ERNESTO CASTRO CÓRDOBA (Madrid, 1990) estudia Filosofía en la UAM. Trabaja como crítico en Quimera. Ha colaborado en medios como Revista de Occidente, Voz y Letra, Bajo Palabra, Mombaça, salonKritik y Cuadernos del Ivám. Interesado en cuestiones de estética, estudios culturales y teoría de la imagen aplicados especialmente al cine, la poesía y el arte contemporáneo. Ha publicado los libros colectivos de ensayo Bizarro (Delirio, 2010) y Red-acciones (Caslon, 2011). Escribe poesía y tiene un poemario inédito.
A mi madre, por insaciable
Título original: Contra la posmodernidad
Ernesto Castro Córdoba, 2011
Editor digital: Primo
ePub base r1.2
Notas
[1] P. Anderson: Los orígenes de la postmodernidad, Anagrama, Madrid, 2000, p. 126.
[2] Á. Heller & F. Fehér: Políticas de la postmodernidad, Península, Barcelona, 1988, p. 152.
[3] Cfr. A. Doménech, G. Búster, D. Raventós: «Reino de España: las políticas del miedo y el derrumbe electoral del PSOE», Revista Sinpermiso. 14/02/2011. (Disponible online: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3940); C. Lapavitsas et al.: «Crisis en la zona Euro: Perspectiva de un impago en la periferia y la salida de la moneda única común», Revista de Economía Crítica, no. 11, 2011. (Disponible online: http:// revistaeconomiacritica.org/sites/default/files/revistas/nii/RECii_6_Crisis_Zona_Euro.pdf).
[4] Los datos de abril de 2011 son escalofriantes: la economía sumergida en España mueve el 23,3% del PIB, de la cual 161 000 millones son producto de la evasión fiscal.
[5] Cita tomada de F. Basterra: «El mus de Obama», El País, 28 de febrero de 2009, p. 8.
[6] F. Jameson: «Cultura y capital financiero» en El giro cultural, Manantial, Buenos Aires, 1999, p. 183.
[7] A. Giddens: La tercera vía, Taurus, Madrid, 1999, pp. 92 ss.
[8] Cfr. A. Boron: Imperio & Imperialismo, el Viejo Topo, Barcelona, 2003.
[9] M. Hardt & A. Negri: Empire, Harvard University Press, Cambridge, 2000, pp. 171 ss.
[10] Citado en P. Anderson: Las antinomias de Antonio Gramsci, Fontamara, Barcelona, 1981, p. 28.
[11] M. Hardt & A. Negri: op. cit, p. 331.
[12] Cfr. Z. Bauman: La postmodernidad y sus descontentos, Akal, Madrid, 2001.
[13] T. Eagleton: Después de la teoría, Debate, Barcelona, 2005, p. 61.
[14] C. Mouffe: El retorno de lo político, Paidós, Barcelona, 1999, p. 35.
[15] Cfr. S. Critchley: La demanda infinita, Marbot, Barcelona, 2010.
[16] A. Badiou: La ética, Herder, México, 2004, p. 47.
[17] Cfr. S. Žižek: First as Tragedy, Then as Farce, Verso, Londres, 2009.
[18] O. Wilde: El alma del hombre bajo el socialismo y notas periodísticas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2002, p. 15.
[19] Véase el documento elaborado por la Consejería de Trabajo y Asuntos Sociales en Octubre 2007, «Salarios reales: El mismo que hace 20 años» (Disponible online: http://www.mtin.es/es/mundo/consejerias/alemania/publicaciones/Public5/34.pdf).
[20] Con antimodernidad nos referimos a ciertos tópicos y obsesiones reiterativos dentro de la filosofía continental desde mediados de siglo pasado, no a tesis concretas.
[21] S. Žižek: En defensa de las causas perdidas, Akal, Madrid, 2011, p. 104.
[22] G. Vattimo: «Dialéctica, diferencia y pensamiento débil», en Gianni Vattimo & Pier Aldo Rovatti: El pensamiento débil, Cátedra, Madrid, 1990 p. 25.
[23]Ibídem, p. 34.
[24] Cfr. J. Derrida: Cada vez única, el fin del mundo, Pre-textos, Valencia, 2005.
[25] Cfr. F. Duque: «Hacia una ética post-nihilista» epílogo a F. Volpi: Martin Heidegger. Aportes a la filosofía, p. 97 ss.
[26] Cfr. M. Blanchot: La comunidad inconfesable, Arena Libros, Madrid, 1999.
[27] Cfr. J-L. Nancy: La comunidad desobrada, Arena Libros, Madrid, 2001.
[28] T. W. Adorno: Dialéctica Negativa, Akal, Madrid, pp. 80 ss.
[29] Bruno Latour: Nunca fuimos modernos. Ensayo de antropología simétrica, Siglo XXI, Buenos Aires, 2007, p. 77.
[30] Cfr. T. Eagleton: La ilusión del postmodernismo, Paidós, Barcelona, 1997.
[31] J. M. Roca: La reacción conservadora, La linterna sorda, Madrid, 2009, pp. 74 ss.
[32] S. Žižek: «Class Struggle or Postmodernismo?», en Butler, Laclau & Žižek: Contingency, Hegemony, Universality, Verso, Londres, 2000, p. 98.
[33] P. Anderson: Consideraciones sobre el marxismo occidental, siglo XXI, Madrid, 1979, p. 116.
[34] De hecho, el espíritu postmoderno recela de expresiones como «vida digna», por la sencilla razón de que no cree en la existencia de una naturaleza humana y, por tanto, descree de la posibilidad de una realización de las facultades humanas.
[35] E. Fernández Porta & J. L. Pardo: «La cultura de masas en el siglo XXI. Manual de instrucciones» en Quimera, 320/321, julio-agosto de 2010, p. 27.
[36] Cfr. Richard Florida: La clase creativa, Paidós, Madrid, 2010.
[37] Susan Sontag: Ante el dolor de los demás, Alfaguara, Madrid, 2003, p. 128.
Contra la postmodernidad entabla una polémica con las principales contribuciones políticas, sociológicas y filosóficas de los últimos tiempos. Comparecen ante el tribunal pensadores como Zygmunt Bauman, Anthony Giddens, Agnes Héller, Toni Negri, Simon Critchley, Gianni Vattimo, Eloy Fernández Porta y Jean-François Lyotard, entre otros. Se discuten las falacias de la economía neoclásica, el fetichismo de la alteridad radical y la retórica de la diferencia. A esto se añade una ardua polémica con aquella forma de filosofía obsesionada con el suicidio de la razón, la muerte de la metafísica y la superación de la Modernidad. También se debate sobre la crisis del proyecto europeo y sobre movimientos sociales recientes como el 15-M o la primavera árabe.
La tesis principal del libro afirma que la postmodernidad hace tiempo que llegó a su fin, sus categorías no son aplicables a un tiempo como el nuestro, marcado por una grave crisis económica, ecológica y social. Asistimos al regreso de la lucha de clases, la geopolítica, las estrategias neocoloniales, el populismo y el fundamentalismo étnico, cultural y religioso. En este contexto de grandes transformaciones, la apuesta normativa del postmodernismo resulta intelectualmente muy pobre y políticamente inútil. El afán por las cuestiones culturales e identitarias lleva a que muchos de sus autores olviden deliberadamente el análisis económico del sistema. Por este motivo, el postmodernismo resulta ser, en la mayor parte de los casos, una réplica exacta de la ideología neoliberal.
«Castro se enfrenta a auténticas fobias, las de todos nosotros como ciudadanos, y por ello Contra la posmodernidad es un libro desagradable y hostil, necesario y urgente».
ANTONIO J. RODRÍGUEZ
«El libro está escrito de manera anti-posmoderna: directo, claro y preciso, lejos del barroquismo y farragosidad tan habitual en muchos de los estudiosos de la materia. Nos transmite entre otros cómo paradójicamente el metarrelato neoliberal ha colonizado nuestras vidas apelando a los derechos democráticos».
PACO BARRAGAN, Artishock.cl