B REVE H ISTORIA
DE LA B RUJERÍA
J ESÚS C ALLEJO
Colección: Breve Historia (www.brevehisto ria.com)
Director de la colección: Juan Antonio Cebrian
www.nowtilus.com
Titulo:Breve Historia de la Brujería
Autor: © Jesús Callejo
© 2006 Ediciones Nowtilus, S.L.
Doña Juana I de Castilla 44, 3° C, 28027 Madrid
Editor: Santos Rodríguez
Responsable editorial: Teresa Escarpenter
Diseño y realización de cubiertas: Carlos Peydró
Diseño de interiores y maquetación: Grupo ROS
Producción: Grupo ROS (www.rosmultimedia.com)
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece pena de prisión y/o rnultas, adcmás de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.
ISBN: 978-84-9763-558-5
Libro electrónico: primera edición
A mi buen amigo Juan Antonio Cebrián, el Gandalf
de las Ondas, quien me animó, como tantas otras veces,
a realizar este proyecto brujeril con toda la ilusión
que él sabe contagiar.
A mi padre, una persona buena, un «brujo moderno» de 82
años que siempre me ha enseñado esa sabiduría popular
que no se encuentra en las universidades.
Índice
Aquelarres, ungüentos amarillos, invocaciones al maligno, machos cabríos, plantas medicinales, conjuros al calor de la lumbre, brujas, duendes, hadas y toda suerte de seres extraídos del imaginario popular, así como lugares en los que usted posiblemente nunca creerá aunque en su interior algo le hace sospechar que existen o existieron.
Mi querido Jesús habla de cosas muy extrañas, eso cualquiera de sus amigos lo reconocemos de inmediato cuando alguien nos interpela o asedia con preguntas referentes a este mago de la comunicación actual. En estos tiempos difíciles divulgar estos asuntos es casi como enfrentarse a doblar el Cabo de Hornos con la simple ayuda de unas velas latinas, las cuales a duras penas se sostienen en el entramado maderamen de nuestro barco cargado de ilusión y esperanza en el futuro. Por eso, Jesús merece, cual caballero medieval, que sus leales le prestemos el servicio de nuestras espadas en cualquier empeño que inicie por hereje que éste sea. Si existe alguien capaz de narrar con destreza un asunto teñido por el negro de la leyenda más terrible, ese es sin duda Callejo con su peculiar y maravilloso estilo literario.
Tras leer esta obra brujeril, el lector comprobará que las hechiceras de antaño ni eran tan malas ni tan siniestras como se las pintó en aquellos siglos de ignorancia y temor a mundos inescrutables y, de paso, aclarará el enigma de numerosos mitos que acompañaron la historia de unas mujeres en su mayoría inocentes que tan sólo pretendían, según los casos, ayudar a su prójimo sin más premio que un agradecimiento.
Callejo es un Druida, estoy convencido de ello, siento un orgullo especial cuando presumo de sus diez años de honrada y sincera amistad, pues sé que los Dioses me han otorgado el privilegio de poder caminar al lado de un depositario del saber. Jesús, mi querido Jesús, acumula dos mil quinientos años de existencia, dado que si creemos en la reencarnación, y por qué no vamos a creer, ya atesora la sabiduría correspondiente a esos siglos.
Seguro que inició su peripecia vital en alguna aldea de las Galias, antes incluso de que éstas se llamaran así. Allí, arropado por la noche pero iluminado por la luna llena, se internaba en el bosque para identificar hierbas medicinales y flores mágicas reuniendo a los jóvenes en torno a los robles sagrados para transmitirles los conocimientos ancestrales del clan. Me lo imagino determinando los días fastos y nefastos del calendario e inculcando a los aprendices las primeras nociones chamánicas.
En vidas posteriores se le pudo ver en compañía de Sócrates, Plinio, Isidoro o de los alquimistas medievales. En esta última época estoy convencido de que recogió escrupulosamente cualquier incidente relacionado con autos de fe o procesos inquisitoriales hacia sus amigas las brujas, guardando dichos aconteceres para ofrecerlos siglos más tarde en un libro como este que usted tiene ahora en sus manos.
Desde los orígenes del hombre hasta nuestros días, las brujas han vivido entre nosotros, se las ha denominado de mil maneras y de otras tantas se las juzgó. Hora es de contar lo que hay de cierto sobre estos singulares personajes incrustados en nuestro acerbo cultural y quién mejor que el brujito Callejo para hacerlo con la pulcritud que todos esperamos en un trabajo de investigación como esta breve pero intensa historia de la brujería. Es momento, por tanto, para dejar que nuestra imaginación sobrevuele los siglos por los que transcurrieron escenas dignas de ser incluidas en la galería grotesca de la humanidad. Sepamos a qué dedicaban sus noches, a quiénes reclamaban mediante pócimas o invocaciones, cómo murieron tras recibir injustas sentencias. Se calcula que no menos de 50.000 mujeres fueron a la hoguera por causa de brujería. El mayor porcentaje de dichas ejecuciones se produjo en la Europa protestante muy en contra de lo que se pueda pensar, ya que el estigma de esta aberración recayó incomprensiblemente en el ámbito católico; acaso en un ejercicio propagandístico sin precedentes proyectado en aquellos siglos de guerras intestinas dentro del seno cristiano. Por mi parte, les dejo en la buena compañía de Jesús Callejo, no me cabe la menor duda de que van a disfrutar con esta imprescindible obra y que la guardarán entre los mejores tesoros de su biblioteca personal. Yo me retiro a mis aposentos dispuesto a poner en práctica una cosilla que he descubierto en este libro, no les digo cuál es, descúbranlo ustedes mismos, pues el siguiente prólogo de breve historia pienso realizarlo subido en una escoba mientras saludo a la luna llena desde un prado secreto en compañía de unas mujeres encantadoras en el mágico sentido de la palabra. Ya saben, esto de tener amigos raros a veces tiene sus ventajas. Lo que no termino de entender antes de realizar mi particular conjuro, es por qué ese magnífico ejemplar de macho caprino que apareció en mi jardín hace unos días me mira con tanta insistencia.
ESTUPIDECES EN TORNO
A LA BRUJERÍA
—¡Tenemos una bruja! —grita el populacho de una población medieval inglesa, llevando consigo a una mujer vestida con harapos a la que han colocado un estrambótico gorro en la cabeza y una calabaza puntiaguda por nariz.
—¡Hemos encontrado una bruja! ¿Podemos quemarla? —pregunta uno de los exaltados campesinos al gobernador de la población.
—¿Cómo sabéis que es una bruja? —pregunta el caballero.