manuel García-Osuna y Rodríguez nos narra la estratégica jugada que supuso el ascenso al trono de los Reyes Católicos. Fernando de Trastámara se impone en la línea sucesoria al legítimo heredero Carlos de Viana que se encuentra en una guerra contra su padre Juan II de Aragón; por su parte Enrique IV de Castilla prefiere a Juana la Beltraneja como heredera, pero al final Enrique IV muere e Isabel, que ya estaba casada con Fernando, asciende al trono de Castilla y ambos se convierten en reyes de Castilla y Aragón. Desde ese momento comienza una campaña por la que se pretende unir políticamente España desde la unidad religiosa, para ello es necesario la conquista de Granada, la expulsión de los judíos irredentos y revitalizar el clero enfrentándose al Vaticano. Tras 1492, su año cumbre, comenzarán los problemas sucesorios de los reyes: las muertes de Isabel y Juan, el desastroso matrimonio de Catalina y la locura de Juana I, casada con Felipe de Habsburgo, deja en manos del infante Luis la sucesión. La muerte del infante siendo un niño dejará el problema sucesorio en manos del hijo de Juana y Fernando: Carlos de Austria.
Motivos para leer la obra:
- El libro es el primer acercamiento a la figura de Fernando, mencionando a los Reyes Católicos pero siempre desde el punto de vista y la actividad del rey de Aragón.
- Pretende acercar al lector una imagen de Fernando sin los mitos que las distintas historias del S. XIX asocian al rey.
- El rigor en las fuentes es absoluto y están justificadas para dotar a la obra del máximo rigor histórico de todos los datos aportados.
- La perspectiva del autor es objetiva y no esconde las actividades y decisiones en las que el gobernante erró o, directamente, fracasó.
El mandato de un rey que, tras la muerte de Isabel I, y sin el apoyo de la nobleza de Castilla, se refugia en Aragón a esperar a su nieto, al que nuca llegará a conocer. Un reinado que contará con sus luces y sus sombras pero que, en líneas generales, será exitoso.
José María Manuel García-Osuna y Rodríguez
Breve historia de Fernando El Católico
Breve historia - 24
ePub r1.3
casc 03.09.15
José María Manuel García-Osuna y Rodríguez, 2013
Retoque de cubierta: casc
Editor digital: casc
ePub base r1.2
Prólogo
TODOS los médicos, de algún modo, somos historiadores. Aunque la anamnesis médica rebasa con creces los límites del quehacer del historiador, el médico se pasa la vida hablando con sus pacientes en un diálogo a la vez diagnóstico y terapéutico. Diálogo en el que persigue dos objetivos: realizar la anamnesis propiamente dicha, historiando el padecimiento que ostenta el paciente con una clara intención diagnóstica; y realizando psicoterapia verbal o logoterapia cuando proceda, en un coloquio de intención terapéutica. Pedro Laín Entralgo ha escrito textos definitivos sobre este apasionante asunto. El trabajo del Dr. García-Osuna y Rodríguez es amplio, está muy bien documentado y está escrito en un castellano claro y rotundo, aunque él es y milita como leonés, sensu stricto. Pero no nos llamemos a engaño; no es un trabajo de divulgación; por el contrario, es una obra para iniciados, aproximándose más al texto universitario y al ensayo especializado que a la simple divulgación de cultura. Personalmente, destacaríamos algunas cuestiones a título prologal.
SIGNIFICADO HISTÓRICO DEL REINADO DE FERNANDO EL CATÓLICO: LA PENÍNSULA IBÉRICA SALE DE LA EDAD MEDIA
El Dr. García-Osuna y Rodríguez destaca este hecho como primordial, dedicándole abundantes datos. No nos cabe la menor duda de que durante el reinado de Fernando el Católico se construyen las bases de la monarquía hispánica, el ente político que sacó a la península ibérica de la Edad Media. Ello se tradujo en hechos notables. En primer lugar, desde el punto de vista territorial, las Coronas de Castilla y de León y de Aragón, unidas, consiguieron en cuarenta años la unificación de muchos territorios de las Españas y fuera de la misma en torno a un único poder real: Reino de Granada, Reino de Nápoles, Reino de Navarra, Norte de África y la América recién descubierta. Y no solo se ampliaron los territorios pertenecientes a la Corona, sino que se aisló y derrotó a Francia en la lucha por la hegemonía; y lo que fue muy importante: se desarrolla una política internacional y diplomática extraordinaria que lleva a mantener tratados y alianzas con la mayoría de los países del Occidente europeo. En segundo lugar, durante el reinado de Fernando el Católico se acometió una importante reforma interna del país que se tradujo en estos hechos: reorganización y modernización del Estado, de su ejército, de su Hacienda y de su burocracia. En tercer lugar, se realizó una uniformización religiosa, con la expulsión de los judíos, la conversión forzosa de los mudéjares y el establecimiento de la Inquisición. No debe extrañar, por tanto, que Baltasar Gracián en su obra El político don Fernando I el Católico dijese que Felipe II al contemplar el retrato de quien había sido su bisabuelo afirmaba: «A este lo debemos todo». Los Reyes Católicos pusieron en marcha un Estado moderno, poderoso, expansivo con neto reforzamiento del poder regio y el desarrollo de una política hegemónica.
LAS BASES DEL CAMBIO: UN PRÍNCIPE MODERNO PARA UNA MONARQUÍA NUEVA
La península ibérica estaba repartida en cinco coronas distintas: de Portugal, de Castilla y de León, de Aragón, de Navarra y la monarquía nazarí asentada en Granada. En este ambiente tan plural, sin embargo, comenzaba a notarse una tendencia a la convergencia de las coronas peninsulares. Frente a la atomización y disgregación del poder, típicos del feudalismo medieval, resurge la idea de unidad nacional tanto en las Españas como en Inglaterra y en Francia. En el concreto caso de las Españas tuvieron gran poder aglutinante dos órdenes de hechos: la implantación de la casa de Trastámara en Aragón y la tupida red de alianzas matrimoniales entre Portugal, Castilla y León, Aragón y Navarra a través del siglo XV. Pero se necesitaba un príncipe, un líder, una persona capaz de unificar el país, expandirlo más allá de sus fronteras, organizarlo y conducirlo con mano férrea. Y surgió el príncipe deseable, encomiado por el propio Maquiavelo, quien vio en Don Fernando la encarnación de su príncipe. El gran maestro del príncipe sería su propio padre Juan II; en efecto, Fernando nunca olvidó el método seguido por su progenitor: el estudio meticuloso de los problemas con frialdad y cálculo; la anticipación a los acontecimientos; la respuesta contundente cuando uno de ellos aparecía de manera inopinada. Pero su padre no era un teórico e involucró a su descendiente, desde su adolescencia, en empresas de hondo calado superior, superiores a sus posibilidades tanto físicas como mentales. Pese a todo, Fernando hacía frente a las responsabilidades que se le imponían con una madurez impropia de su edad; y la primera responsabilidad fue nada menos que ceñir la corona de Sicilia, regentar el condado de Augusta y el ducado de Noto, etc., llegando tras largo y difícil camino a la unificación dinástica de Castilla y de León y de Aragón y a una paz duradera.