Elogios para
EN BUSCA DE LA FELyCIDAD
«La historia inspiradora de cómo un hombre increíblemente decidido consiguió llegar con éxito a la sala de juntas y permaneció allí. Se trata de una tremenda lección de tenacidad. Es una historia extraordinaria».
—Donald Trump
«El viaje increíble de vencer lo imposible».
—Los tres doctores, autores de The Pact y We Beat the Street, éxitos de ventas según el New York Times
«Gardner narra la crónica de su largo y doloroso viaje, gratificante en última instancia, desde el interior de la ciudad de Milwaukee hasta el pináculo de Wall Street».
—Publishers Weekly
«Puedes venir de cualquier parte y aun así acabar en un lugar extraordinario. Podrías encontrarte sin hogar, sentirte desvalido, y a pesar de ello convertirte en un líder visionario y un filántropo supercaritativo. Chris Gardner lo hizo y su libro te inspirará a hacer lo mismo, o incluso a superarlo».
—Mark Victor Hansen y Robert G. Allen, coautores de Millonario en un minuto y Cracking the Millionaire Code
«Es real, apasionante, valiente, una historia universal que podría proporcionarnos una nueva comprensión de la creciente distancia entre los que tienen y los que no poseen nada. En busca de la felycidad es un libro que te atrapa y te mantendrá despierto toda la noche».
—Reverendo Cecil Williams, Glide United Methodist
«En busca de la felycidad se centra firmemente en temas universales como la violencia doméstica, la incultura, la enfermedad mental, el abuso de menores, el alcoholismo, la pobreza y el desamparo, a la vez que sirve como una guía auxiliar para todos los que son padres de bebés y necesitan ayuda en la senda de la paternidad».
—Jet
«Esta exitosa historia nos permite atisbar la determinación y la verdad de una vida sin concesiones».
—Upscale
©2015 por HarperCollins Español®
Publicado en Nashville, Tennessee, Estados Unidos de América.
HarperCollins Español es una marca registrada de
HarperCollins Christian Publishing.
Título en inglés: The Pursuit of Happyness
©2006 por Chris Gardner
Publicado por HarperCollins Publishers
Todos los derechos reservados. Ninguna porción de este libro podrá ser reproducida, almacenada en algún sistema de recuperación, o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio —mecánicos, fotocopias, grabación u otro— excepto por citas breves en revistas impresas, sin la autorización previa por escrito de la editorial.
Se reconoce con agradecimiento el derecho para reimprimir las líneas del poema «Mother to Son» de The Collected Poems of Langston Huges por Langston Hughes, Langston Hughes,© 1994 por la herencia de Langston Hughes. Usado con permiso de Alfred A. Knopf, una división de Random House, Inc.
Editora en Jefe: Graciela Lelli
Traducción: Loida Viegas
Adaptación del diseño al español: Grupo Nivel Uno, Inc.
Edición en formato electrónico © Abril 2015: ISBN 978-0-82970-154-8
15 16 17 18 RRD 9 8 7 6 5 4 3 2 1
Dedicado a mi madre,
Bettye Jean
Contenido
Bueno, hijo, te diré una cosa:
la vida no ha sido para mí una escalera de cristal.
Pero todo el tiempo ha habido una escalada…
—«Mother to Son» [La madre al hijo] de Langston Hughes
M i madre siempre me recalcó que las palabras más importantes de nuestra lengua son por favor y gracias. Con esto en mente, me gustaría mostrarles mi agradecimiento a algunas de las personas que me han bendecido al formar parte de mi vida y también me han ayudado con la tarea tan desafiante de intentar escribir este libro.
Mi primer reconocimiento va para el equipo de Gardner Rich & Company (GRC), que me permitió usar el tiempo, el espacio y la amplitud de movimientos emocional requerida para mirar en retrospectiva mientras ellos esperaban. Quiero darle las gracias en especial a Collene Carlson, presidenta de GRC, por cubrirme la espalda y apoyarme durante los últimos doce años.
Tengo que hacer público mi agradecimiento personal a Lynn Redmond, mi chica del programa de noticias 20/20 de ABC. Fue su pasión por una parte del viaje de mi vida la que hizo que tantas bendiciones y oportunidades se convirtieran en realidad. Asimismo, debo darle las gracias a Bob Brown, también de 20/20. Bob llevó un poco lejos lo de «meterse en la cabeza del sujeto». ¡Él y yo tenemos el mismo barbero!
En una ocasión, Quincy Troupe me hizo objeto de un malicioso cumplido diciéndome que estaba tan loco como su anterior protagonista, Miles Davis. ¡Desde luego que lo tomaré como un cumplido! Fue Quincy quien me ayudó a abrir todas las puertas de mi mente que había procurado mantener cerradas.
Mim Eichler Rivas me ayudó a sincerar mi alma. Quincy escribió lo sucedido; Mim plasmó cómo se percibió lo ocurrido. Si hay algún sentido de sentimiento, pasión o sueños en todo esto, se debe a Mim.
Dawn David, de Amistad, mi brillante editora que no sabe nada de mis andanzas ni le importan lo más mínimo, también ha sido vital para este libro. Desde el primer momento en que nos conocimos supe que «era ella», sin tener la menor duda ni la necesidad de reconsiderarlo. Cuando nos encontramos, el último libro que ella había publicado iba camino de conseguir el premio Pulitzer. ¡Como he dicho, no tuve ni un asomo de duda! Y gracias también a los demás aplicados trabajadores de Amistad: Rockelle Henderson, Gilda Squire, Morgan Welebir, así como los equipos de producción y diseño.
Le estoy eternamente agradecido a Will Smith. ¡Ese muchacho es EL MEJOR! Fue a Will al que le expresé mis preocupaciones durante la filmación de En busca de la felycidad. Sigo asombrado por su elegancia, humildad y talento.
A los chicos de Escape Artists: Todd Black, Jason Blumenthal y Steve Tisch. Una vez más supe desde el principio que eran las personas idóneas. ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!
Mark Clayman, tu visión sigue dejándome perplejo. Nada de esto podría haber ocurrido sin tu visión.
Gracias a Jennifer Gates, mi agente en Zachary Schuster Harmsworth Literary Agency, por creer en mí, guiarme y permitirme sentir miedo.
Nada en esta vida ni en la venidera me importará jamás tanto como mis dos hijos. Fueron criados, con muchísima ayuda, hasta convertirse en dos jóvenes absolutamente fabulosos: Christopher, mi hijo, y Jacintha, mi hija. Mis mayores bendiciones. Gracias por ser quienes son, incluso cuando yo no era lo que debería haber sido.
A H., mi amor eterno. Tu apoyo a lo largo del proceso ha hecho que todo sea posible. A Madame Baba, mi musa, mil gracias.
Mi gratitud a la familia en la que nací, e igual de importante, mi agradecimiento a la familia que me adoptó: mi padre Bill Lucy; mi hermano mayor Reggie Weaver; mi fantástico primo Charles Ensley; mi hermana mayor Anne Davis; mi «abuelito» el reverendo Cecil Williams; el padrino, el Gran Will original, Willie L. Brown; y mi madrina Charlene Mitchell.
Y un agradecimiento sumamente sincero a mi mentora, Barbara Scott Preiskel.
E sta obra no es ficción. He expuesto los acontecimientos con toda fidelidad y veracidad, tal como los recuerdo. Algunos nombres y descripciones de individuos se han modificado con el fin de respetar su intimidad. Si el nombre de alguien no ha acudido a mi mente o lo he omitido, presento mis más sinceras disculpas. Aunque las circunstancias y las conversaciones que aquí se describen proceden de mi más esmerada rememoración, no pretenden representar una cronología precisa de los sucesos ni tampoco la reconstrucción de mi vida palabra por palabra. Las cuento de un modo que evoca el verdadero sentimiento y el significado de lo que se expresó, así como mi opinión sobre lo que me ocurrió, manteniéndome fiel a la verdadera esencia del estado de ánimo y el espíritu de aquellos momentos que moldearon mi vida.
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