ÁFRIPANIA
ÁFRIPANIA
E. LARBY
Autor: E. Larby
Diseño de cubierta: E. Larby
ISBN: 9789403676753
© Emilio Gutiérrez
Año 2022
DEDICATORIA
A mi esposa por su infatigable ayuda y soporte.
A mis nietos Alexander, Mikaela y Roy porque ellos son el faro que guía mi vida.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
CAPÍTULO I ÁFRIPANIA
Áfripania es una isla estado, ficticia, pero que bien pudo existir.
Situada en una posición estratégica en medio del mar Mediterráneo, concretamente el centro de la isla está situado en el punto geográfico 40º30´32” latitud Norte y 5º88´27” longitud este, en el centro del paralelo 40 y entre los meridianos 5 y 10.
Tiene una extensión de 4 000 km 2 y una población de unos 550 000 habitantes, mide de norte a sur 100 km y 40 km. de este a oeste. Su privilegiada situación geográfica hace que sea un aliado importante para los países que la rodean, pero también una pieza de caza deseada por todos los depredadores.
Su principal industria es el turismo, esta fuente de ingresos hace que su renta per cápita ronde los 37 500 euros, muy por encima de países limítrofes como España (22 000), Italia (26 000) y Francia (31 000) y muy lejos de los países del norte de África que no llegan a los 3 000 euros.
El país, o lo que sea, está estructurado en cuatro
provincias, aunque según quién, lo denominan comunidades e incluso países.
Para nuestros propósitos dividiremos la isla en cuadrantes.
El cuadrante noroeste, está poblado por gentes procedentes de Cataluña y de la región francesa de los Pirineos Orientales, principalmente Perpiñán y Narbona. Estos denominan a su región els Paísos Catalans. Ahí es nada un país dentro de otro país.
Por el contrario, el cuadrante noreste está poblado por descendientes de los habitantes del Norte de África y del próximo oriente, argelinos, tunecinos y libaneses, los antiguos fenicios.
Sin embargo, el cuadrante suroeste está poblado principalmente por gentes provenientes de las regiones andaluzas y levantinas de la cercana España.
El cuadrante sureste, es una amalgama de razas y civilizaciones, sus primeros moradores fueron los fenicios, le siguieron cartagineses y árabes. Y ahora está invadido por marroquíes que entran de forma ilegal y se quedan.
Su capital, Tángerpan, está situada en el oeste, en una bonita ensenada y equidistante de Valencia y Barcelona y es una amalgama de razas, religiones y nacionalidades, ciudad que acoge por igual a todos los ciudadanos, no hay tensiones lingüistas ni nacionalistas, solo se habla castellano y todos los ciudadanos se sienten áfripanos.
Su privilegiada situación geográfica, hace que la isla estado sea cortejada, como aliada, por los países colindantes, pero también como pieza de caza favorita. Es como una gacela rodeada de depredadores.
Esta faceta ha permitido a Áfripania mantenerse independiente, aunque siempre ha sido la vecina España la que ha ejercido mayor influencia sobre ella. No en vano tienen un lazo que las une, el idioma.
Sus costas distan 500km de España, 370 de Francia, 600 de Italia, 481 de Argelia y Túnez y unos 1 000 km del estrecho de Gibraltar.
La historia de esta isla estado ha sido siempre muy convulsa, fue ocupada por fenicios, cartagineses, romanos y árabes.
Cuando Tarig ben Malluk, desembarcó con 1 700 hombres en la bahía de Julia Traducta (hoy día bahía de
Algeciras) en el sur de Hispania, el 27 de abril del año 711,
asentó sus reales en el Yibal al Tarig, o la montaña de Tarig, hoy conocida como Gibraltar.
Esta es una historia de traiciones, venganzas y envidias tan propensas a los habitantes de la Hispania visigoda y que parece haberse incrustado en los genes de los habitantes de ese país y que perdura hasta el día de hoy.
Tarig era uno de los lugartenientes de Abú Abd al Rahmán Musa, que en el año 698 fue nombrado virrey del Norte de África, y que al frente de una flota sometió y
conquistó todas las islas mediterráneas cercanas, entre ellas una a la que llamó Áfripania.
Reinaba en Hispania Rodrigo, que se había proclamado rey destituyendo a Witiza, en una más de las interminables luchas y traiciones que propició una interminable lista de reyes godos, que era nuestro calvario cuando en el colegio nos la hacían memorizar.
Los aristócratas locales, los caciques de ayer y la castapolítica de hoy , habían elegido a Rodrigo en detrimento de Agila II.
Los partidarios de este , como los socialistas de ahora y desiempre , no aceptaron esta decisión y decidieron pedir la intermediación del gobernador de Ceuta, el conde Don Julián, ante el Virrey del Norte de África el ya poderoso Abu Musa, el famoso « moro Musa » de la imaginería popular.
La historia cuenta que D. Julián envió a su hija Florinda, mujer de gran belleza, a la corte visigoda para ser educada.
Rodrigo, el rey, se encandiló con ella, y de buen grado o por la fuerza, la poseyó. Dicen que le prometió matrimonio, promesa que no cumplió. ¿A que me suena esto de no cumplir las promesas, ¡ah a los políticos!?
Los juglares cantaban: Ella dice que hubo fuerza / él que gusto compartido.
El romancero español tan rico y extenso dedicó unos versos al tema.
En Ceuta está D. Julián / en Ceuta la bien nombrada / que por las calles de allende / viene a traer la embajada.
El resultado fue que D. Julián para lavar la ofensa recibida, ofreció al moro Musa barcos y le ayudó a cruzar el estrecho.
Después de alguna que otra intentona fracasada, el 30 de abril de 711, su lugarteniente Tarig desembarcó con 7 000 hombres. Los visigodos estaban guerreando con los levantiscos vascones, ( otros a los que hay que echarles de comer aparte, siempre tan alborotadores ellos ). Esta distracción y la proverbial cachaza de los visigodos, ¡ esto no va a suceder aquí !, ¡esto aquí no pasa ! Hizo que se relajaran, esto es una tormenta de verano, no hay que preocuparse, robaran todo lo que puedan y se volverán a sus casas, etc, etc.
¿Les suena de algo? La pandemia no va a llegar a España, la guerra no va a afectar a la economía española, etc, etc, etc.
Cuando Rodrigo quiso reaccionar , como siempre tarde, mal y nunca como es proverbial en este país una vez llamado España, los invasores se habían reforzado y desembarcado más tropas. En una semana, entre el 19 y el 26 de julio del año 711, derrotaron a los visigodos en la batalla del rio Guadalete.
A partir de esta crucial batalla, las huestes de Tarig, acuñaron la famosa frase : ¡Ancha es Castilla! Y comenzaron una rapidísima expansión por la península; Que ríanse ustedes del blitzkrieg de Alemania en la segunda guerra mundial.
Musa, no se quiso perder la gran fiesta y desembarcó con más tropas, el botín prometía ser interesante. Lo hizo en Cádiz al frente de 18 000 soldados.
Sin prisa, pero sin pausa, fue conquistando las plazas de Medina Sidonia, Carmona, Sevilla, Mérida y Toledo.
Las tropas invasoras se dividieron y Musa, (ahora entiendo yo que siendo niño nos metían miedo diciéndonos: ¡pórtate bien que si no viene el moro Musa!), se dirigió a tomar León, Astorga, Zamora y Lugo. Al jodido del Musa le gustaba viajar y para amenizar el agreste recorrido por Hispania se entretenía masacrando y cortando el cuello a todo visigodo que se encontraba por el camino.
Hay que reconocerle su hazaña, porque que un vejete de 74 años, en solo tres años conquistase todo el reino visigodo, de sur a norte, tiene su mérito (y también demuestra el grado de degradación al que había llegado el reino visigodo). Los romanos habían tardado 200 años en hacer lo mismo, y eso que los romanos tenían el pecho de lata, como se suele decir popularmente.
Musa, como buen padre, repartió sus nuevos dominios entre sus hijos.
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