• Quejarse

Carl Gustav Jung - Respuesta a Job

Aquí puedes leer online Carl Gustav Jung - Respuesta a Job texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1952, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Carl Gustav Jung Respuesta a Job

Respuesta a Job: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Respuesta a Job" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Carl Gustav Jung: otros libros del autor


¿Quién escribió Respuesta a Job? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Respuesta a Job — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Respuesta a Job " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
INTRODUCCIÓN

EL LIBRO DE JOB marca un hito en el largo camino del desarrollo de un drama divino. Cuando este libro fue escrito, preexistían ya muchos testimonios que habían trazado una imagen contradictoria de Yavé: la imagen de un Dios sin mesura en sus emociones, y que sufría precisamente a causa de esta desmesura. Este Dios se confesaba a sí mismo que la cólera y los celos le desgarraban, y que el darse cuenta de esto era para él algo doloroso. La inteligencia coexistía junto a la falta de ella; la bondad estaba al lado de la crueldad, y la fuerza creadora al lado de la voluntad de destrucción. Todas estas cosas existían juntas, y ninguna era obstáculo para las demás. Para nosotros, este estado sólo es imaginable cuando no existe conciencia reflexiva, o cuando la reflexión representa simplemente una realidad dada y configurada, impotente, sin sentido. Una situación tal sólo puede calificarse de amoral.

Los testimonios de la Sagrada Escritura nos dicen cómo sentían a Dios los hombres del Antiguo Testamento. Mas no vamos a tratar de esto, sino del modo y manera como un hombre de nuestros días, culto y educado cristianamente, se enfrenta a las tinieblas divinas que aparecen en el Libro de Job; es decir, vamos a estudiar cómo estas tinieblas obran sobre el hombre de hoy. No tratamos de hacer una exégesis fría y ponderada, que tenga en cuenta cada uno de los detalles, sino de presentar una reacción subjetiva. Con ello damos expresión a una voz que habla por muchos que sienten de la misma manera; lo que intentamos es dejar que hable el estremecimiento provocado por la visión nada encubierta de la ferocidad y desconsideración divinas. Aunque conozcamos la antinomia y el sufrimiento existentes en la divinidad, éstos son tan irreflexivos, y por ello tan ineficaces moralmente, que no provocan una simpatía comprensiva, sino un efecto igualmente irreflexivo y persistente; este afecto se parece a una herida que sólo cicatriza lentamente. De la misma manera que corresponde una herida al arma que hiere, corresponde un efecto al acto de violencia.

El Libro de Job nos servirá únicamente como paradigma de un modo de experimentar a Dios que tiene significación especial para nuestro tiempo. Las experiencias de este tipo irrumpen en el hombre lo mismo desde dentro que desde fuera; no tiene sentido interpretarlas de manera racional y querer minimizarlas para defendernos así de ellas. Lo mejor es entregarse a la pasión, ceder a su violencia, y no pretender librarse de ella por medio de toda suerte de operaciones intelectuales o de fugas sentimentales. Aun cuando al entregarnos a la pasión nos hacemos culpables de las mismas faltas propias del acto de violencia que la provoca, ocurre, sin embargo, que lo que se pretende es precisamente que la pasión irrumpa en el hombre y que éste sucumba a su acción. El hombre debe ser afectado para que la acción de la pasión llegue a él. Pero el hombre debe saber, o mejor, aprender, qué es lo que le afecta, pues tanto la ceguera de acto de violencia como la de la pasión se transformarán así en conocimiento.

Por esta razón, en las páginas que siguen no tendré reparo alguno en dejar que hable la pasión, en responder a la injusticia con la injusticia, para aprender así a comprender por qué o para qué fue herido Job, y cuáles fueron las consecuencias que de este hecho se siguieron tanto para Yavé como para el hombre.

Título original: Antwort auf Hiob

Carl Gustav Jung, 1952

Traducción: Rafael Fernández de Maruri

Editor digital: Titivillus

ePub base r2.1

Notas Mientras más verdaderos son estos testimonios del alma tanto más - photo 1
Notas

[*] “Mientras más verdaderos son estos testimonios del alma tanto más simples son; cuatro más simples tanto más vulgares; cuanto más vulgares tanto más comunes; cuanto más comunes tanto más naturales; cuanto más naturales tanto más divinos. Creo que a nadie podrán parecerle frívolos y superficiales si contemplamos la majestad de la naturaleza de la que proviene la autoridad del alma. Lo que se concede a la maestra, ha de reconocerse a la discípula: la naturaleza es la maestra, el alma la discípula. Lo que aquélla enseñó o ésta aprendió les fue dado por Dios, que es el maestro de la maestra misma, y lo que el alma recibe de su maestro supremo puedes juzgarlo en ti mismo por tu propia alma: siente a la que te hace sentir, considérala como la vidente que te señala los acontecimientos del futuro, la que interpreta los signos y te protege en los resultados. ¡Qué maravilloso sería si aquella que Dios ha dado a los hombres pudiera predecir! Más maravilloso es que reconozca por quién ha sido dada”. (Minge, Patr. lat., t. I, col. 615 ff).

[*] Utilizamos la versión española de Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, Sociedad Bíblica Americana [E.].

[1] Y aun que le “bendiga”, lo cuares ciertamente mucho más contradictorio.

[1] “Su celoso oído lo oye todo y el rumor de las murmuraciones no quedará oculto” (Sabiduría 1, 10).

[2] El salmo 89 es considerado como un canto comunitario, compuesto en el exilio; se le atribuye a David.

[3] Satán es sin duda uno de los hijos de Dios que “rodea la tierra y anda por ella” (Job I, 7). En la tradición persa Arimán brotó de un pensamiento de duda de Ahura-Mazda.

[4] Aquí se alude a una idea propia de la filosofía cabalística posterior.

[5] La ingenua suposición de que el creator mundi es un ser consciente ha de ser considerada como un prejuicio de funestas consecuencias, pues da ocasión más tarde a las más increíbles dislocaciones lógicas. Así, por ejemplo, el absurdo concepto de la privatio boni no hubiese sido jamás necesario, sino no hubiese sido preciso presuponer que la conciencia de un Dios bueno no puede producir en absoluto hechos malos. La inconsciencia e irreflexión divinas, por el contrario, posibilitan una concepción que exime del juicio moral al obrar de Dios, y no provoca conflicto alguno entre su bondad y su terribilidad.

[*]Ni la Sabiduría de Salomón ni el Eclesiástico aparecen en la versión de la Sociedad Bíblica Americana; por ello, citamos estos textos según la versión de Nácar-Colunga, B. A. C., Madrid, 1952 [E.].

[1] Esta opinión se encuentra en Filón, el Judío

[2] Cf. la palabra φρονιµωζ en la parábola del mayordomo infiel.

[3] No tiene aquí importancia ninguna el problema de si este pasaje es o no es una interpolación posterior.

[1] También en la tradición cristiana existe la opinión de que el demonio conocía ya desde muchos siglos antes la intención de Dios de hacerse hombre, y por ello sugirió a los griegos el mito de Dionisios, para que, cuando la buena nueva llegase realmente a ellos, pudiesen decir; “Esto lo conocimos nosotros ya desde hace mucho tiempo”. Cuando, más tarde, los conquistadores descubrieron en Yucatán las cruces mayas, los obispos españoles emplearon de nuevo este mismo argumento.

[1] La revelación de su vocación tuvo lugar en el año 592 a. C.

[2] Es un error suponer que una visión es ya eo ipso patológica. Es cierto que en los hombres normales no es corriente tener visiones, pero tampoco es demasiado raro.

[3] Algo semejante se dice en el cap. 87. De los cuatro “vivientes que se parecen a hombres blancos”, tres guían a Enoc, pero el otro encadena una estrella y la arroja al abismo.

[4] Tres tienen rostro de animal, y el cuarto, rostro de hombre.

[5] Sinónimo del sheol.

[6] Por esto nos enteramos de que el éxodo de los doscientos ángeles fue una jugada de Satán.

[7] El autor del libro de Enoc escogió como héroe de su libro a Enoc, el hijo de Jared, el “séptimo de Adán”, que “caminó con Dios”, y que, en lugar de morir, desapareció, es decir, fue llevado por Dios.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Respuesta a Job»

Mira libros similares a Respuesta a Job. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Respuesta a Job»

Discusión, reseñas del libro Respuesta a Job y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.