MORTIMER OSTOW (Nueva York, NY, enero 8 de 1918 - Riverdale, NY, septiembre 23 de 2006). Psiquiatra, neurólogo, educador y escritor. Fue profesor emérito de Manhattan’s Jewish Theological Seminary. Se hizo famoso porque estudió las causas psicológicas que subyacían en el antisemitismo, así como en el fanatismo religioso y el terrorismo. Estudió química en la Universidad de Columbia, luego se hizo médico en la Universidad de Nueva York en 1941 y psiquiatra, a finales de los años cuarenta culminó su formación en New York Psychoanalytic Institute.
Escritos: Drugs in Psychoanalysis and Psychotherapy (1962); The Psychology of Melancholy (1970), Judaism and Psychoanalysis (1982), Ultimate Intimacy: The Psychodynamics of Jewish Mysticism (1995).
Título original: The Psychology of Melancholy
Mortimer Ostow, 1970
Traducción: Antonio Escohotado
Editor digital: Titivillus
ePub base r2.1
Notas
[*] La expresión acting-out proviene del término freudiano agieren y designa acciones que presentan casi siempre un carácter impulsivo relativamente aislable en el curso de actividades, en contraste con los sistemas de motivación habituales del individuo. Adoptan a menudo una forma auto o heteroagresiva. En el surgimiento del acting-out, el analista ve la señal de la emergencia de lo reprimido. Una posible traducción sería «extroyección», y mejor aún «extroyección no verbal», aunque es frecuente dejar el término en inglés. (N. del T. y del E.)
[*] El adjetivo anaclítico proviene del verbo griego ἀνακλίνω, que significa descansar en y apoyarse sobre, y trata de dar cuenta del sustantivo alemán Anlehnung, sobre todo en la expresión freudiana «Anlehnungstypus der Objektwahl», vertida generalmente como «elección anaclítica de objeto». La anaclisis se cifra en la relación entre los impulsos eróticos y los de autoconservación, siendo el objeto anaclítico aquel donde los primeros se «apoyan» sobre los segundos y coinciden así en una misma persona, como sucede con la madre, objeto que a la vez satisface la necesidad de sustento y amor del niño. (N. del T.)
[*] «Apoyo» traduce aquí el término inglés clinging, forma sustantivada que es más o menos equivalente al Anlehnung de Freud. (N. del T.)
[*] Lo que el autor denomina «energética» (energetics) —en este capítulo y en los demás del libro—, como desarrollo de los criterios freudianos respecto del aparato psíquico, alude simplemente al factor cuantitativo en la enfermedad mental, esto es, al llamado punto de vista «económico», donde el análisis no parte de la distinción entre Inconsciente y Conciencia (punto de vista «tópico»), ni de la diferencia entre Ello, Yo y Superyó (punto de vista «dinámico»), sino sólo del juego de una excitación que se desplaza, condensa y enrarece en el interior del organismo por medio de inversiones y contrainversiones o de cargas y contracargas (Besetzung y Gegenbesetzung, en los términos de Freud). (Nota del Traductor.)
[*] Los catorce párrafos siguientes —desde la 118 a la 126 en la edición de Alianza en papel— contienen reflexiones bastante precisas acerca de estados clínicos. Ofrecerán dificultades a cualquiera no familiarizado con la psiquiatría, y no son necesarias para seguir la línea básica de razonamiento del libro.
La idea de que estados de ánimo cuya causación se atribuía imprecisamente a sentimientos sólo definidos literariamente constituyen situaciones clínicamente analizables y pueden ser objeto de tratamiento terapéutico, ha pasado ya de la teoría psiquiátrica al bagaje de conocimientos del hombre medio. Ejemplo típico son los sentimientos de infelicidad cuya duración resulta excesiva o que representan una respuesta desproporcionada a las circunstancias que los provocan: tal intensificación de la desdicha, que produce cambios visibles incluso en el aspecto físico, es claramente patológica. La obra de Mortimer Ostow —neurólogo y psiquiatra norteamericano con amplia experiencia clínica— describe el cuadro sintomático de la enfermedad, distingue entre sus diversas variantes (reactiva, involutiva, agitada, retardada, etc.) y analiza las causas mediatas e inmediatas que suelen producirla; la incapacidad para remediar una situación intolerable —caso típico es la relación ambivalente de odio irreconciliable y amor anaclítico— constituye siempre el marco en el que opera la enfermedad, relacionada con el trauma de la separación de la madre en la primera infancia. Particular interés revisten los capítulos de «La depresión: psicología de la melancolía», dedicados a las maniobras de diversión mediante las que la persona amenazada trata de protegerse (la tranquilidad narcisista, la concentración obsesiva en el trabajo, la hipomanía, etc.) y al tratamiento de la enfermedad (revolucionado en los últimos años por el descubrimiento de poderosas drogas antidepresivas).
Mortimer Ostow
La depresión
psicología de la melancolía
ePub r1.0
Titivillus 19.06.2022
Prefacio
La depresión es una de las dolencias más comunes de las padecidas por la humanidad, e incluso aquellos individuos que no llegan a enfermar de ella sufren a menudo oscilaciones cíclicas del ánimo y cambios en el temperamento. Usamos el término «depresión» para nombrar una enfermedad mental hasta cierto punto bien definida psíquicamente, pero la tendencia a la depresión existe con frecuencia sin desembocar en un claro trastorno clínico. La depresión suscita también condiciones de enfermedad clínica y formas de conducta que, generalmente, no se consideran asociadas a ella. Sin embargo, la relación entre la enfermedad y esas otras formas de conducta puede precisarse cuando observamos a pacientes durante períodos de tiempo relativamente largos, y la conexión se hace más evidente al estudiar los efectos de las nuevas drogas ahora disponibles en el tratamiento de las enfermedades mentales. Sobre la base de investigaciones semejantes, llegamos a concebir la depresión como método de adaptarse a la familia y a la sociedad allí donde la relación normal ha llegado a hacerse imposible. En otras palabras, la depresión puede concebirse como un fenómeno biológico característico de la vida comunitaria. A partir de esta doble perspectiva, clínica y social, emerge un nuevo concepto de la depresión que permite al psiquiatra comprender mejor la enfermedad, asimilar su relación con otros trastornos mentales, determinar su terapéutica y descubrir la conexión entre algunas formas de conducta y organización social con necesidades individuales.
Propongo este enfoque, o al menos una aproximación al mismo, en un libro escrito para el profano interesado en tales problemas y para el personal relacionado con el estrictamente médico. La mayoría de las cuestiones aquí debatidas ha sido presentada por mí en una serie de trabajos aparecidos en revistas especializadas. El presente libro viene a ser un resumen organizado de dichos trabajos. Y en vista de que la documentación, referencias y bibliografía se presentaron ya en los artículos originales, no me he esforzado en repetirlos aquí. Es innecesario decir que los principios psicodinámicos de la depresión fueron descritos por Freud, especialmente en su ensayo titulado «Duelo y melancolía». Considero altamente instructiva y clarificadora la exposición de las ideas freudianas hecha por mi profesor, Herman Nunberg. Muchos psicoanalistas han escrito sobre la depresión. Mi aproximación al tema no se opone, probablemente, a ninguno de los puntos de vista psicoanalíticos aceptados, pero el énfasis puesto en las diversas cuestiones es, en muchos sentidos, bastante distinto.