A Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, a quien deseo con este trabajo dar toda gloria. A mi amada, Natalia Carmona Giraldo, cuyo amor y oraciones diarias han motivado mi existir. A mis queridos padres, José Espinosa Bonilla y Mª Carmen Contreras Arroyo, porque desde el principio me apoyaron e imprimieron en mí el valor de seguir a Cristo. A mis hermanos, David e Ismael, por ser ejemplo constante de entrega y servicio a Dios y a la familia. A mi abuela, Brígida, cuya vejez sólo es el disfraz de un espíritu joven y renovado que rebosa gozo en todo momento. A mi abuelo, Antonio, que ahora disfruta de lo que nosotros aún esperamos, la redención de nuestros cuerpos. A todos los que han invertido en mí, especialmente a mi apreciado director de tesina José Manuel Díaz Yanes.
Y a ti, que tienes valor para leerme.
CONTENIDO
PRÓLOGO………………………………………………………….10
INTRODUCCIÓ N
PARTE I
DIOS PADRE COMO FOCO CENTRAL DEL CULTO CRISTIAN O
A. El monoteísmo judío anterior al Segundo Templ o
B. El monoteísmo judío en el Período Roman o
C. El θεός Neotestamentari o
1. Uso de θεός en la teología paulina
2. Uso de θεός en la teología joánica
D. El objeto de culto de Jesucrist o
1. Interpretación estática
2. Interpretación dinámica
PARTE I I
EL CULTO A CRIST O
A. Antecedentes del culto a Cristo en la adoración veterotestamentaria al ángel de YHWH 49
B. Origen históric o
1. Crítica a las diferentes propuestas históricas
2. Origen helenista
3. Origen judeo-cristiano
a. Análisis del vocablo «Μαρανα θα »
b. Oraciones dirigidas al Cristo-pospascual resucitado
C. Motivo del culto a Jesú s
D. Algunos testimonios extrabíblico s
E. «Εαν τι αιτησητε με εν τω ονοματι μου εγω ποιησω» Jn. 14:14 75
F. Análisis de términos cúltico s
G. Análisis de la expresión «por medio de» (gr. «δια») Jesucristo 83
H. Doxologías a Crist o
PARTE II I
¿CULTO AL ESPÍRITU SANTO ?
A. Origen históric o
1. «Οἱ πνεύματι θεοῦ λατρεύοντες» Filipenses 3:3 87
2. Principales Credos y Confesiones
3. Patrística
B. Análisis de la expresión «en» (gr. «εν») el Espíritu Santo
C. Motivo del silencio cúltico al Espíritu Santo en los escritos neotestamentarios 103
PARTE I V
SUGERENCIAS PRÁCTICA S
CONCLUSIÓ N
BIBLIOGRAFÍ A
PUBLICACIONES EN SERI E
RECURSOS ELECTRÓNICO S
PRÓLOGO
Presentar la obra de un escritor exige dos cosas: informar a los lectores sobre el contenido del libro y decirles quién es el que lo firma.
El libro que presentamos es una obra procedente de una memoria de fin de curso realizada por el autor para la obtención del Grado en Teología en la Facultad de Teología Asambleas de Dios con sede en La Carlota (Córdoba). El trabajo que este libro contiene es investigación diversa, en la que el autor aporta su punto de vista interpretativo acerca de la historia y el desarrollo de la adoración en el culto cristiano.
Como el mismo autor lo dice, «el fin de esta investigación es el de descubrir cómo debiera ser la correcta teoría y praxis de la dimensión trinitaria del culto cristiano y abogar por ellas. Pues una adoración basada en la ignorancia, no es en absoluto adoración. Por consiguiente, nuestro culto a Dios debe hacerse como él lo ha revelado y, no, como nosotros queramos o entendamos». La tarea de investigación aquí ha sido extraordinaria; me consta la ardua labor realizada y las muchas horas dedicadas por el autor a la atenta lectura de tantos libros. No poco mérito tiene el haber contrastado tantas y tan diversas opiniones. Pienso que a José Daniel Espinosa Contreras le ha salido una pieza maestra de erudición y que ahora pone en las manos de los estudiosos de estos temas.
El autor divide su obra en cuatro partes: en la primera parte desarrolla el tema de Dios el Padre como foco central del culto cristiano. En la segunda parte explica cómo debe ser el culto dirigido a Cristo. En la tercera parte contesta la pregunta: ¿se le debe rendir culto al Espíritu Santo? Por último termina su libro exponiendo varias referencias prácticas.
En toda esta obra el autor manifiesta una gran preocupación a causa de las diferencias existentes entre la práctica del culto cristiano en la iglesia primitiva y la práctica en las iglesias contemporáneas; probado a lo largo de sus reflexiones histórico-teológicas que mediante los dogmas trinitario se racionalizó el culto cristiano que formulaba una praxis y una terminología que estaba lejos de hacer justicia con los escritos neotestamentarios. Se ha visto a través de los siglos en toda la historia del cristianismo que en la liturgia cristiana se le ha dado culto indistintamente al Padre, como al Hijo, como al Espíritu Santo. Pero, ¿cuál fue la praxis de la iglesia primitiva? Los primeros cristianos no dieron culto a Jesús ni al Espíritu Santo, sino a Dios Padre mediante Jesús en el Espíritu Santo. Convencidos como estaban de que en Jesús se había abierto una puerta definitiva y nueva en la relación recíproca entre el Padre y los seres humanos, los títulos divinos que se atribuyen a Jesús tienen una función paradójica: al tiempo que revelan su identidad, impiden a los cristianos disponer a su antojo del misterio insondable y abismal del Dios-Padre en él revelado. Jesús no abre totalmente el misterio, pero tampoco lo encierra, más bien, lo entreabre. Cristo es el centinela del ser de Dios-Padre y del ser del ser humano: esta es, pues, la hipótesis defendida en esta obra.
José Daniel, el autor de este libro, es un joven teólogo formado en la Facultad de Teología de las Asambleas de Dios en España. Sus monografías y su participación en las redes sociales sobre temas teológicos son ya muy conocidas por los que gustan de estos temas. Este trabajo, que fue presentado como una memoria o tesina de fin de grado, en el que me cupo la satisfacción de dirigirla, obtuvo una calificación de matrícula de honor.