• Quejarse

Javier Juárez - Comandante Durán

Aquí puedes leer online Javier Juárez - Comandante Durán texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Javier Juárez Comandante Durán

Comandante Durán: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Comandante Durán" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

La vida de Gustavo Durán podría resumirse en las tres actividades que desempeñó —músico, militar y diplomático—, pero no se le haría justicia, pues sobre su biografía recayó el protagonismo de todo un siglo. Durán fue compositor y músico, discípulo de Falla; amigo de Lorca, Alberti y Buñuel; comprometido simpatizante de la República; intelectual reconvertido en militar por la Guerra Civil y una de las referencias del Ejército Popular. Tras la derrota, exiliado para siempre de su país, vivió con Hemingway en La Habana y estuvo al servicio de la diplomacia estadounidense en algunos de los países más convulsos de América Latina: la Cuba prerrevolucionaria y la Argentina que llevó a Perón a la presidencia. No obstante, fue perseguido por McCarthy durante el período álgido de la caza de brujas, y vivió la contradicción de ser hostigado tanto por el franquismo como por una parte de sus compañeros de armas y destierro. Acabó sus días en Grecia como alto funcionario de las Naciones Unidas, en cuyo nombre supervisó el violento proceso de descolonización del Congo belga.

La historia marcó su vida y la leyenda siempre le acompañó, desde niño. Una leyenda que fabuló sobre su homosexualidad, sobre sus hábitos refinados, sobre su filiación comunista y supuestas actividades en favor de la URSS o sobre ficticias delaciones a la administración norteamericana. La misma vida que alimentaba las páginas más hermosas de dos obras maestras de la literatura del siglo: Por quién doblan las campanas y La esperanza.

La extraordinaria biografía de un hombre extraordinario.

Si no fuera porque a mí me refrena un cierto pudor en el elogio, diría que reunió las dotes del político y del cortesano, del soldado y del hombre de letras.

FRANCISCO GARCÍA LORCA, Tributo a Gustavo Durán

Todos lo adoraban. Nunca he visto una persona con tanta simpatía.

LUIS BUÑUEL

Gustavo es resuelto, activo, apasionado, voluptuoso y terrenal… Es un conversador soberbio, brillante, egotista, magnético.

ANAÏS NIN, Incesto

Piensa simplemente en Durán, que no había recibido nunca instrucción militar, que era un compositor, un niño bonito antes del Movimiento y ahora es un general de Brigada rematadamente bueno. Para Durán ha sido todo tan sencillo y tan fácil de aprender como el ajedrez para un niño prodigio.

ERNEST HEMINGWAY, Por quién doblan las campanas

La Alianza de Intelectuales Antifascistas no sólo agrupa en su seno valores altísimos del pensamiento español, sino que ha dado nombres al frente y héroes a la gloria. Entre aquellos, baste que nombremos al teniente coronel Gustavo Durán, ayer músico —gran músico— hoy uno de los jefes más valientes y valiosos del Ejército Popular.

NICOLÁS GUILLÉN, En la guerra de España

Por lealtad a la vida. Por lealtad a la historia. Porque se han dedicado bibliotecas enteras a otros, menos valientes, menos lúcidos, menos comprometidos con la verdad y con la cultura, menos leales, menos solidarios, menos coherentes, menos justos, menos dignos, menos…

HORACIO VÁZQUEZ-RIAL, El soldado de porcelana

Javier Juárez: otros libros del autor


¿Quién escribió Comandante Durán? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Comandante Durán — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Comandante Durán " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Agradecimientos

El agradecimiento escrito en estas líneas no acierta a expresar la inmensa deuda contraída con las personas e instituciones que han hecho posible, con su colaboración, la elaboración de este libro.

Si el trabajo de escribir es una labor esencialmente individual, no es menos cierto que una biografía requiere, seguramente más que cualquier otro trabajo literario, de la aportación de numerosas personas, cuya información aislada adquiere para el autor un valor complementario confrontado con otros testimonios. En este sentido, ha resultado esencial la ayuda generosa y precisa de las tres hijas de Gustavo Durán, Cheli, Jane y Lucy, sin cuya memoria y documentación no hubiera sido posible descifrar algunos de los episodios menos divulgados de la vida de su padre. Igualmente, resultaron muy valiosas las entrevistas con Pastora Martín-Fernández de la Torre, Gustavo Durán Romero, Pedro Almeida, Gloria García Lorca, Manuel Fernández-Montesinos, Jorge de Persia, Eduardo Aguirre, Horacio Vázquez Rial, Rogelio García Lupo, Albino Gómez, José Israel Cuello, Mirta Núñez, Carlos García Santacecilia y Jacinto Arévalo. Todos ellos contribuyeron con sus recuerdos o sus investigaciones a concretar el perfil a veces difuso de Gustavo Durán Martínez. A todos ellos dedico en estas líneas mi más sincero y profundo agradecimiento.

Respecto a las instituciones, no puedo por menos que reconocer la colaboración del Centro de Documentación de la Residencia de Estudiantes, depositario del archivo personal de Durán, y cuyos fondos documentales constituyen un preciado tesoro no siempre reconocido ni conocido. La misma opinión es extensiva al personal de otros archivos consultados: agradezco a la Fundación Vela Zanetti y a la siempre diligente Patricia su permanente disposición para facilitarme el trabajo, así como a la Fundación Federico García Lorca, a la Fundación Rafael Alberti, al Archivo del Partido Comunista, a la Fundación Manuel de Falla, a la Fundación Pablo Iglesias, a la Fundación Max Aub, al Museo Tomás Morales Moya de Gran Canaria y, muy especialmente, al Museo Néstor de Las Palmas. Gracias a su director, Daniel Montesdeoca, a Lilia Ojeda y a su eficiente equipo comprendí la labor difícil e imprescindible de los pequeños museos por preservar su legado. Sin la colaboración casi siempre anónima de los funcionarios de la Biblioteca Nacional, de la Filmoteca Española, del Archivo Histórico Nacional, del Archivo de la Guerra Civil de Salamanca, del Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares, de los archivos militares de Madrid, Ávila y Segovia, o del Ministerio de Asuntos Exteriores (qué sería de la labor de muchos historiadores sin la estimable ayuda de Pilar Casado), una parte considerable de la información que aparece en esta obra no habría visto la luz. Su labor, tan silenciosa como eficaz, rara vez recibe el elogio que merece.

Por último, quisiera también reconocer la dedicación de mis editores: de Miguel Aguilar, por inspirar y confiar en el proyecto desde un principio, y de Virginia Fernández, por una entrega y profesionalidad que representa una garantía para el autor y el lector. Y, ¡cómo no!, de Carlota y Alfonso, que desde la discreción cumplen con un trabajo a veces tan ingrato como necesario: difundir los libros. A todos debe mucho esta obra, y, en esa misma proporción, todos son responsables de sus aciertos. De los defectos, el autor es el único culpable.

Apéndice

14 DE MARZO DE 1950

SENADO DE ESTADOS UNIDOS

COMITÉ DE RELACIONES EXTERIORES

SUBCOMITÉ DESIGNADO POR LA RESOLUCIÓN

231 DEL SENADO

Washington, D. C.


El subcomité se reúne, prosiguiendo la sesión del 13 de marzo de 1950, a las 9.40, en el despacho 318 del Edificio del Senado, presidiendo el senador Millard E. Tydings (portavoz del subcomité).

Presentes: senadores Tydings (portavoz del subcomité), Green, McMahon y Hickenlooper.

También presente: senador McCarthy.


TESTIMOMIO DEL HONORABLE JOSEPH R. MCCARTHY, SENADOR DE ESTADOS UNIDOS POR WISCONSIN – Resumido


SENADOR MCCARTHY: … Tengo algunos informes de distintos archivos de inteligencia, y creo que parte de este material será de gran interés para este comité. Cada ejemplar de los informes que entrego al comité contiene una copia completa de los archivos. De todos modos, al leerlos, verá usted que he preferido omitir parte del material que se encuentra en su informe de inteligencia, en los ejemplares que irán a la prensa. El comité verá que he borrado secciones de los archivos referidos a… bueno, el propósito resultará obvio para la presidencia.

SENADOR TYDINGS: ¿No los va a leer? ¿Quiere que formen parte de la versión oficial de esta sesión?

MCCARTHY: También quiero que formen parte de la sesión.

TYDINGS: Si quiere, la aplazaremos hasta que todos hayamos tenido ocasión de leerlos.

MCCARTHY: Señor presidente, pretendo leer el documento íntegro.

TYDINGS: Aquí ha hecho constar «Sólo para uso del comité».

MCCARTHY: Aquí está el ejemplar con ciertos fragmentos del informe de inteligencia borrados.

TYDINGS: ¿Dará usted ese ejemplar al senador Lodge, al senador Hickenlooper…? ¿Se lo dará al senador McMahon, al senador Green…? Un momento, senador McCarthy. Sólo nos ha entregado un ejemplar de sus observaciones publicables. ¿Entregará un ejemplar a cada miembro del comité? Senador McCarthy, ¿puedo preguntar si contienen parte del material que leerá?

MCCARTHY: Permítame explicarle. El material que entrego a la presidencia contiene copias de los informes de inteligencia concernientes al hombre al que voy a referirme, Gustavo Durán. Partes del material son de tal carácter que no creo que deban hacerse públicas. Las razones resultarán obvias a la presidencia en cuanto vea qué partes he borrado. Si empiezo explicando por qué no deben salir…

TYDINGS: Yo sólo quería el informe completo. De manera que es correcto decir que lo que usted nos ha entregado para uso exclusivo del comité no es para ser publicado por el comité hasta después de haber tenido la oportunidad de leerlo.

MCCARTHY: Estoy ofreciendo los ejemplares censurados…

TYDINGS: Un momento, senador… Senador McCarthy, se me acaba de hacer una pregunta muy pertinente: «Lo que acaba usted de entregarnos, ¿es una recopilación completa de los archivos de inteligencia sobre el individuo o es una recopilación parcial?».

MCCARTHY: Es todo lo que yo tengo de los archivos. Indudablemente, hay mucho más en los archivos, pero esto es lo más completo que puedo reunir, señor presidente.

TYDINGS: ¿Es todo lo que tiene?

MCCARTHY: Es todo lo que tengo. Entregaría a la mesa las copias fotostáticas, pero me gustaría guardarlas hasta terminar mi declaración.

TYDINGS: De acuerdo, proceda.

MCCARTHY: Ofrezco esto como documento 32. Señor presidente, el comité recordará que mencioné el nombre de Gustavo Durán por primera vez como un riesgo para nuestra seguridad en un discurso que pronuncié en Wheeling, Virginia Occidental, y Reno, Nevada.

TYDINGS: ¿Puedo hacer una pregunta destinada al registro completo de la sesión? No conozco el nombre ni había oído hablar de él, y no leí su discurso de Reno.

MCCARTHY: Se ha perdido algo.

TYDINGS: Le preguntaré si usted sabe, o no, si este hombre está actualmente en el Departamento de Estado.

MCCARTHY: Su situación se verá cuando…

TYDINGS: ¿Está actualmente en el Departamento?

MCCARTHY: Estuvo en el Departamento. Ahora está en las Naciones Unidas, como la presidencia comprobará cuando yo prosiga. He llamado al despacho de Trygve Lie para averiguar de qué se encarga exactamente. Es sorprendente, pero el secretario, o, mejor dicho, el secretario del mismo, me dijo que no podía darme esa información. Comprobé en el Departamento de Estado y conseguí la información, que está en su registro. No obstante, mi inspección física indica que el hombre está en IRO, al parecer en la selección de refugiados en conexión con nuestro programa DP.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Comandante Durán»

Mira libros similares a Comandante Durán. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Comandante Durán»

Discusión, reseñas del libro Comandante Durán y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.