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INTRODUCCIÓN
Entre los días 11 y 25 de Junio de 1996, en seis videos se regis traron ocho testimonios del Diácono Jesús María Pagán.
La Fundación María Reina del Trabajo, por instrucciones de su presidente Sr. Fernando Arrau, hizo posible esta tarea, respond iendo de este modo a un anhelo hondamente sentido por Jesús Pagán: dar a conocer a toda la Familia de Schoenstatt las experiencias vividas en casi cuatro años de estrecha cercanía al Padre José Kentenich y, muy especialmente, el pensamiento del fun dador con respecto a la Misión del 31 de Mayo. Jesús Pagán logra transmitir sus recuerdos de una manera extraordinariamente vivencial.
Para poder ahondar en la comprensión de estos testimonios se preparó la transcripción del audio de los videos en la que natu- ralmente fue preciso realizar ciertas adaptaciones al lenguaje escrito. Sin embargo, en todo momento se procuró respetar la tonalidad expresiva de Jesús Pagán y, sobretodo, la esencia de su pensamiento.
Esta tarea fue realizada por Verónica Matta, quien tuvo a su cargo la corrección de estilo y la edición.
El “contenido” no es un índice sistemático, dado el carácter espontáneo de los relatos en los que van surgiendo numerosos recuerdos que el protagonista asocia con toda libertad. A esto se deben también las repeticiones, que se respetaron porque forman parte de testimonios dados en distintos lugares, tiempos y contextos, y muchas veces entregan nuevos aspectos del mismo contenido . Dicho “contenido” sólo ofrece una idea acerca de los temas tratados más significativos, expresándolos de manera vivencial.
Santiago, Abril del 2014
BIOGRAFÍA DE JESÚS PAGÁN
El Diácono Jesús María Pagán nació el 25 de septiembre de 1937 en la ciudad de Mayagüez, Puerto Rico. Fue el único hijo del matrimonio de Saturnino Pagán Soto y de Monserrate Pagán del Toro, precedido por sus hermanas Sonia Altagracia, Mercedes Altagracia y Myrta Monserrate. En el año 1942, a la edad de cinco años, su familia se trasladó a la ciudad de Aguadilla, cuna de poetas y músicos, conocida por sus hermosas playas y atardeceres.
En Aguadilla, Jesús María realizó sus estudios primarios en una escuela rural. Allí compartió experiencias que le marcaron para toda su vida. El contacto con familias sencillas contribuyó a que en su alma se desarrollara una sensibilidad que le hacía conocer y comprender el mundo interior de las demás personas. También en el área rural disfrutó de la naturaleza y aprendió a admirar los paisajes que le regalaba Dios. Pero tuvo que mudarse al área urbana. Durante sus estudios secundarios se destacó en las actividades culturales de arte y poesía. Fue conocido entre sus compañeros por su habilidad declamando el poema “El Seminarista de los Ojos Negros”. Fue objeto de significativos reconocimientos en las competencias intelectuales en las que participó. Jesús María, ya en su juventud, poseía una personalidad atrayente, abierta y amable, que sumaba a una gran simpatía.
En el año 1956 regresó a su ciudad natal, Mayagüez, para cursar estudios universitarios. Fue admitido al prestigioso Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas. Comenzó así su carrera universitaria que terminó en la no menos exigente Universidad de Puerto Rico, graduándose en el equivalente a una licenciatura en Ciencias Sociales, especializada en Psicología.
En ese tiempo las universidades de Latinoamérica vivían una época de gran ebu llici ón. La juventud trataba de encontrar soluciones a la situación de pobreza extrema y problemas sociales imperantes. Jesús María participaba de las actividades y la vida estudiantil en el Centro de Pastoral Juvenil. Ese centro estaba a cargo de un sacerdote Jesuita de gran renombre en esos años en Puerto Rico, el Padre Antonio González Quevedo. El Padre Quevedo, como se le conocía, de origen español, estuvo antes por muchos años en Cuba, en el Colegio Belén, donde conoció a Fidel Castro. El Padre Quevedo se convirtió en el director espiritua l de Jesús María. Él le ayudó a organizar su vida personal y espiritual. Por esa época, Jesús María consideró la vocación religiosa . Fue éste, un tiempo de grandes decisiones personales. Primó su vocación de formar una familia y servir a Dios desde la vida conyugal junto a su prima Hilda Hernández Pagán.
Al igual que gran parte de la juventud de la época, Jesús María atisbó la solución a los problemas de América Latina en la opción que ofrecía la Revolución Cubana. En el verano de 1959 se trasladó a Nueva York con la idea de sumar sus fuerzas a este Movimiento que tenía apoyos allí. Comenzó a trabajar allá y, en unos meses, a mediados de mayo, regresó a Puerto Rico para unirse en matrimonio con Hilda. La unión se llevó a cabo en la Iglesia La Candelaria, actual Catedral de Mayagüez , el 21 de mayo de 1960. Regresaron a la ciudad de Nueva York el 22 de mayo de 1960, para establecer su residencia. Allí trabajó por dos años como consejero para el “New York City Youth Board”. Esa agencia se dedicaba a la rehabilitación de adolescentes que pertenecían a pandillas juveniles. El 18 de julio de 1961 nació su primera hija, María de Lourdes.
En el año 1962 se trasladó a Milwaukee atraído por las enseñanzas del Padre José Kentenich, fundador de un movimiento que ha servido como fuente a una de las corrientes pedagógico-religiosas de mayor repercusión en nuestro siglo.
Había conocido el Movimiento de Schoenstatt a través de un joven sacerdote brasileño establecido en la parroquia Nues tra S eñ ora de Pompeya en B roo klyn, N.Y. Es te en cuen tro cambió el rumbo de su historia y marcó su vida profundamente y para siempre. Sus preocupaciones y planes sociales fueron la puerta abierta que lo llevó por el camino que la Divina Providencia tenía trazado.