Pepe Pepillo Pepe - Profecías y eternidad

Profecías y eternidad

Primera edición: 2019

ISBN: 9788417947088
ISBN eBook: 9788417947569

© del texto:

Pepe Pepillo Pepe

© de esta edición:

CALIGRAMA, 2019

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Impreso en España – Printed in Spain

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Mi agradecimiento

Estamos viviendo en tiempos apocalípticos, pero que muy pronto la humanidad entera comenzará a vivirlos con mucha más intensidad, y la idea principal de la creación de este libro es debido a la conversión de su autor, porque Dios le ha puesto en su corazón el dar a conocer los acontecimientos venideros, así como compartir el alimento espiritual, por el que solo Dios nos podrá edificar nuestro Espíritu; porque un Hijo de Dios el cual est é bien alimentado en su Palabra Viva, habrá edificado en la Roca firme en la que esté apoyado, pero no en las arenas de lo que le digan los hombres, y aunque vengan los vientos, las lluvias y tempestades, su casa no se derrumbará, porque eligió edificar en el único lugar en que pueda permanecer.

Así que todo mi agradecimiento al autor de este libro, al Padre Celestial de Jesucristo, por la gracia e inspiración de su Espíritu Santo, al que tiene todos los derechos de autor a la hora de poder escribirlo. Cualquier error que se haya cometido, es del que lo escribe, o que no estuvo muy atento a la hora de recibirlo, gracias por usarme, Padre mío.

Pepe Pepillo Pepe

La declaracion universal de los derechos humanos

Artículo 19

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, y el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Pues bien, debido a este derecho, el cual me respalda para que pueda dar mi opinión, así como me dice la misma Palabra de Dios, por ser un creyente convencido de que la Palabra de Dios descrita en la biblia es la Verdad, es por lo que al ser una persona Espiritual, Dios me permite y respalda con su Palabra, el que pueda hacer y emitir un juicio (1ª de Corintios 2:14-15), no condenación a la persona, porque quién soy yo para condenarla, pero sí contra las doctrinas, y más si estas no son respaldadas por la misma Palabra de Dios, por lo que expongo, pero no lo impongo, el poder llevarte con la misma Palabra de Dios, a darte y compartir contigo, lo que el Espíritu Santo de Dios, ya me reveló. Antes de mi encuentro con Cristo, o de la llamada conversión, la cual tuve yo, tenía una mente mundana, y muy mundana, pero ahora tengo la mente de Cristo, no porque lo diga yo, sino porque me lo dice su misma Palabra, la Palabra de Dios (1ª de Corintios 2:16). Así que eso es lo que voy hacer con los escritos, exponer, y digo exponer y no imponer, porque es cosa de Fe y de Libertad de los demás, el «ACEPTAR O EL NEGAR» y yo, por supuesto, que en esta libertad que a todos nos da Dios, me fío mucho más de lo que me diga la Palabra de Dios, y lo está escrito en ella, que lo que me digan los hombres, con sus opiniones y sus doctrinas. Porque una cosa es ser sabio en tu propia opinión, y otra muy distinta el saber y conocer qué es lo que nos dice y nos revela Dios. Los hay con poco conocimiento e ignorancia en la Palabra de Dios, pero de todo aquello que digan y se exponga, deberán de acompañarlo y respaldarlo con los escritos (Isaías 8:20), pues no son los hombres quienes nos enseñan, sino Dios mismo por medio de la unción de su Espíritu Santo, quien nos llevará a toda la verdad (1ª de Juan 2:27) (Juan 16:13-14-15).

Sueño y figura del rey Nabucodonosor de Babilonia

Tuvo un sueño, por querer saber qué sucedería después de él en tiempos venideros, y vio una imagen gigante que parecía muy potente y brillaba con fuerza. Al ver esta imagen se asustó y le molestaba. (Daniel 2: 1). La cabeza de la imagen era de oro fino; el pecho y sus brazos eran de plata, su vientre y los muslos eran de bronce, sus piernas eran de hierro, y sus pies eran de hierro y barro cocido.

Daniel, un joven profeta judío, y un hombre de oración, cayó de rodillas tres veces al día ante el verdadero Dios y recibió la respuesta. Porque el rey solo quería saber primeramente el sueño que tuvo, y después si se lo decían, de forma acertada, sería creíble su detallada interpretación de él, pero fue después, que al ver que sus magos, astrólogos y adivinos, no se lo acertaban, mandó cortarles la cabeza, y entre toda esa gente se encontraba Daniel y sus dos compañeros más, por lo tanto, peligraban sus vidas: Pero Daniel le dijo al rey: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni adivinos, se lo podrían revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela todos los misterios, y solo él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de ocurrir en los «POSTREROS TIEMPOS». He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama. Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en «El Porvenir», y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser. Tú, oh rey, veías una gran imagen. Esta imagen que era muy grande, y cuya gloria era sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. La cabeza de esta imagen era de oro fino, su pecho y sus brazos de plata; su vientre y sus muslos de bronce; sus piernas, de hierro; y sus pies en parte de hierro, y en parte de barro cocido. y lo que viste de los pies y los dedos de barro cocido de alfarero, y en parte de hierro, será un « reino dividido » ; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste el «hierro» mezclado con «barro» cocido. Y lo que viste de los pies y de los dedos en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será fuerte y en parte fr ágil, pues se mezclarán con alianzas humanas (Las Democracias), pero no se unirán el uno con el otro, pues este sistema de gobierno del hombre será un fracaso, y no puede durar mucho tiempo (Daniel 2:27-28-29-31-32-33-34-35-41-42-43). Y todos aquellos que se burlan y ridiculizan la Palabra de Dios, ya pueden ir echando mano de sus libros de historia, para descubrir lo que ya estaba profetizado y dicho en la Biblia , mucho antes de que sucediera, la cual también comenta que solo el necio dice en su corazón que no hay Dios (Salmos 14:1 y 53:1). Así que no seas un necio, y escudriña, busca y hallarás.

LA INTERPRETACIÓN DEL PROFETA DANIEL A LA LUZ DE LA PALABRA

La cabeza de oro fino el reinado del rey Nabucodonosor del imperio de Babilonia. año 685 a 539 a. c.

Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad. Y donde quiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y las aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo. « TÚ ERES AQUELLA CABEZA DE ORO » (Daniel 2:37-38).

Pecho y brazos de plata Imperio medo-persa.