HISTORIAS POR LA PAZ:
Biografías inspiradoras para lograr un mundo mejor
Colección: Atlas sensible, número 8
© Editorial Saure
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Escritor: Gonzalo Ibarzabal Laka
Ilustrador: Luis Alzueta
I.S.B.N. Epub: 978-84-17486-52-5
Índice
Resumen
El siguiente proyecto es una compilación de la vida de distintas personas. En total 120 personajes cuyas historias son inspiradoras para todos los seres ya sea su género, edad, religión, etnia, ámbito social, económico, político, cultural,… por los distintos valores que se trasmiten. Para ello nos hemos basado en personas que han colaborado sin ánimo de lucro en distintas acciones sociales y que han sido galardonadas por su labor con premios como Gernika por la Paz, Premio Nobel de la Paz, Premio de Solidaridad de Bremen… A continuación, se explica brevemente en que se basa cada premio y mencionan a algunos de los premiados. Finalizaré el trabajo con las ya mencionadas historias que han inspirado a nuestros protagonistas a mejorar la vida de los demás, como ese rayo de sol que ilumina la oscuridad.
Nota: Que algunos de los premiados aparezcan mencionados en la lista de los “Premios por la Paz” no significa que luego vayan a tener su historia particular. Esto se debe por distintos factores: falta de información de algunos de los premiados, repetición de historias o vidas muy parecidas entre unos y otros… Aún así, esto no disminuirá la calidad del trabajo y conseguiremos ampliar el abanico de opciones con la posibilidad de que se trasmitan otros valores junto con la paz, ya sea, el amor, la amistad o la fidelidad.
Preámbulo
La paz, en su sentido más amplio, es sin duda un elemento difícil. Y su complejidad no reside, que también, en la elaboración de una definición consistente si no en la propia naturaleza abstracta del término.
Es por eso que, fruto de su abstracidad inherente, la medición de la paz es una tarea engorrosa y muy proclive a ser examinada con recelo. Eso no frena sin embargo los continuados esfuerzos por distinguir a las figuras más destacadas en este campo, que aun galardonadas todas ellas por sus indudables méritos llegan a ser cuestionadas por todo lo expuesto hasta ahora.
Y es que la paz, permitidme que insista, es una materia complicada, y no en balde ha sido uno de los ejes cruciales del debate filosófico a lo largo de la historia. En el mundo real en cambio, da la sensación de quedar relevada a un segundo plano, es decir, a jugar el papel de un anhelo universal supeditado a otros intereses particulares de fuerza mayor, que a su vez son artífices de la división y de lo que sin duda constituye una evidente contradicción.
Por los mencionados motivos no cometan el error de considerar este trabajo como una mera compilación de personajes condecorados, de historias inspiradoras que a primera vista, al ser examinadas individualmente, dan la impresión de ser heterogéneas y distantes (porque en gran medida lo son) sino de una reflexión encubierta sobre el mismísimo sentido de la paz.
Lo que tenemos ante nosotros es un trabajo atrevido, que aparte de poner de manifiesto las labores de 120 extraordinarias figuras, no todas ellas galardonadas, nos permite visualizar la paz como algo plural e interdimensional, al igual que los premios otorgados en esta materia. He ahí el interés y la riqueza filosófica. Todos los galardones que este trabajo enumera, desde los archiconocidos hasta los más humildes, tratan de reconocer, en ocasiones con manifiestas cargas políticas, las trayectorias o acciones merecedoras de honores basándose en criterios de lo más variopintos y para nada universales que responden al carácter pluridimensional e inmedible de la paz.
La aparición de personajes a menudo controvertidos no es más que la máxima expresión de lo reflejado anteriormente y una flagrante llamada a la reflexión. Y es que… ¿hasta qué punto está ideologizada la paz?
Asier González Martínez
Introducción
En este libro, el autor refleja una serie de ganadores de premios por la paz. Desde el Premio Nobel de la Paz, conocido por su importancia, hasta el Premio Stalin por la Paz. O de personas que no lo han ganado, pero a su entender lo merecen. Todas las personas que aparecen en este libro tienen algo en común, que han sido relacionadas con movimientos o actos a favor de la paz, pero por encima de todo lo que tienen son muchas disparidades. Si bien es cierto, que cada persona que aparece, tiene un motivo resaltado, y que aportan su granito de arena a esta causa, también podemos ver como muchas veces los ganadores de dichos premios por la lucha de su causa pisotean otros valores no menos desdeñables, y todo esto hace que se cuestione dónde están los límites y si la paz es el fin o si la paz es el medio.
Para otorgar estos premios, no tenemos que entender la paz como el término de “paz” a secas, sino a una paz que conlleva convivencia, lucha por la igualdad, derechos de la mujer, educación, defensa y enriquecimiento de bienes comunes, y protección y cuidado del medio ambiente.
Con la creación de estos premios por la paz, se busca otorgar un reconocimiento a todos aquellos que hubieran dedicado su vida a hacer del mundo un lugar mejor. Sin embargo, el perfil de los ganadores ha ido adquiriendo con las décadas tintes cada vez más politizados, lo que se aleja, de la voluntad original, de los propios premios. El hecho de que los premios de la paz, se hayan instaurado tácitamente como un reconocimiento a las buenas intenciones de sus receptores, no es lo único problemático del asunto.
El cambiante y cada vez más amplio concepto de “paz”, que parece premiarse no hace sino, alejarse aparentemente de las intenciones recogidas en el testamento de estos premios. Un claro ejemplo de esto, es como en los primeros años, estos galardones fueron concedidos a instituciones o personas en reconocimiento de su labor de fomento de la paz entre Estados y el desarme, pero esta dinámica cambió considerablemente tras la Segunda Guerra Mundial. Desde la cual apenas se han otorgado premios al reconocimiento de las labores de paz interestatal y el desarme.
Se empezaron a premiar nuevos conceptos: a procesos de paz en curso, a disidentes políticos procedentes de regímenes autoritarios… De esta manera, en el caso de los premios Nobel, el presidente del comité ha llegado a decir, que no se trataba de un premio para logros pasados y que el Comité tenía en consideración los posibles efectos positivos de sus elecciones porque “Nobel quería que el premio tuviera efectos políticos”, por lo que otorgar el premio es, por decirlo claramente, un acto político.
Teniendo en cuenta esto, podemos decir que son igual de innegables el valor para la humanidad de las acciones llevadas a cabo por todos estos premiados y la importancia del reconocimiento, concienciación y fondos para que continúen llevando a cabo estas importantes causas. Sin embargo, muchas de ellas plantean problemas de legitimidad. La división de opiniones sobre la elección de los ganadores de la paz nunca cesa, pues parece haberse convertido en una herramienta para la consecución de fines más allá del mero hecho de premiar un logro palpable.
Si bien es cierto, que es necesario aplicar el filtro de la luz de los tiempos actuales, para incluir bajo este, las nuevas concepciones sobre la paz, que han ido evolucionando hasta nuestros días. Y de esta manera, poder incluir personas merecedoras de un premio por la paz, pero que no son aptas para ganar dichos premios al no cumplir con los requisitos originales. También se debe mantener la idea inicial de reconocimiento a los logros por el desarme, el fin de las guerras y la resolución de conflictos de forma pacífica.