ELOGIOS PARA
TIERRA DE TODOS
«No se llama “manifiesto” porque sí. En seis capítulos breves, Ramos humaniza a los inmigrantes indocumentados, expone las razones por las cuales debería importarnos y explica por qué la reforma es necesaria ahora. Sobre todo, es un libro inspirador».
—Newsweek
LA OTRA CARA DE AMÉRICA
«Sensato sin dejar de ser apasionado... Acepta una sociedad multicultural y la diversidad, dice Ramos, o date de golpes en la cabeza. Palabras más verdaderas no podrían haber sido dichas, a pesar de que siguen siendo palabras de lucha para muchísimos».
—Kirkus Reviews
CELEBRA
Publicado por New American Library,
Una división de Penguin Random House LLC
375 Hudson Street, Nueva York, Nueva York 10014
Este libro es una publicación original de New American Library.
Copyright © Jorge Ramos, 2016
Penguin Random House respalda los derechos de autor. Los derechos de autor impulsan la creatividad, fomentan voces diversas, promueven la libertad de expresión y crean una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes de derechos de autor al no reproducir, escanear o distribuir parte alguna de este libro en cualquier forma y sin autorización. Así, usted respalda a los autores y permite que Penguin Random House continúe publicando libros para todos los lectores.
Celebra y su logotipo son marcas registradas de Penguin Random House LLC.
Para más información sobre Penguin Random House, visite a penguin.com
EBOOK ISBN: 978-1-101-98967-8
THE LIBRARY OF CONGRESS HAS CATALOGED THE ENGLISH-LANGUAGE EDITION OF THIS TITLE AS FOLLOWS:
Names: Ramos, Jorge, 1958–
Title: Take a stand: lessons from rebels/Jorge Ramos.
Description: New York : Celebra, 2016.
Identifiers: LCCN 2015038892 | ISBN 9781101989630 (hardback)
Subjects: LCSH: Ramos, Jorge, 1958– | Television journalists—Mexico—Biography.
| BISAC: BIOGRAPHY & AUTOBIOGRAPHY/Political. | BIOGRAPHY & AUTOBIOGRAPHY/Editors, Journalists, Publishers. | BIOGRAPHY & AUTOBIOGRAPHY/Rich & Famous.
Classification: LCC PN4973.R36 A3 2016 | DDC 070.92—dc23
LC record available at https://protect-us.mimecast.com/s/oX1gB6CLOgW4so
NOTA DEL EDITOR
En Penguin tenemos el compromiso del publicar obras de calidad y honestas. En ese sentido, nos sentimos orgullosos de poner este libro a disposición de nuestros lectores; en cualquier caso, la historia, la experiencias y las palabras en él contenidas son responsabilidad exclusiva del autor.
Version_2
Para el rebelde en ti.
A mi mamá, la primera rebelde que conocí.
PRÓLOGO
«Debemos tomar partido. La neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima. El silencio ayuda a quien atormenta, nunca al atormentado».
—ELIE WIESEL
T ODOS LOS REBELDES tienen algo en común: enfrentan y confrontan. Enfrentan directamente los problemas y confrontan a quienes se oponen a sus planes. No se permiten el silencio, ni el miedo y no huyen. Sus principios son muy claros:
No te calles.
No te sientes.
No te vayas.
Los rebeldes toman partido. Deciden y actúan.
Lo primero que quisieran los poderosos (o quienes buscan el poder) es que los rebeldes y los periodistas nos calláramos. No hay nada más incómodo para ellos que nuestros retos y nuestras preguntas. Por eso no hay que callarse.
Quienes tienen el poder quisieran vernos sentados. O darnos la orden de sentarnos. Pero la inacción no es una opción. No hay nada más peligroso para una democracia que cuando nos sentamos ante el peligro de ideas discriminatorias y autoritarias. Por eso no hay que sentarse.
Lo primero que buscan los dictadores o líderes autoritarios es sacar del país, enviar al exilio o desaparecer en una cárcel a quienes los retan. La simple presencia es una forma muy poderosa de protesta. Sobrevivir en un ambiente adverso tiene un enorme mérito. Hay que estar convencidos de que, al final, vamos a ganar. Por eso no hay que irse.
Los rebeldes, en pocas palabras, escogen sus peleas y dejan a un lado la neutralidad.
No quiero ser neutral. Por ahí no va la cosa. La felicidad y el amor y el éxito no se encuentran en la neutralidad. Al contrario, esas son distintas formas de rebeldía.
No basta ser neutral, ni en el periodismo ni en la vida.
Todos necesitamos un poquito de rebeldía.
He aprendido de la rebeldía y de los rebeldes a través del periodismo. De hecho, el mejor periodismo es el que se rebela contra el poder y el abuso. Ser objetivo y neutral —solo «profesional»— no basta. El buen periodismo siempre es antagonista del poder.
Me encanta ser periodista. Es la única profesión del mundo cuya descripción incluye el ser rebelde e irreverente. En otras palabras, el periodismo te mantiene siempre joven. Como decía el escritor colombiano y Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, este es el mejor oficio del mundo. Pero podemos y debemos usar el periodismo como un arma para un propósito más alto: la justicia social.
La vida no es nunca un balance perfecto entre dos puntos de vista. No es blanco y negro. La vida no es un montón de datos verificables. La vida no es progresiva, lineal, ni sigue un destino. Tampoco está dividida entre buenos y malos, gobernantes y gobernados, ricos y pobres. La vida no es equidistante, ni justa. Nunca se nos presenta en equilibrios perfectos.
Un argumento no siempre tiene una contraparte moral. La verdad no se alcanza, necesariamente, presentando los dos puntos de vista. La verdad no está en el método. Eso sería muy fácil. La verdad está en otra parte. Y esa es la que, valientemente, tomando partido, tenemos que buscar.
Lo mejor en el periodismo —y en la vida— ocurre cuando tomamos partido: cuando cuestionamos a los que tienen el poder, cuando confrontamos a los políticos que abusan de su autoridad, cuando denunciamos una injusticia. Lo mejor de nosotros surge cuando tomamos partido con las víctimas, con los más vulnerables, con los que no tienen derechos. Y lo mejor del periodismo se da cuando, a propósito, dejamos de pretender que somos neutrales y reconocemos que tenemos la obligación moral de cantarle la verdad a los que están en el poder.
«El periodismo —escribió el novelista Truman Capote— nunca puede ser algo totalmente puro... Las percepciones personales, los prejuicios y nuestro sentido de selectividad contaminan la pureza de la verdad».
La vida no es pura. Sí, estoy argumentando a favor de practicar el periodismo con un punto de vista. Esto significa ser transparente y reconocer ante la audiencia, ante nuestros lectores, que tenemos opiniones y, también, un código de ética. No vivimos en un vacío. Todo el tiempo tenemos que tomar decisiones morales antes de una entrevista, antes de una investigación y antes de una cobertura. Es perfectamente correcto no ser neutral y tomar una posición. Una de las mejores entrevistadoras del mundo así lo cree.
«Yo no me siento, ni lograré jamás sentirme, un frío registrador de lo que escucho y veo —escribió la periodista Oriana Fallaci en su libro Entrevista con la Historia