Dante Alighieri - Convivio
Aquí puedes leer online Dante Alighieri - Convivio texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1307, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:Convivio
- Autor:
- Editor:ePubLibre
- Genre:
- Año:1307
- Índice:5 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 100
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Convivio: resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Convivio" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
Convivio — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Convivio " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Entre los años 1303 y 1307, aproximadamente, Dante Alighieri abordó la escritura de esta ambiciosa obra, en la que declaraba haber superado su etapa juvenil «stilnovista» por haber encontrado un amor que sublimaba al de Beatriz: el amor por la Filosofía. Con el Convivio —así titulado porque su idea matriz es la metáfora de hacer un convite de sabiduría—, Dante retoma y revitaliza al mismo tiempo el procedimiento ya ensayado en la Vida Nueva, la antología y exégesis de su propia producción lírica, e inaugura una etapa en su itinerario intelectual, espiritual y poético, con la que trata de resarcirse de dos experiencias traumáticas, la muerte de Beatriz y el destierro de su Florencia natal.
A través de un tributo constante a toda la tradición literaria anterior, Dante narra su formación filosófica, sapiencial y metalingüística. Frutos de ese proceso son la teorización y aplicación de la dignidad literaria del romance toscano, así como la convicción de que para alcanzar la plena humanidad, el individuo debe impregnarse de la sabiduría y la nobleza que emanan de su Creador. La inconclusión de la obra, debida al progresivo desinterés del poeta por la dimensión municipal y terrenal de la existencia humana a favor de una concepción más universal y trascendental de la misma, supuso la incuria del texto autógrafo y su difusión póstuma y defectuosa.
Dante Alighieri
ePub r1.0
Titivillus 04.08.16
Título original: Il Convivio
Dante Alighieri, 1307
Traducción: C. Rivas Cherif
Editor digital: Titivillus
ePub base r1.2
Los que entendiendo movéis el tercer cielo,
oíd el lenguaje de mi corazón,
que yo no se expresar, tan nuevo me parece.
El cielo que creó vuestra valía,
vos las que sois gentiles criaturas,
me trajo a aqueste estado en que me encuentro:
de aquí, pues, que el hablar de la vida que llevo,
parezca dirigirse dignamente a vos;
por ello os ruego que me lo entendáis.
Os diré la novedad del corazón,
de cómo llora en él el alma triste
y cómo habla un espíritu contra ella,
que los rayos le traen de vuestra estrella.
Solía ser vida del corazón doliente
un suave pensamiento que se iba
muchas veces a los pies de Vuestro Señor.
Donde una dama, veía estar en gloria,
de quien hablábame tan dulcemente,
que mi alma decía: «Yo allí ir quiero».
Ahora aparece quien a huir le obliga
y se adueña de mí con fuerza tal,
que el temblor de mi corazón se muestra fuera.
Éste me hace mirar a una dama,
y dice: «Quien ver quiere la salud,
haga por ver los ojos de esta dama»,
si es que no teme angustias de suspiros.
Halla un contrario tal que lo destruye
el pensamiento humilde que hablarme suele
de un ángela en el cielo coronada.
El alma llora, tanto aún le duele,
y dice: «¡Triste de mí, y cuán me huye
el compasivo que me ha consolado!»
De mis ojos dice esta afanosa.
¡Mal hora fue en la que los vio tal dama!
¿Por qué no me creían a mí de ella?
Decía yo: «Sin duda en los sus ojos
debe estar el que mata a mis iguales,
y no me valió darme entera cuenta
que no mirasen tal, pues que fui muerta».
«No fuiste muerta, pero estás perdida,
alma nuestra que tanto te lamentas»,
dice un gentil espíritu de amor;
porque esa hermosa dama que tú sientes,
tu propia vida ha trastrocado tanto,
que tienes miedo de ella, tan cobarde te has vuelto.
Mírala cuán piadosa y cuán humilde,
cuán es sabia y cortés en su grandeza:
piensa, por tanto, en llamarla dama;
pues que, si no te engañas, has de ver
de tan altos milagros el adorno,
que dirás: «Amor, señor verdadero,
he aquí tu esclava, haz cuanto te plazca».
Canción creo yo que serán pocos
los que entender bien sepan tu lenguaje,
tan obscura y trabajosamente lo dices;
de aquí que si por caso te acaeciera
que te hallases delante de personas
que no creas que la hayan entendido,
ruégote entonces que te consueles
diciéndoles dilecta canción mía:
Considerad siquier cuán soy hermosa.
Ya que, hablando a manera de proemio, me ministro, mi pan está suficientemente preparado en el Tratado precedente, el tiempo pide y clama por que mi nave salga de puerto. Por lo cual, dirigido el timón de la razón al rumbo de mi deseo, lánzome al piélago con la esperanza de hallar camino suave y laudable puerto de salvación al fin de mi cena. Pero, a fin de que sea más provechoso mi alimento, antes de que llegue el primer manjar, quiero mostrar cómo se debe comer.
Digo que, tal como en el primer capítulo se ha referido, ha de ser esta exposición literal y alegórica. Y para dar a entender tal, es menester saber que los escritos puédense entender y se deben exponer principalmente en cuatro sentidos. Llámase el uno literal, y es éste aquél que no va más allá de la letra propia de la narración adecuada a la cosa de que se trata; de lo que es ciertamente ejemplo apropiado la tercera canción, que trata de la nobleza. Llámase el otro alegórico, y éste es aquel que se esconde bajo el manto de estas fábulas, y es una verdad escondida bajo bella mentira. Como cuando dice Ovidio que Orfeo con la cítara amansaba las fieras y conmovía árboles y piedras; lo cual quiere decir que el hombre sabio, con el instrumento de su voz, amansa y humilla los corazones crueles y conmueve a su voluntad a los que no tienen vida de ciencia y de arte; y los que no tienen vida racional, son casi como piedras. Y en el penúltimo Tratado se mostrará por qué los sabios hallaron este escondite. Los teólogos toman en verdad este sentido de otro modo que los poetas; mas como quiera que mi intención es seguir aquí la manera de los poetas, tomaré el sentido alegórico según es usado por los poetas.
El tercer sentido se llama moral; y éste es el que los lectores deben intentar descubrir en los escritos, para utilidad suya y de sus descendientes; como puede observarse en el Evangelio, cuando Cristo, subiendo al monte para transfigurarse, de los doce apóstoles llevóse tres consigo; en lo cual puede entenderse moralmente que en las cosas muy secretas debemos tener poca compañía.
Llámase el cuarto sentido anagógico, es decir, superior al sentido, y es éste cuando espiritualmente se expone un escrito, el cual, más que en el sentido literal por las cosas significadas, significa cosas sublimes de la gloria eterna; como puede verse en aquel canto del Profeta que dice que con la salida de Egipto del pueblo de Israel hízose la Judea santa y libre. Pues aunque sea verdad cuanto según en la letra se manifiesta, no lo es menos lo que espiritualmente se entiende; esto es, que al salir el alma del pecado, se hace santa y libre en su potestad.
Y al demostrar esto, siempre debe ir delante lo literal, como aquél en cuyo sentido están incluidos los demás, y sin el cual sería imposible e irracional entender los demás y principalmente el alegórico. Es imposible, porque en toda cosa que tiene interior y exterior es imposible llegar adentro si antes afuera no se llega. Por lo cual, comoquiera que en los escritos el sentido literal es siempre lo de fuera, es imposible llegar a los demás sin antes ir al literal. Además, es imposible, porque en todas las cosas naturales y artificiales es imposible proceder a la forma sin estar antes dispuesto el sujeto sobre el cual la forma ha de constituirse. Como es imposible que aparezca la forma del oro, si la materia, es decir su sujeto, no está primero digesta y preparada; ni que aparezca la forma del arca, si la materia, es decir, la madera, no está primero dispuesta y preparada. Por lo cual, dado que el sentido literal es siempre sujeto y materia de los demás, principalmente del alegórico, es imposible lograr venir primero a conocimiento de los demás que al suyo. Además es imposible, porque en todas las cosas naturales y artificiales es imposible proceder, si primero no se ha hecho el fundamento, como en la casa y en el estudio. Por lo cual, dado que el demostrar es edificación de ciencia y la demostración literal fundamento de las demás, principalmente de la alegórica, es imposible llegar a las demás antes que a aquélla.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «Convivio»
Mira libros similares a Convivio. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro Convivio y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.